FIN DE LA FIESTA

Mtro. José María Villalobos Rodríguez

“Dios mío: si en la borrachera te ofendí, en la cruda me sales debiendo”- Anónimo
¿Cómo le irá a los mexicanos en este fin de sexenio?. Como en todo: habrá ganadores o perdedores-, pero lo cierto es que la gran base de la pirámide social seguirá siendo fiel creyente de las promesas del RAYO DE ESPERANZA.
Seguimos siendo un pueblo mayormente INGENUO, manipulable que pasa en un instante de la euforia a la depresión. Seguimos teniendo la esperanza de ganarnos la lotería o de atinarle a la quiniela del MELATE o del futbol. Hasta un caso como el del CRUZ AZUL TIENE SUS FIELES SEGUIDORES. Parece que en cuanto a la percepción hacia nuestra clase política solo la clase media ha despertado y ya tiene claro que significa aquellos de OBLIGACION DE RENDIR CUENTAS. Pero la gran base de la pirámide esto no lo sabe ni le interesa saberlo, viven en la inmediatez de la urgencia diaria de hacer tres comidas al día. La entrega de apoyos en efectivo es para ellos suficiente como para que no tenga importancia alguna que el sistema de salud o seguridad pública sean un fracaso, que los monopolios públicos o privados hagan lo que les venga en gana, que el nivel educativo sea paupérrimo o que las policías locales sigan cobrando salarios similares a los que tuvieron en el año 2000. Cuatro millones de familias que ahora reciben apoyos en efectivo de PAPÁ GOBIERNO están felices y llenando los bolsillos de los fabricantes de comida o bebida chatarra o de cosméticos para adolescentes y mujeres maduras. Es tal su gratitud a quien les provee de 2 mil 400 pesos al mes que todo lo demás lo soportan: desde la inflación del 20% en alimentos, la rampante inseguridad, el elevado costo de medicinas o los pobres servicios públicos. Están tan engañados como contentos. Los gobiernos panistas o priistas imponían pisos de cemento, láminas o ladrillos para vivienda – nada comparable a dinero en el bolsillo.
PERO SE ACERCA EL FIN DE FIESTA DE ESTE SEXENIO. Recuerden cómo terminaron López Portillo o Carlos Salinas, finanzas públicas tronadas y el país polarizado. Ciudades completas en quiebra y salida de capitales.
Tras tanta lección: ¿Qué hemos aprendido en 30 años?. Tan fácil, nos hemos olvidado de los rescates: bancario, carretero, créditos “incobrables” en FOBAPROA, el del Presidente Clinton por US$ 20 mil millones de dólares de TESOBONOS emitidos con pura saliva como soporte, del desastre humanitario que dejó el COVID, de tantas veces que han ardidos los fuegos derivados de hidrocarburos en ductos o de explosiones en las refinerías, de los mineros muertos en la zona carbonífera de Coahuila, de las explosiones en Guadalajara o San Juanico, de las familias en quiebra por fraudes de banqueros o cajas de ahorro sin supervisión, de las devaluaciones súbitas y de la hiperinflación, de que apostarle al turismo no ha sido garantía de progreso, que en estados como Guerrero, Michoacán, Sinaloa, San Luis Potosí, Tamaulipas, Veracruz, Chihuahua, Zacatecas, tengamos perdido el menor asomo de civilidad o buen gobierno. Transitando por tan accidentado camino ha vuelto a los mexicanos -y no con poca razón – muy desconfiados de la conveniencia de la democracia y de la supuesta “economía de mercado” ( que no existe).
La democracia ha probado ser de poca valía en México ante la facilidad con que quien gana una elección ya en el poder le da la espalda a todo lo que prometió en campaña, cómo se apodera del dinero público para hacer negocios privados ante la impotencia de ver cómo se generan cada año nuevos millonarios al amparo del poder. El despertar del mexicano en ejercer su derecho a la RENDICION DE CUENTAS tiene SU MAYOR OBSTACULO en casi toda la clase política, empresarial y castrense. Por ello es que se esgrime la falacia de que es INFORMACION DE SEGURIDAD NACIONAL lo que se gaste con dinero de los contribuyentes. Se ha conformado en casi cinco años una emergente clase media masiva formada por familias que reciben los famosos apoyos en efectivo y entre sus manifestaciones está su multitud concurrente en sitios turísticos, ventas con descuento en centros comerciales, conciertos de los artistas del momento, compra de ropa de moda a bajo precio y de cosméticos a todo lo que da.
Con el kilo de huevo a 60 pesos las familias mexicanas cambian su hábito de consumo reduciendo la ingesta del producto de gallina, pero no lo hacen de refrescos, papitas, churumais o cervezas que en su imaginario le dan cierto status. Dos años y medio de encierro y los mexicanos rompieron récord en embarazar adolescentes, en endeudarse con extorsionadores de alto calibre con tal de seguir con un ritmo de vida que ya no podían sostener, ante el parón educativo recurrieron más a los video juegos que a las clases virtuales, a los conflictos bajo techo que a la reflexión sobre los riesgos de perder la vida por un virus letal. Se nota que en general los malos tiempos económicos no dejan huella profunda en las actitudes y valores de los mexicanos. Las grandiosas promesas de trasformación ipso facto se han estrellado ante las barreras propias de una pésima gestión del patrimonio y de los ingresos públicos.
Los excedentes petroleros que nos derivó la Guerra Ucrania – Rusia se evaporaron a favor de quienes tienen automóvil propio. Para 2023 quedan ya pocos recursos en la caja del erario y la recaudación tributaria esperada no se dio por $ 40,000 millones de pesos. Los sobrecostos a la fecha del Tren Maya más la refinería en TABASCO suman hasta marzo de 2023 ya $ 983 mil 225 millones de pesos y aún les falta entre tres o cuatro años para que den ingresos, el extinto aeropuerto en Texcoco es ahora un proyecto de rescate ecológico con un enigmático grado de avance físico financiero y el ferrocarril interoceánico está ahora al mando de la SECRETARIA DE MARINA – que está comprobando QUE ECHANDO A PERDER SE APRENDE.
Algo grave se está cocinando para 2024 en cuanto a la situación de las finanzas públicas. Quienes ya tuvimos el infortunio del último año de gobierno de López Portillo, Salinas de Gortari no podemos aún cuantificar el tamaño del boquete fiscal. Todo exceso de gasto habrá hecho daño a las siguientes generaciones y esta administración federal será un caso perdido: TODA INFORMACIÓN SERÁ DECRETADA DE SEGURIDAD NACIONAL Y HÁGANLE COMO QUIERAN.

 

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