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Karla MARTÍNEZ DE AGUILAR

Fotografías: Jorge Luis Plata

En una colina “La Lomita” en el municipio de Santa Cruz Xoxocotlán, Oaxaca, se encuentra el taller del artista Marcos Sánchez Avendaño. Al adentrarse a este espacio, se respira quietud, elemento necesario para la creación.

Marcos Sánchez de personalidad tranquila, reservada, amante de las plantas y la música, ha logrado a lo largo de casi 20 años, edificar una carrera artística que lo ha posicionado en el arte mexicano y oaxaqueño.

Los inicios

Deseé haber nacido en una familia de artesanos porque quería serlo, mas no fue así, sin embargo, desde pequeño me acerqué a todo lo relacionado con la artesanía. Durante mi muy temprana juventud, tuve la inquietud de manifestar mis ideas, el primer instrumento para lograr ese objetivo fue mi propio cuerpo y como lienzo mi ropa donde dibujé y escribí. Durante mi etapa de bachiller me inscribí a cursos de pintura, teatro y danza folclórica, recorrí galerías, bibliotecas y todo evento cultural que llegara a mis oídos.

Afortunadamente, por algún tiempo pude trabajar en un taller de hoja de lata y de talabartería. Descubrí la belleza de esta labor, su técnica y disciplina pero, este no era mi camino, la necesidad de expresar algo muy personal y de única creación me llevó a Las Artes Plásticas.

A los 18 años, ingresé a la escuela de Bellas Artes de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca dando inicio con mi formación profesional en la Instructoría en Artes Plásticas y Grabado. Sin duda, una gran influencia artística y de vida son el Maestro Shinzaburo Takeda, que acogía a sus alumnos como “sus hijitos”, nos motivaba y acompañaba en el proceso educativo; la Maestra Cynthia Martínez quien me brindó confianza y apoyo para darle rienda suelta a mi inquietud en el grabado; el maestro Hugo Vélez quien traía ideas muy frescas, nos transmitió teoría fundamental e ímpetu creativo en la pintura.

Continué mi preparación en el taller “Bambú” del maestro Abraham Torres donde, igualmente tuve un gran aprendizaje en el campo del grabado, además de la oportunidad de conocer directamente a los pintores que eran los actores de la vida cultural de Oaxaca.

Algo muy importante que quiero mencionar, es lo fundamental que fueron para mí y demás jóvenes, las instituciones que fundó el Maestro Francisco Toledo. Por ejemplo, el Cineclub El Pochote; El Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO); la Fonoteca Eduardo Mata; el Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo y el Centro de las Artes de San Agustín Etla. Lugares donde pasé un largo y fructífero tiempo de formación.

La inspiración

Oaxaca me inspira y eso se ve plasmado en mis obras; he vivido varias etapas creativas inducidas tal vez, por los momentos propios de la edad, del conocimiento y de las experiencias de vida. Practiqué diferentes abordajes plásticos y temáticos, académicos y experimentales a lo largo de estos años, proceso que me ha dejado técnicas y habilidades que aplico hoy día.

En el momento presente, puedo tratar de definir mi trabajo dentro de una estética naif y un simbolismo regido mayormente por conceptos personales. Mis obras tienen como fin manifestar el goce por la vida, construir paisajes intimistas, esbozar en trazos y colores los versos y canciones del folclore latinoamericano, mostrar en bodegones el rico fruto de la tierra y cada una de nuestras geografías culturales.

¿Qué busca transmitirle al espectador?

Mi intención es transmitir tranquilidad, amor, pasión, felicidad. Por ejemplo, que el cuadro sea una ventana hacia los recuerdos, la fiesta, la danza, música, la ensoñación, la exaltación de lo cotidiano. La tela es entonces para mí un escenario teatral, donde represento mi visión de la vida.

He sido afortunado en cuanto que la gente que ha conocido y adquirido mi trabajo, me recomienda y por ello ha crecido el público que me aprecia. Parte de esta difusión también se debe a las publicaciones donde he sido invitado a participar, a la promoción en redes sociales de las que me valgo para dar a conocer mi labor creativa y también a los espacios brindados por galerías como la Bernardini Art Gallery, Alkaro21 de Laura Agustín, Arte Relieve Galería de la señora Ofelia Rodríguez y La Barda de Adobe de la señora Liz Bernal.

¿Cuál sigue siendo el reto como artista?

Un objetivo puede ser trabajar en hacer más visible mi presencia en las actividades y espacios culturales de Oaxaca dado que, influye mucho mi personalidad reservada y mi labor por lo general transcurre en vida de taller y relación directa con el público. También es reto continuo la transformación de la obra, que la propuesta plástica evolucione, presentar una visión fresca o renovadora en cada época del crecimiento artístico.

 

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