Melinda SZABADOS-BÁNYAI*
JÁSZFÉNYSZARU, HUNGRÍA.- Érase una vez una madre que por sus circunstancias se sintió obligada a obtener el carnet de conducir. Obtener el carnet de conducir es un largo proceso cuyo primera parte culminó en un examen escrito de la parte teórica y enero debuté con ese examen aprobado, pero ahora sólo falta poner en práctica lo aprendido y tomar clases de conducir. Poner en marcha todo lo aprendido va ser el objetivo de la próxima etapa y espero tener buenos resultados.
Durante 6 meses, cada noche y cada minuto libre fue dedicado ha aprender. Me acostumbré ha encender mi lámpara y mi laptop cuando todos los demás apagaron los suyos para dedicarle horas y así alcanzar el objetivo de poder conducir.
Ahora, cuando ya no necesito aprender, mi actividad nocturna es otra más agradable: leer. Hacerlo es una manera de cargar mis baterías y al mismo tiempo de poder deconectarme. Uno de los objetivos personales para este año es precisamente leer y permitirme el lujo de poder viajar a través de la lectura a países o tiempos lejanos.
Cuando la vida parece muchas veces un camino a través de un desierto, uno está solo, está por cuenta propia; los amigos son pocos y los encuentros con ellos aún más raros, pero leer te puede transportar a un mundo mejor y te puede ofrecer mucha paz.
Debido al ritmo rápido de la vida cotidiana, necesitamos ofrecernos momentos para frenarla, necesitamos ofrecerle a nuestra mente que constantemente está siendo bombardeada con información momentos más tranquilos para permitir que nuestra imaginación se ponga en marcha.
Todo lo que te falte en la vida real, se puede encontrar en una lectura. Todo lo que te ayude a cargarte de energías positivas se puede localizar en las páginas de un libro. Los libros no son solamente un racimo de palabras o un cuento; son mucho más.
Los libros poseen poderes mágicos y nos pueden sostener, apoyar o guiar. Seguramente necesitamos más magia, más lectura y menos tiempo en las redes sociales. Al fin y al cabo, en los redes sociales lo que vemos son apariencias, un imagen de la perfección que no existe, pero que nos perturba si la dejamos entrar en nuestra mente.
La lectura es todo lo contrario, un mundo presentado, pero percibido de formas distintas según cada lector. Las interpretaciones pueden variar; nuestra alma y nuestra personalidad puede alimentarse de lo escrito de forma distinta.
Les deseo un año lleno de lectura y deseo que logramos encontrar en las páginas de los libros toda la amabilidad, bondad, generosidad y amor que carece de nuestras vidas.
*Master en escritura creativa, amante de la literatura, teatro y música. Madre de dos hijas.