La Cuesta de Enero sin duda será un inicio difícil por el generalizado panorama que no se vislumbra optimista ante la situación económica, social y política que permea.
¿Qué debemos hacer los mexicanos ante esto? Rescatar y promover la gran riqueza gastronómica, cultural, pero sobre todo espiritual, que tenemos.
En los últimos meses del 2016, una serie de eventos han despertado la voluntad de algunos sectores de la población para hacer visible el hartazgo social, la indignación hacia la creciente violencia, la molestia hacia la clase gobernante, pero, sobre todo, la indiferencia hacia lo que verdaderamente importa en México.
Nuestra actitud hacia lo irrelevante, a ser parte de eventos que sólo nos distraen de lo relevante -como los XV Años de Rubí, entre otros- y no ser igual de solidarios para apoyar a los afectados de la Explosión de Tultepec, por ejemplo, nos alejan más de lo realmente significativo: cambiar nuestra realidad.
Cada problemática en México plantea una oportunidad de mejora. Un tema reciente es el último gasolinazo a escasos días del fin de año. ¿Qué podemos hacer ante ello? Una opción es utilizar otros medios de transporte y, por tanto, exigir al gobierno que brinde las condiciones para que contar con transporte adecuado, seguro y moderno.
Por más complicado que sea el panorama, no podemos dejar las cosas pasar. No todo depende del gobierno, sino de nosotros como ciudadanos. Comencemos por cambiar nuestra actitud y dejemos de hacer todo aquello de lo que nos quejamos o hemos quejado.
Consumamos lo local para apoyar a los productores y a todas aquellas pequeñas y medianas empresas para fortalecer la economía del país. Hacer comunidad y fortalecer nuestros lazos como mexicanos harán un país diferente.
¡Les deseamos un Próspero 2017!