Karla MARTÍNEZ DE AGUILAR
Fotografías: Jorge Luis Plata
Locación: Galería “Shinzaburo Takeda” Bellas Artes de la UABJO
La Facultad de Bellas Artes de la UABJO inauguró en noviembre, en la Galería “Shinzaburo Takeda” la Exposición “Kyrie eleison” del artista plástico oaxaqueño Cheni Velazco, una mezcla de sincretismo, símbolos religiosos y la fe que profesan familias oaxaqueñas plasmadas en las obras.
“Kyrie eleison”, es una oración de la liturgia cristiana que significa “Señor, ten piedad” y en esta exposición hace referencia a las imágenes gozosas, dolorosas y/o de agradecimiento, representando a la Virgen María, a Jesús, los Santos y escenas bíblicas del antiguo testamento.
Cheni Velazco es un ser camaleónico, su trabajo artístico abarca el folclor, lo surrealista, lo sacro, cerámica y textil, que la pandemia impulsó para salir de su zona de confort y poner en práctica sus conocimientos.
El artista tiene que salir de su zona de confort para explorarse, lo que ha hecho entender mi labor como pintor; tienes que ser camaleónico, conocer y plasmar el conocimiento adquirido.
De muchas formas he ido contra corriente, mi familia labora en el área de la salud. Estar en el arte ha sido la rebeldía de mi vida, pero sigo en pie de lucha, ya que, gracias a la disciplina y la constancia, he construido mi camino en el arte, nada fácil. La mentalidad que ha tenido mi familia y el hecho de ser estrictos conmigo, me hace tener los pies bien plantados en la tierra.
Mis mujeres son chinas oaxaqueñas y en su indumentaria lucen su fe, quizás como católico no puedo hacerlo de esa manera, pero con la exposición “Kyrie eleison” encontré cómo expresarla, y ha permitido entender mejor esta vertiente.
Kyrie eleison
Lograr capturar una imagen sacra es un reto, las obras son a petición de diversas personas y familias que me cuentan la historia por qué han elegido esa imagen, pero además a diferencia de otras muestras de arte sacro cada obra ha sido bendecida en el templo donde se le rinde culto a la imagen.
Crear estas piezas ha sido un ritual por la intención y el cariño de las familias. Cada santo tiene su metodología para pintarlo, cierta estructura matemática, antes se decía que para empezar cada cuadro religioso tenías que trazar una cruz y empezar con el rostro, que es la parte esencial, la corona y la vestimenta.
Cuando ya tienen en sus manos la obra y la colocan en un lugar especial, la vida de la obra comienza.
La investigación y recopilación histórica, paso fundamental para la creación de Cheni Velazco
La investigación es fundamental en mi trabajo por el maravilloso acervo histórico de México y Oaxaca, he necesitado adentrarme en muchos libros para poder replicar el estilo de pintura que se hacía hace muchos años, conocer el contexto histórico de las piezas, un estilismo muy marcado, gracias al legado que dejó Velásquez, José de Páez, Miguel Cabrera. En el rococó del barroco tardío en México, la pintura religiosa no la hacía un artista en específico, era el gremio, era anónima, pero no demeritaba calidad y trabajo.
El trabajo del artista no es un trabajo contemporáneo es un trabajo de siglos, por esto debe respetarse, no poner un plátano pegado a la pared.
A veces hay mucha matemática en las imágenes, eran imágenes proporcionadas, luz y sombra. El Señor de la Columna, por ejemplo, tiene mucha matemática, me dio un poco de miedo, ya que las imágenes de Cristo son muy dolorosas en contraste con las imágenes de María, donde el dolor es maternal, sentimental, humano, son menos impactantes. El Señor de la Columna fue mi primera petición durante la pandemia al surgir esta vertiente de mi trabajo.
Nunca he pintado sobre la obra de otro artista, he sido honesto y busco dignificar mi trabajo, por lo que he realizado todas las obras desde cero, mi primera imagen fue una Virgen de Juquila en 2018, después un estandarte para una Vela de Santo Domingo, un encargo de un día para otro, recuerdo que no dormí toda la noche para sacar adelante ese proyecto.
Cuando el fotógrafo Jorge Luis Plata y yo recorrimos la Galería Shinzaburo Takeda coincidimos en que las obras transmiten energía sagrada, tranquilidad y luminosidad.
Si bien soy católico, no ferviente. Para mi sorpresa las personas de la ciudad de Oaxaca y CDMX que admiraron la exposición; además de las familias a quienes pertenecen las obras, coinciden con las sensaciones que ustedes sintieron.
Es una satisfacción personal, no he trabajado el arte sacro, es difícil, requiere mucho compromiso, dedicación, es demandante o lo haces bien o ni lo intentes, hay imágenes que son muy celosas, hay que cuidar muchos aspectos y trabajar de la mano de la familia que platica la historia de cada imagen, lo que busca representar, y ahí empieza la reproducción a escala, el dibujo, el trazo en el bastidor y la pigmentación, la técnica del grisáceo, del verdaccio, por eso se logran esas calidades de la pintura novohispana y por ello trasmite ese recuerdo, esa paz, tranquilidad y fe.
