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Karla MARTÍNEZ DE AGUILAR

Fotografías: Jorge Luis Plata

Sin pelos en la lengua, franco, crítico de su propio andar en la pintura, Luis Acevedo y su esposa Margarita nos recibieron en su taller en San Pedro Ixtlahuaca entre pinceles, cuadros, juguetes de sus hijos conocí su historia de vida y creación.

Su abuelo Luis Acevedo Martínez fue la única persona que creyó en él como artista, en su natal Veracruz hacía piñatas, fue el primer artista que conoció impactado cómo creaba de la nada figuras, hacía cosas de artículos pegados en los cuadros, ahora entiende que se llama arte-objeto; de ahí su creatividad para sus creaciones y en honor y respeto firma sus obras como Luis Acevedo.

Preludio

El arte se presentó en mi camino de vida como les pasa a la mayoría de los artistas en la niñez, pero he de confesarte que volví a pintar porque necesitaba llevar dinero a la casa y en aquel entonces, uno de mis mentores fue Jesús Villafán quien no tomaba en serio mi trabajo porque pensaba que tomaba la pintura como un hobby. Fue a finales del 2012 cuando comencé a pintar profesionalmente y a entregarme de lleno a esta profesión y cuando decido pintar con mi propio estilo, el reto fue saber cuál era mi lugar en este medio. Pero tuve la asesoría de galeristas, corredores y curadores de arte, que hicieron que tomara un mejor rumbo para mis creaciones, con el tiempo la necesidad, la constancia, comencé a tener exposiciones y mi obra se hizo más famosa y empezaron a buscarme otras galerías, como hubo algunas que no creyeron en mi trabajo, pero hoy en día pude demostrar  con mi mismo trabajo que he sido del agrado de mucha gente, esto me ha dado el poder de decidir ahora con quien trabajo, lo que me llevó a tener mi taller de pintura donde también tengo un espacio de carpintería para tener los bastidores que quiera, de la medida que lo requiera rumbo a Arrazola y fue el reto que me hizo salir de mi zona de confort.

En este medio, la mayoría de los artistas nuevos no somos aceptados por los que tienen años; hay una idea errónea en la que se piensa que porque la mayoría tuvo que padecer para llegar a ser reconocido, los demás tienen que pasar por lo mismo.

¿Quién es Luis Acevedo?

Luis Acevedo es la suma de varias personas y de tantos golpes, pero al final, agradecido porque me gané mi lugar en este medio; como decía mi papá, “la fortuna es un tren que solamente se va a parar una vez” y yo supe aprovechar esa oportunidad.

Nunca pensé que fuera a tener el impacto que ahora tengo que, inclusive, a veces no contesto el teléfono porque estoy ocupado y siempre pongo mi trabajo por encima de todo.

Al inicio, empecé a a plasmar todo como yo lo entendía aunque me decían que debía igualar mi trabajo a lo que en la realidad era, pero si hacía eso, iba a dejar de ser yo. Cuando comencé a pintar payasos, el único que se me venía a la mente era uno con sombrero de como el del grupo Lacrimosa.

Después, comencé a meterle más color a mis personajes y me di cuenta que seguí un consejo que me dio mi mentor y gran amigo Héctor Hernández quien me decía que no tuviera miedo porque “en este negocio y en este ámbito, nunca sabes dónde va a saltar la liebre”. Con el tiempo entendí que no es que no supiera a dónde va a saltar la liebre, sino que no sabes de dónde va a salir, dónde va a cambiar el tema, en qué momento cambiará la intención inicial que tenías. “Este espacio está vacío, equilíbrame, dame fondo, estructúrame, dame volumen, cámbiame esos colores”. Empecé a ver todo eso y decidí dar el salto.

Y, algo que siempre he tenido muy claro es que no me traicionaré, si yo creara cosas que me pide alguien más y no lo que yo quiero plasmar. La ideas de mis cuadros me llegan en diversos momentos y por eso, en mi taller hay muchos cuadros sin terminar; por lo regular, pinto entre cuatro y cinco cuadros al mismo tiempo. El proceso de crear es como leer un libro donde tú vas haciendo la propia trama que te pone en suspenso y te consume, pero cuando la terminas, te sientes muy satisfecho. Eso es lo que me llena de pintar y mi esposa lo sabe porque no se deshumaniza el oficio.

¿Cómo puedes enfrentar el miedo a pintar?

¡Aventándote! no esperando el momento perfecto, se debe hacer estando triste, feliz, eufórico, enojado, frustrado, resentido, con flojera, con ánimos, con energía; solo necesitas empezar.

