• Al comparecer ante senadores, el director general, Zoé Robledo, informó que el Instituto creció su capacidad hospitalaria y cuenta con 16 mil 118 camas para atender COVID-19.
• Anunció que a finales de año iniciará un programa piloto para asegurar a trabajadores independientes.

Durante la emergencia sanitaria, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) implementó acciones para ampliar su infraestructura hospitalaria, proteger al personal que atiende COVID-19 en la primera línea de batalla y desarrolló estrategias de apoyo a la economía de la gente, informó el director general, Maestro Zoé Robledo.

Durante su comparecencia ante Comisiones Unidas de Salud y Seguridad Social del Senado de la República, como parte de la Glosa del Segundo Informe de Gobierno, destacó que cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador lo nombró como director general del IMSS con un encargo claro: mejorar la calidad de la atención, hacer más cortos los tiempos de espera para una cirugía y fortalecer la medicina preventiva.

“Había que cambiar el rumbo: contratar más personal, formar más especialistas e invertir en infraestructura física. En este mismo Salón de Sesiones de la Comisión Permanente, hace un año hice el planteamiento de este problema, de este déficit estructural y presenté varias propuestas para hacerle frente”, detalló

Indicó que entre las principales estrategias está el Programa de Unidades Médicas de Tiempo Completo; la reasignación de dos mil millones de pesos para la compra de equipo e instrumental, la mayoría sin renovarse desde hacía diez años; aumentar el número de becas, que a 2021 pasará de siete mil 814 a ocho mil 300.

Por otra parte, Zoé Robledo afirmó que de las 56 obras de infraestructura recibidas en la pasada administración que tenían algún tipo de problema y sin claridad en los tiempos de conclusión, hoy 32 ya están operando y 12 están en proceso.

Refirió que enfocados en este proceso de transformación institucional, se conoció la noticia de un nuevo virus en China, “sabíamos que en un escenario de pandemia en México, el Seguro Social tenía que estar a la altura”.

Indicó que se volvió prioritario evitar la saturación hospitalaria que se veía en otros países y que la instrucción del titular de Ejecutivo Federal fue clara: nadie que lo requiriera se iba a quedar sin atención, una cama o un ventilador.

El director general del IMSS dijo que con ese propósito, se maximizó la capacidad de las unidades hospitalarias hasta llegar a 16 mil 118 camas, lo cual se logró con la reconversión de 184 hospitales del Régimen Ordinario y 80 Hospitales Rurales de IMSS-BIENESTAR para la atención COVID-19.

Además, se expandieron unidades nuevas sin fecha de inauguración, unidades temporales y se habilitaron camas en instalaciones no hospitalarias.

Zoé Robledo resaltó que fue clave la construcción de 11 unidades hospitalarias de 38 camas cada una que están en Culiacán, Sinaloa; Ciudad Obregón, Sonora; Mexicali, Baja California; Ciudad Juárez, Chihuahua; Tlalnepantla, Estado de México; Puebla; Villahermosa, Tabasco; Tuxtla Gutiérrez, Chiapas; Fresnillo, Zacatecas; San Luis Potosí, y Los Cabos, Baja California Sur, con un costo total de 187 millones de pesos y levantados en 80 días; además, se construye una más en Saltillo, Coahuila.

En este sentido, destacó que ayer en la reunión regional de acreditación sobre sistemas de salud resilientes, la Organización Mundial de la Salud reconoció que México ha sido el país de las Américas que ha hecho mayores esfuerzos en su proceso de reconversión hospitalaria.

En otro orden de ideas, comentó que para 2021 se aprobó en el Consejo Técnico el presupuesto más grande en la historia del IMSS en mantenimiento y conservación de unidades: seis mil 135 millones de pesos para iluminación, calefacción, aires acondicionados, calderas, impermeabilizaciones, sistemas de seguridad, elevadores, tomas murales de oxígeno y gases medicinales, cocinas, comedores, vestidores y residencias.

Refirió que para sustituir al personal del Instituto en resguardo domiciliario y paliar el déficit estructural, se contrataron a 30 mil 444 trabajadores por tiempo determinado a fin de atender la emergencia sanitaria, lo que ha permitido cubrir las plantillas de los hospitales de expansión y los turnos vespertinos, nocturnos y de fin de semana.

Afirmó que el mayor reto ha sido la protección de los trabajadores en la primera línea de batalla, para lo cual se tiene garantizada la distribución semanal de Equipos de Protección Personal (EPP) con 783 mil respiradores, 1.1 millones de cubrebocas, 159 mil goggles y caretas, 1.2 millones de pares de guantes y 1.2 millones de batas, entre otros.

Zoé Robledo reconoció al personal de salud del IMSS “que no ha parado, los que siguen ahí, los que se han contagiado y a los que han perdido la vida, manifestar nuestro agradecimiento hoy y siempre”, e hizo un llamado para que el Senado de la República les otorgue la medalla Belisario Domínguez.

Mencionó que en las próximas semanas el Instituto enfrentará semanas clave para continuar la atención de la pandemia por COVID-19, recuperar servicios para los derechohabientes y trabajar en el objetivo de mejorar la sobrevida de pacientes pediátricos oncológicos en coordinación con sus madres y padres.

Por otra parte, indicó que además de los servicios de salud, en el Instituto se realizaron diversas acciones en materia económica y de seguridad social, como el otorgamiento de 207 mil 118 créditos a personas trabajadoras del hogar, trabajadores independientes y empresas solidarias que no dieron de baja a su personal en el primer trimestre del año.

Zoé Robledo apuntó que junto con la Secretarías del Trabajo y Economía, se participó en el proceso de Nueva Normalidad y al día de hoy 118 mil 259 empresas han realizado su autoevaluación y comprobación en la plataforma IMSS de Nueva Normalidad para la reapertura de las actividades económicas, que impacta en 9.5 millones de trabajadores afiliados.

Indicó que en agosto presentó ante el Consejo Técnico del IMSS un programa piloto para trabajadores independientes que iniciará a finales de año y que permitirá su aseguramiento en el IMSS con prestaciones equivalentes a las que se otorgan a un trabajador tradicional, a través de los cinco seguros que contempla el régimen obligatorio.

“Ustedes fueron parte fundamental para lograr el plan piloto para las trabajadoras del hogar como sujetos de aseguramiento del régimen obligatorio. Justo ayer el Congreso publicó el reporte que enviamos de los resultados de la prueba piloto: al día de hoy contamos con 25 mil 368 personas afiliadas y 28 mil 865 beneficiarios registrados en las unidades médicas familiares”, dijo a las y los legisladores.

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