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Alexandra MARTINEZ DE AGUILAR*

Hacer uso de las fuerzas armadas para apoyar a las policías civiles hasta el 2028 y que la Guardia Nacional (GN) dependa de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), es lo que el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, sigue buscando, aunque no haya contado con los votos en el Senado de la República para ello y la minuta se haya devuelto a las Comisiones Unidas de Estudios Legislativos Segunda y de Puntos Constitucionales del Senado que modifica la reforma constitucional en materia de Guardia Nacional.

Morena y sus aliados (PVEM, PT y PES) necesitaban al menos 86 votos a favor (mayoría calificada), pero solo consiguieron 76 de los 128 integrantes de la Cámara Alta.

Y a decir de Ricardo Monreal, presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), el debate en el Senado tuvo que centrarse en la modificación al artículo 5° transitorio constitucional y no el militarismo, como la oposición lo quiso hacer ver: “lo que estamos debatiendo es la prórroga que aún no se vence de marzo de 2024 a marzo de 2028, eso es todo”.

La llamada militarización de México en seguridad pública recibe ese nombre porque se busca entregar esta tarea al Ejército y nombrar mandos militares dentro de las instituciones civiles. Ello se contrapone al artículo 21 constitucional, el cual establece que “las instituciones de seguridad pública, incluyendo la Guardia Nacional, serán de carácter civil”, es decir, no militar.

¿Qué implicaría dicha aprobación? 

Que el secretario de Defensa, el General Luis Cresencio Sandoval, podrá disponer de las fuerzas armadas para elaborar programas, operativos y estrategias para prevenir delitos y proteger a la población del narcotráfico, corrupción y crimen organizado.

La justificación para que las fuerzas armadas desempeñen tareas de seguridad pública, se ha justificado en el hecho  que el Ejército y la Marina tienen la capacidad de enfrentar las actividades del narcotráfico y desarticular al crimen organizado.

Pese a ello, se ha visto que el papel de las fuerzas armadas en la lucha contra este cáncer social no ha mejorado la seguridad del país; sino por el contrario, que se hayan registrado diversos casos de violaciones a derechos humanos vinculándose parte de ellos al uso de la fuerza letal (tortura, desaparición y ejecución extrajudicial).

Como era de esperarse, políticos, organizaciones no gubernamentales y gran parte de la sociedad civil, se han mostrado en desacuerdo argumentando que puedan aumentar las violaciones a los derechos humanos, los índices de violencia; el debilitamiento de las instituciones de seguridad civiles; y que optar por esta opción podría ser la antesala para que este gobierno busque implementar un régimen autoritario que viole la libertad de los ciudadanos.

Sabemos que las fuerzas armadas se rigen por una disciplina en la que predomina una jerarquía vertical en la que se ejecutan las órdenes sin ser cuestionadas; el detalle es que sus reglas y formación distan de las normas democráticas en las que se busca que haya un debate de ideas, que se cuestionen propuestas y a los que nos gobiernan, que exista una división de poderes y que exista una jerarquía horizontal.

Su objetivo es velar por la seguridad nacional al proteger la soberanía de México ante cualquier tipo de amenaza del exterior, así como proteger el orden constitucional; y no mantener el orden público, salvaguardar la vida, el patrimonio y las amenazas que atenten contra las  libertades que tenemos, trabajo de los policías.

¿Qué sigue?

Morena buscará que en el nuevo texto que se redacte conserve la aprobación de la mayoría para así lograr conciliar con las bancadas opositoras y finalmente, esta iniciativa tenga luz verde.

¿Qué opciones hay antes que se apruebe esta reforma?

Profesionalizar y dotar de mejores prestaciones a los mandos policíacos; posibilidad de hacer carrera; rotación entre corporaciones; y promover ascensos por concurso, por mencionar algunas.

Sea cual sea el desenlace de esta propuesta, no creo que la militarización de la Guardia Nacional resolverá todos los problemas de seguridad como se vio desde el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa.

*Licenciada en Ciencias Políticas interesada en aprender continuamente de todo.

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