Karla MARTÍNEZ DE AGUILAR
Fotografías: Cortesía
El campo se encuentra abandonado por el gobierno mexicano desde hace décadas, los productores de plátano en la región de Coahuayana de Hidalgo, Michoacán, luchan por mantener una producción que es mal pagada y que no beneficia al productor.
Zayurit de la Cruz y su esposo Jaime Vázquez son integrantes de una familia productora que decidió arriesgarse para dar un nuevo giro a la producción de plátano elaborando harina a partir de esta fruta, platicamos con ella para compartir su historia con los emprendedores que sueñan con hacer realidad sus proyectos.
Mi padre Jorge de la Cruz Madrigal, agricultor e hijo de agricultores, con esfuerzos nos brindó educación porque no quería que trabajáramos en el campo. Cuando mis hermanos y yo platicábamos con él por qué no quería que fuéramos productores como él, nos contaba que el campo ya no era redituable, que no existe un pago justo, pagaban a centavos el kilo de plátano y no sacaba los costos, ni el pago de los préstamos, un círculo vicioso que no lograba romper, ya que el gobierno ha descuidado el campo mexicano, a pesar que es un giro imprescindible para los mexicanos.
Aún así con todo en contra, mi padre no perdió la esperanza de poder replicar en nuestra comunidad la producción de harina de plátano. Al inicio el gobierno dio el visto bueno para realizar el proyecto en esta zona platanera, cuando le dieron largas y no se realizó, tomamos la decisión en familia de hacer realidad el proyecto. La necesidad nos empujó a hacer harina, no sabíamos cómo, pasaron 6 meses para lograr hacerla.
Para Zayurit tomar la decisión de dedicar su vida al campo mexicano no fue fácil, es difícil ser mujer en este ámbito ¿Qué retos ha tenido que enfrentar en una actividad liderada por hombres?
Mi papá no me llevaba a la huerta, sólo a mis hermanos, me quedaba en casa con mi mamá por ser mujer, fue algo difícil de vencer, no hemos ganado terreno del todo las mujeres en el campo, pero puedo decir con mucho orgullo que no soy la única en la región, hay 4 o 5 mujeres que son las jefas de sus huertas y de la producción de su empresa. Falta mucho camino, pero gracias a Dios ya empiezan a cambiar las cosas.
El reto ¡es resistir! todas las mujeres sabemos que somos capaces de hacer lo que queramos, muy por encima de lo que nos toque vivir. Tenemos la fuerza y el poder como género, hay que enfrentarse al machismo, superar la burla, la duda y a veces la humillación de los mismos clientes para lograr salir adelante. Mi papá me inyectó su fe en que sí podíamos sacar adelante este proyecto y se reforzó con el apoyo de mi esposo Jaime Vázquez, mis hijos y mi familia.
Zayurit junto con su esposo Jaime Vázquez y su familia pusieron manos a la obra y trajeron un racimo de plátanos del huerto familiar y empezaron a experimentar cómo hacer harina ¿cómo fue el proceso?
Algo desesperante porque como agricultores no teníamos el capital, sólo las ganas de trabajar y de salir adelante. Mi padre fue uno de los precursores para decir cómo realizarlo e ingeniar cómo lograríamos deshidratar el plátano hasta obtener la harina.
Me siento muy orgullosa al decir que es una harina hecha por mi familia y el pueblo. Producimos la fruta, mis papás traían el racimo de plátano de la huerta y todos lo lavábamos y lo llevábamos a rebanar con un señor que vende papas fritas porque tiene una rebanadora, ya rebanado, lo traíamos a casa para secarlo en mil cosas hasta que dimos que en unas camas deshidratadoras lo conseguíamos, ya seco íbamos con el señor de los tamales para que con su molino lo moliéramos, ya molido, lo colábamos y regresábamos con el señor de la tienda para pesarlo ¡No teníamos nada, ni báscula, molino ni rebanadora, más que ganas! y la materia prima, el plátano, que no encontrábamos qué hacer con él, porque no querían comprarlo a un precio justo.
Tardamos seis meses en lograr el proceso correcto para hacer la harina de plátano, empezamos a vender a granel y con ese dinero en un año conseguimos contar con un equipo básico para la producción y con mucho esfuerzo nació Xokólt que significa fruta en náhuatl.