Cuando inician su vida y son expuestas estas obras tienen su día, las dolorosas se han expuesto en altares donde se les rinde devoción, respeto, y eso nutre el arte, el canto, la oración, el copal, las flores, es un ritual, y ver todas las piezas juntas es algo maravilloso.
Coincidió con la parte personal de familias que perdieron algún familiar en la pandemia. La imagen de la Virgen de la Soledad es muy similar a un ex voto y en el texto de abajo hace referencia a la petición del resguardo de esa familia durante la pandemia del Covid-19.
Revalorar el arte sacro
En el arte religioso no se puede uno explayar mucho, no se puede reinterpretar, tienes que seguir una línea histórica, la idiosincrasia, el valor religioso que tiene este público no puede ser como el mexicanismo que toma elementos de la Guadalupana o como Jean Paul Gaultier quien toma elementos de la imagen dolorosa para una pasarela de moda, eso pasa al simbolismo religioso, no a lo sacro. Son símbolos que abundan en el catolicismo y que fue una forma de lograr la conversión, como la Danza de la Pluma para evangelizar, ahora, las Calendas tienen otro contexto fuera de su origen al rendir más culto a una pareja de extranjeros que a un santo patrón. En la Facultad de Bellas Artes se presenta la polémica en festivales de cortometrajes de cine independiente sobre la gentriculturización y me preguntaron a modo de burla ¿y esta exposición tiene que ver con este tema? Mi respuesta fue ¡claro! Por supuesto, las cofrades, las mujeres devotas que rezaban el santo rosario en el templo están aisladas, ¿qué mujer vive cerca del templo de Santo Domingo de Guzmán? La Procesión del Silencio y la Hermandad de Estandartes se ha ido modificando, ya que los devotos no viven cerca del templo.
No me considero un católico 100%, pero a través del arte que sé hacer muy bien y sin ninguna vergüenza, expreso mi fe.
¿Te sientes bendecido?
No, pero realizar estas obras me ha dado conocimiento porque he tenido comunicación con la parte eclesiástica, que me brinda conocimiento para continuar pintando y hacerlo con respeto, cariño y amor.
Es enriquecedor trabajar estas piezas, el primer curador es el sacerdote, exigente, demandante, duro, por ejemplo, cuando se presentó la obra de la Virgen de la Dolorosa en el templo del Carmen Alto, la examinaron de arriba abajo, pasaron la mano por el bastidor e hicieron la oración de vida y se colocó en el altar de Dolores.
Además de ser una imagen sagrada es arte y con la exposición busqué que veamos estas piezas por su belleza. Fray José ha sido directo con eso, las imágenes no son objetos mágicos, no son reliquias, ni objetos de devoción, son signos y representaciones que cultivan la fe, la afianzan, la nutren, no confundamos las cosas con imágenes en pulseritas, el rosario que nos colgamos sin saber rezarlo, la virgen en la espalda con texto, etc., hay que dignificar los símbolos de la grey católica que el mexicanismo usa.
Si pudieras platicar con alguno de estos pintores ¿quién sería?
Me hubiera gustado platicar con Rufino Tamayo y escuchar de viva voz sus vivencias. En pintura religiosa con Miguel Cabrera, oaxaqueño que realizó piezas icónicas.
¿Qué pintura te representa al inicio de tu carrera y ahora?
Una de las obras que más me ha representado personalmente fue la pintura Regocijo oaxaqueño, imagen de la Guelaguetza 2016, tiene 8 alebrijes en algarabía en fondo amarillo, tocan instrumentos musicales, me representa mucho porque fue idea de amigos, maestros, era estudiante todavía, y en este momento la Virgen de la Candelaria porque me tomé la libertad creativa con colores que no usan para esta imagen como el rosa y azul en el cortinaje, la base, el colorido del vestido, ya que usualmente la visten de blanco el 2 de febrero en la procesión de La Candelaria.
¿Cómo inició intervenir ropa y cerámica?
Por la necesidad de trabajo, en pandemia empecé a pintar sombreros, tenis, chamarras, intervine camisas. Mi mamá tiene una falda estilizada de china oaxaqueña que pinté, y ha surgido interés en otros y plasmo su idea.
Tres influencias en tu vida
Profesional, Rufino Tamayo, como pintor mexicano; musical, la historia y carrera de Lila Down y escritores, Miguel de Cervantes y Laura Esquivel.
¿Te consideras resiliente?
Más bien soy necio y terco, porque si sé que algo está bien hecho con fundamentos y puedo sacarlo adelante no acepto que me digan, no, insisto hasta lograr las cosas.
Nadie es profeta en su tierra, he podido germinar en otro lado, California ha adquirido mucho de mi obra plástica folclórica.
Proyectos para 2025
Mis alumnos, retomar otras vertientes de convocatorias donde me han pedido ser jurado como Dibuja tu riesgo, Campaña del Inegi y Protección Civil, participé con otros maestros y expertos de Puebla, Michoacán, Estado de México. Y explorar nuevos estilos, arriesgarme a otras temáticas religiosas y ver qué surge, no es lo mismo pintar imágenes gozosas que dolorosas, si puedo plasmar esto quizás hacer interpretaciones de algún pasaje bíblico.