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Melinda SZABADOS-BÁNYAI


JÁSZFÉNYSZARU, HUNGRÍA.- Indudablemente la familia es el núcleo de la sociedad. La diversidad de las familias pueden ser un buen tema para explorar y estudiar. La tela la tejimos nosotros, lo que hagamos como padres muchas veces depende de lo que hemos vivido como niños. No es fácil dejar de usar las frases que escuchaste una y otra vez en tu infancia o cambiar la actitud pero hay que tratar hacer lo que podemos para construir una generación que nos supera en todo.
Las familias son variadas, pero sé de cierto que nosotras las mujeres somos los motores, nosotras ponemos todo en marcha, cargamos mucha responsabilidad y estamos formando la futura generación. No siempre somos buenos ejemplos para seguir, pero intentamos hacer lo que podemos en un mundo que se aleja y se distancia más día tras día.
Las mamás del Siglo XXI están más solas que nunca. Vigilando los hijos, cuidándolos, atenderlos, mantener el orden en la casa, poner comida en la mesa son actividades diarias, a veces monótonas. Día tras día las preguntas que resuenan en mi mente giran alrededor de la comida, la ropa que necesita ser lavada, las tareas de mi trabajo, las tareas que la guardería nos deja. Es un círculo y todo esto recae sobre la mujer que es madre, esposa y además trata de desempeñar el papel de mujer trabajadora y emprendedora también.
Empecé mi pequeño negocio de dar clases de inglés y español en marzo de este año. Durante semanas, meses, intenté primero encontrar personas que desean aprender uno de los idiomas y segundo encontrar tiempo y dedicarle el tiempo necesario para preparar las clases que doy. A las tareas domésticas y las tareas relacionadas con las de las niñas se sumó hacer planes de lecciones. Tengo que hacer una confesión: me alegra la posibilidad de poder trabajar aunque son pocas horas semanales en total. Pero no hay nada más agradable que poder sentarme en mi ordenador, en silencio, tranquilamente y saber que tengo las próximas horas para mí. Puedo hacer lo que me gusta y puedo buscar ejercicios adecuados para cada uno de mis alumnos.
Si te empeñas en trabajar algo y logras mantener la fe y tu perseverancia vivas mientras los tiempos son difíciles, al final recibes la recompensa de lo que te has propuesto.
En mi caso: Puedo trabajar, ganar algo de dinero que completa el presupuesto familiar. En mi caso la parte emocional supera la parte financiera y el simple hecho de poder trabajar unas horas semanales es lo que me llena de satisfacción. Para poder realizar todo esto necesito a mi media naranja y su apoyo significa mucho para mí. Nunca me ha negado su apoyo, siempre me ha animado a hacer lo que me propongo. Se encarga de las niñas mientras yo trabajó e intenta facilitar las horas que necesito para prepararme. El es en realidad mi media naranja y nos completamos aunque seamos muy distintos.
Queridas mujeres si tienen un sueño no lo dejen ir, tratan de hacer todo lo posible para hacerlo realidad y les deseo encontrar una pareja que les ofrezca el apoyo y las palabras de aliento siempre. Desempeñando tantos papeles es a veces como un rompecabezas gigante que tenemos que resolver. Pero también es cierto que nosotras ¡podemos con todo! Que encontremos siempre modalidades para cargar nuestras baterías porque toda nuestra familia se alimenta de nuestra amor. Que encontramos siempre ese pincel mágico para poder colorear los días grises. ¡Que Dios nos ayude!

 

 

*Master en escritura creativa, amante de la literatura, teatro y música. Madre de dos hijas.

szabadosbanyaimelinda@gmail.com

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