Xokólt se dio a conocer a nivel nacional con su participación en el programa Shark Tank México donde obtuvieron el financiamiento y mentoría de los tiburones Patricia Arizmendi y Carlos Bremer para consolidar este proyecto productivo mexicano.
Estar en Shark Tank fue una experiencia muy desafiante, sentíamos mi esposo y yo el peso de la esperanza de nuestras familias, padres, hijos, hermanos, otros productores de la región. Al despedirnos, sentimos la responsabilidad ¡por favor lógrenlo! Fue muy emotivo y desafiante estar frente a estas personalidades, uno ensaya en su mente tantas veces lo que va a decir, pero cuando estás frente a ellos quieres correr y las piernas no te responden, además, la presión del pueblo para que voltearan a vernos como un pueblo platanero y trabajador que, desgraciadamente, no ha pintado en México, no tenemos esa atención todavía; que saliera la gente, la localidad, fue orgullo para muchos, fue una gran experiencia.
Y lograr la confianza, el respaldo de Patricia Arizmendi y Carlos Bremer que creen en Xokólt ¡es una gran herramienta!, pero ha sido un proceso complicado, porque iniciaba la pandemia y las reuniones fueron por teléfono o videollamadas para que se cercioraran de la empresa y qué pasos seguiríamos para dar continuidad con su asesoría y financiamiento.
¿Cuáles son los beneficios de la harina de plátano?
Xokólt está hecha con plátano de la variedad enano gigante, conocido como plátano Chiapas o Tabasco. La diferencia es que lo utilizamos verde, porque de esa manera no contiene fructuosa (azúcar del plátano maduro) y lo hace apto para las personas con diabetes o las que cuidan el consumo de azúcares. Xokólt es una harina que casi sustituye en un 95% a la harina de trigo. A través de nuestros clientes hemos descubierto que la utilizan para pizzas, tortillas, hot cakes, atoles, panes, galletas, barritas saludables, licuados, empanizados, waffles.
Es inmenso lo que se puede hacer con la harina de plátano, es muy noble, rinde el doble que cualquier otra harina, tiene muchísimos beneficios: no contiene gluten, contiene potasio para quienes sufren calambres o hacen mucho ejercicio, alta en fibra, ya que contiene un almidón “resistente” que no se queda en el organismo, es una harina rica con un sabor sutil a plátano verde hecha con 100% fruta, no agregamos un solo conservador.
Además de producir harina de plátano ¿ofrecen otros productos?
Mi padre en paz descanse, inició el proyecto de utilizar las cáscaras y las puntas que no usamos para mezcla de alimento de ganado, así que queremos continuar esta idea, y a la par hemos deshidratado las rebanadas de plátano para aquellos que las comen como snacks, ya que sacian rápidamente y es un alimento sano.
Xokólt ya estaba en funcionamiento y surtiendo pedidos grandes que permitían la subsistencia de la empresa ante la llegada del Covid-19 ¿cómo les afectó?
La pandemia fue un momento muy aterrador, perdimos gente que nos compraba al mayoreo, gracias a Dios el menudeo se fortaleció, eso nos permitió mantenernos, aunque fueron cantidades menores, nos ayudó a seguir. Nos ayudó que la pandemia detonó el consumo de alimentos más sanos, porque la harina de plátano es un súper alimento y se abrió un nuevo mercado para los que buscan alimentos más sanos.
Es difícil ser emprendedor, pero sí es posible. Si tienen un sueño, háganlo realidad, hay muchos dolores de cabeza, pero más satisfacciones, damos empleo a mujeres en Coahuayana, zona agrícola donde sufren acoso en las huertas y queremos brindarles un ambiente sano, limpio, sin faltas de respeto para que trabajen en la producción de la harina, es un sueño poder ayudar a 2, 3 familias. El mensaje es que logren ese sueño, que insistan y resistan, es muy fácil y cómodo pensar, mejor hay que seguir trabajando para otros, pero no eres feliz, no estás luchando por tus sueños, sino el de otros. La pandemia nos demostró que no somos eternos y hay que luchar por lo que queremos ahora.
Más información y ventas:
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