Armando EBOLI ZAPATA
SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, CHIS.- La segunda presidencia de Donald Trump viene con mucho ímpetu y energía, lo quiere todo y está dispuesto a tomarlo, parece un viaje en el tiempo al S. XIX. El mundo ha empezado a temerle a Estados Unidos porque se ha vuelto impredecible, sobre todo, sus aliados, que ya no saben si lo son. Para Trump, sus primeros enemigos, han sido Canadá, México, Panamá o Dinamarca. No ha temido en mostrarse rudo con ellos y darles un trato poco digno. Los mercados temen, pero también lo azuzan, no saben cuándo habla en serio y cuando no, pero el capitalismo salvaje está de regreso.
¿Estará realmente dispuesto a tomar Groenlandia o el canal de Panamá por la fuerza? Probablemente esta bluffeando, pero una amenaza tan estridente obliga a los actores involucrados a sentarse y negociar. Cuando la potencia dominante habla o hace berrinche todos escuchan. A Groenlandia la está empujando deliberadamente a la independencia, hay un interés en sacar a Dinamarca de cualquier conversación, tanto de los asuntos del ártico, como de la explotación de recursos de la isla, siempre será más fácil negociar o presionar a un país de 50,000 habitantes que a los daneses.
¿Por qué amenazó primero a México y Canadá? Solemos pensar en Estados Unidos sólo como un actor global, pero olvidamos que sus votantes piensan en local, la guerra en Ucrania o los problemas de Gaza se ven menos que la violencia en México que empieza a extenderse a Estados Unidos, además de sus ya sabidos problemas de adicciones. En ese punto debe reconocerse que el gobierno de México ha sabido evitar las provocaciones de Trump, a quien tiene muy estudiado. Se sabe que Trump es duro son sus enemigos, pero aún más cruel con quién se rinde fácilmente. Sheinbaum ha evitado discursos grandilocuentes citando a Galeano, como lo hizo el presidente de Colombia, pero tampoco a ido a ponerse a sus servicios como lo hizo Justin Trudeau de Canadá; ha mantenido su sana distancia, pues la Cuarta Transformación ya sabe lo que es que Trump te deje en ridículo, se lo hizo a Andrés Manuel cuando unos días después de anunciada su política de puertas abiertas, se vio obligado a recular.
¿Es acaso Trump el presidente estadounidense que todos necesitábamos? A pesar de ser una persona que habla de más y ama el reflector, no podemos negar su eficacia para tratar los problemas, el asunto de la independencia groenlandesa parecía trabado hasta que Trump lo mencionó y ahora avanza con mucha rapidez, el alto al fuego entre Israel y Hamas parecía imposible, hasta que Trump amenazó con invadir Gaza y mágicamente, llegaron a un acuerdo, las amenazas de aranceles han hecho que México haga cumplir sus propias leyes migratorias que siempre han sido duras, pero nunca se cumplían, e incluso, muchos le dan el crédito de que sus amenazas han hecho que México se tomé en serio la lucha contra los cárteles de la droga.
Donald Trump no es sólo una bocanada de aire fresco, es un huracán que lo está tocando todo.
*Licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP) y pasante de la maestría de Periodismo Político por la Escuela de Periodismo Carlos Septién García. Interesado en relacionar arte con política. De gustos altermundistas pero acostumbrado a vivir en un mundo neoliberal.