He estado pintando cuadros hasta por 6 años y aunque suene tonto, cuando llega el momento de saber cómo terminarlo, lo haces; tengo alrededor de 673 obras disponibles y muchas de ellas vienen de un libro que leí, de un artículo de un periódico, de algo que platiqué o de algo que me tiene inquieto.

La pintura me ha ayudado a plasmar todas las ideas que me dan vueltas derivadas de mi ansiedad crónica; también las escribo.

Me gustan los temas bíblicos, Heidegger, Sabines, el amor-desamor, el amor de los animales como el de los perros, ellos nos dan lo que ellos son y el ser humano busca encontrar lo que somos en el otro.

Antes tenía la mala costumbre de enamorarme de mis cuadros, los tenía colgados en mi casa y no los vendía, pero ya no; me decían que enamorarse de lo que uno pinta va en contra del negocio. Después me dio la locura de regalar los cuadros, pero me duró poco jaja.

Todos tenemos una perspectiva de lo que es una obra aunque sea totalmente divorciada de la perspectiva inicial del artista y creo que muchas personas que han venido al taller, se han enamorado de mi trabajo porque hemos concluido que la pintura busca transmitir y está chido encontrar personas con los mismos gustos. Detrás de todo esto que comenté, están todas las personas que me han apoyado, mis amigos, mi familia.

Tu vida ha sido romper con lo establecido, ir contracorriente.

Sí. Soy un un rebelde sin causa. La  persona a la que me he enfrentado, el adversario más grande y más fuerte de todos, soy yo mismo; sigue siendo y poco a poco he ido rompiendo muchos paradigmas infantiles, de la vida, los que te impone la sociedad, las experiencias buenas y malas.

Las experiencias buenas me han levantado la moral en momentos muy difíciles al recordar que no vale la pena estar en el mercado artístico si no me siento bien; a no desistir de continuar en el arte derivado de no querer que mi familia me viera como un fracasado porque no es así ya que ahora yo tengo mis propias cosas producto de mi trabajo.

Es complicado el proceso de no dejarte caer por las críticas de tu familia porque es muy doloroso, pero se puede cambiar ello a algo positivo que te impulse mucho más para no desistir. Y también es difícil ver cómo las personas que nos impulsan, son las que nos dejan, pero creo que si eso sucede, es porque buscan hacernos más fuertes. Eso lo viví cuando murieron mis abuelos quienes fueron mis padres desde los tres años, me formaron y marcaron mi vida, pero en especial la muerte de mi abuela quien tenía una enfermedad terminal, en ese momento me iba a Barcelona a una exposición y confiado que regresaría con euros para su tratamiento, lamentablemente muere antes de abordar el avión y no la acompañé en su final, pero ella me llevó al límite atender a una persona que ya no tenía ganas de vivir, que anhelaba la muerte y descubrí que era el estress y la ansiedad crónica.

A mi abuelo le gustaba y disfrutaba ir a la Guelaguetza al Cerro de El Fortín, el Día de Muertos, Navidad poner su nacimiento en el techo del negocio para que se viera, nos acostumbró ir a almorzar a los mercados, a las plazas de Etla, Zimatlán, Zaachila, conocer las comunidades foráneas que rodean el centro, también los Siete Barrios de la ciudad de Oaxaca, él me enseñó lo que debe ser un hombre y lo que no debe ser no solo con palabras sino con ejemplos, la gran de mi trabajo lo hice para saber si él esta orgulloso de mi.

Una persona que me marcó mucho la personalidad de mi maestro Héctor Hernández. Siempre quise ser como él, en él yo reflejaba la figura paterna que siempre quise tener y en la búsqueda de querer encontrar una personalidad dentro de él, encontré la mía como artista, como padre y esposo.

Siempre he buscado tomar lo mejor de las personas  y trabajar en mí sigue siendo un reto para ser mejor para mí y para los que me rodean; ello también lo apliqué en mi trabajo, porque pensaba que nada más era pintar y se acabó.

Octubre también marca un nuevo año de vida ¿Qué sigue para Luis Acevedo?

Tengo un proyecto con Laura Canseco propietaria del  Restaurante Los Pacos en la colonia Reforma para exponer en el para celebrar la vida,  platicar con la gente mientras echamos chela y mezcal, como si estuviéramos en mi taller.

Leyver Cruz de Oaxart Gallery es la única con la que estoy trabajando para exponer Realidades instrospección de quien soy.

He tenido otras invitaciones para exponer, pero por cuestiones de trabajo, no me da tiempo, y otras por eventualidades que suceden como cuando tuve un accidente con mi esposa que estaba esperando a mi hija o cuando ya no se concretó irme con Elena Iglesias a Londres.

Por lo anterior, le dije a mi esposa que mejor no iba a platicar nada de los planes que tenía hasta que se concreten.

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