- Continúan jefes obligando a prestadores de servicios profesionales a cumplir horarios, acudir físicamente a las oficinas y a laborar en condiciones de subordinación.
Nora VILLEGAS*
CDMX. – Según la definición del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), un freelance es un trabajador independiente que no está en la nómina de la empresa y que presta sus servicios profesionales a uno o varios empleadores; al no tener un contrato de trabajo, los freelances asumen los riesgos que implica estar completamente desprotegidos por la ley.
Cierto es que esta modalidad de auto empleo o empleo independiente, no surgió de una decisión libre y personal de quienes la practican, ni por la generalización del uso de nuevas tecnologías, al contrario, surgió como una alternativa de sobrevivencia ante la precariedad laboral, las pocas oportunidades de empleo, la falta de interés por parte de los legisladores, las condiciones económicas que le implica a una empresa agrandar su nómina y el amplio beneficio que implica para un empleador tener trabajadores sin comprometerse con ellos.
Sin compromiso alguno con los prestadores de servicios profesionales, nos han querido convencer de la idea de que el auto empleo es el sello de las nuevas generaciones, la realidad es que, según cifras oficiales, por cada oficinista, hay tres trabajadores independientes sin seguro social, seguro médico, sin acceso a incapacidades de maternidad, ahorro para el retiro, accidentes de trabajo, desempleo, invalidez, cesantía que los cubra y proteja a él y a su familia, pago de utilidades, aguinaldo, derecho a vacaciones, etcétera.
A su llegada a la presidencia, una de las primeras cosas que revisó Andrés Manuel López Obrador, fueron las condiciones en las que laboraban los mexicanos subcontratados, y aunque la subcontratación no ofrece las mejores condiciones laborales del mercado, es mejor estar subcontratado (outsourcing), que estar en el total desamparo legal y tener únicamente la obligación de pagar impuestos sin ninguno de los derechos que prevé la ley para los prestadores independientes.
Para no engrosar los gastos y atender a la instrucción de austeridad gubernamental del presidente, las dependencias del gobierno federal han recurrido a justificar la contratación de prestadores de servicios profesionales con presupuestos emergentes y por supuesto, con sueldos miserables; además de obligar a los trabajadores a cumplir con horarios fijos, recibir órdenes de superiores y realizar las tareas en el lugar físico de adscripción, condiciones que hacen a este tipo de contratación, ilegal.
La administración pública federal está conformada por 312 dependencias en las que laboran más de un millón 600 mil personas, de las cuales, según datos del INEGI, el 68.4 por ciento es de base o sindicalizado; el 17.2 por ciento es de confianza y el 9.9 por ciento tiene contratos eventuales por honorarios, es decir, son freelance y cobran por la realización de un trabajo profesional que realizan de forma independiente.
Carlos trabaja por honorarios en una dependencia de gobierno y a la pregunta expresa de ¿conoces cuáles son tus derechos como prestador de servicios profesionales independiente? Contesta: “los conozco, soy abogado, sin embargo, si quiero mantener, aunque sea este empleo por honorarios, no debes exigirlos, ni siquiera puedes señalarlos porque ninguna dependencia renovaría un contrato temporal a alguien que exige sus derechos”, (risas).
Continúa Carlos: “ni siquiera por las condiciones sanitarias durante la pandemia, en esta dependencia (se refiere a donde él trabaja) respetaron la condición de ‘no subordinación’, registro de asistencia, de la que deberíamos haber gozado los prestadores de servicios profesionales.”.
Los contratos celebrados con prestadores de servicios profesionales se realizan unilateralmente, las cláusulas que se contemplan jamás son consensuadas con el personal a contratar; sin embargo, los empleados bajo este régimen, sí son obligados a presentar documentación fiscal, darse de alta en el sistema CompraNet como “proveedores” de servicios y al concluir los tiempos estipulados en dichos contratos, dependen de la autorización de presupuesto para el año fiscal siguiente, entre otras consideraciones que distan mucho de la calidad de sus servicios o necesidades de la dependencia.
Las personas contratadas bajo este régimen pueden exigir sus derechos, siempre y cuando puedan demostrar que existe una relación de subordinación con el empleador, si cuentan con un horario fijo, si reciben órdenes de un superior y si lo obligan a asistir físicamente a laborar (incluso en pandemia), “ni pensarlo, es meritocracia la que prevalece, porque uno aspira a que lo consideren y lo contraten de planta o de confianza al menos, los directores y titulares de las áreas administrativas acusan a las personas que se atrevieron a exigir esas mínimas condiciones de “abusadores, flojos, no les gusta trabajar, y simplemente ya no los vuelven a contratar”, afirma Carlos.
“Lejos nos encontramos los prestadores de servicios profesionales que laboramos en la Administración Pública Federal y Estatal, de la mirada del presidente Andrés Manuel López Obrador, él tiene una excesiva confianza en la gente de su gabinete, de todos expresa ‘es un hombre o una mujer íntegra, honorable, honrada…’, y no lo dudamos, pero la verdad es que en la práctica, las cosas siguen siendo manejadas por las mismas manos de siempre y para que la Secretaría del Trabajo y Previsión Social voltee a ver a los freelance falta mucho tiempo, porque tenerlos así, es mucho más conveniente para ellos.”, declara Carlos en entrevista.
Las bases ideológicas de la Cuarta Transformación están cimentadas en dos grandes pilares: los pobres y los trabajadores, somos nosotros quienes conformamos la mayoría, “El Pueblo”, el cambio de estructura debe comenzar precisamente con esa base, porque de otra forma nos conformamos únicamente con los discursos de buena voluntad y la realidad es que hace falta mucha más congruencia.
* Periodista egresada de la UNAM. Amplia experiencia en el campo laboral más por necesidad que por convicción. Amante apasionada de las causas perdidas, de las buenas historias, de la vida, la libertad y sus enjuagues. norvill_23@yahoo.com.mx