Formador de hombres liberales
Texto: Joel F. Gálvez Vivar/ Francisco López Martínez
Fotos: Karol Joseph Gálvez López
TAMAZULAPAM VILLA DEL PROGRESO, TEPOSCOLULA, OAXACA.– Caballerosamente siempre frente al alumnado, con ímpetu al graduarse como Profesor, carrera que con ahínco escogió sabedor de lo que implica, forjador de hombres en la libertad de principios fundamentales, con tenacidad, valores y conciencia al servicio de la Patria.
Incursionó en la humanidad del individuo, la disponibilidad en aras de la Patria, ofrendar la existencia, en hospitalidad subsidiaria, cuando la integridad territorial estare en grave peligro por el masiosare enemigo.
Combatiente, de agallas y nobleza, fuese el profesor PEDRO GUERRERO QUIROZ, leal y patriótico, entregó su vida a la educación docente, que a nuestros días son profesionales con cualidades que le inculcó en las aulas de escuelas rurales, ser liberales a cabalidad en solidaridad siempre con el prójimo.
Al igual, con amplio fervor emprendió el proyecto de ‘Rescate Cultural’ en su natal Tequevi, Tamazulapan, al que llamó a correligionarios, hermanos, amigos; empresa que lideró con sagacidad, leal a sus principios filosóficos en el que fue formado, con los suyos; proclamóse ‘Libre Pensador’, campo en el que se desenvolvió con pasión y esmero, enamorado siempre fue de la filosofía de la fraternidad, poniéndolo en práctica con humildad y carácter humanitario profesional.
En su apasionada actividad cultural, desarrolló la interpretación de códices, viajó tantas veces fue necesario al corazón del municipio Santiago Apoala, Nochixtlán, cuna de la civilización mixteca, igualmente al poblado de San Martín Huamelulpan, Tlaxiaco, para investigar a fondo y poder realizar estudios sobre los vestigios y rasgos prehispánicos existentes en esos sitios sagrados.
Pasión que lo condujo tercamente, además, a fundar el taller de la muy Respetable Logia Simbólica ‘Atonaltzin 37’, en cuyo seno predicó principios filosóficos en la profundidad de la conciencia humana, fue su ideal forjar hombres libres ‘picar su propia piedra’, decía el maestro Pedro Guerrero Quiroz.