- Mtro. José María Villalobos Rodríguez
A consecuencia de dos años de pandemia COVID los precios internacionales de bienes y servicios ya habían subido por mayores costos logísticos derivados del cierre de fronteras originadas en restricciones sanitarias urbe et orbi.
Entre 2015-2020 los mayores incrementos de precios fueron en el mineral de hierro con 285.3%, madera 245%, níquel 98.7%, plata 88.0 %, aceite de palma 81.1%, oro 76.5%, zinc 76.4%, cobre 67.4%, soya en pasta 58.4% y arroz 49.3%. La invasión rusa a Ucrania ordenada por Vladimir Putin en marzo 2022 fue solo la cereza del pastel. La respuesta internacional fue contundente, dado que los avances en los circuitos globales de comercio y finanzas logrados en 30 años de las naciones de la ex Unión Soviética fueron hechos añicos en unos cuantos días.
La agresividad bélica rusa recuerda la de Adolfo Hitler. Masacra civiles e igual ataca hospitales, multifamiliares o barcos mercantes atracados en los puertos ucranios. La respuesta por el gobierno y empresas de Estados Unidos, Reino Unido y la Unión Europea se centra en afectar ingresos y patrimonio de Rusia y sus magnates (“oligarcas”). Mediante calculados ganchos al hígado financiero y comercial tratan de noquear a Putin.
Se retiran de Rusia más de 300 empresas multinacionales incluyendo bancos como Deutsche Bank o Citibank, comida rápida como Mc Donald’ s (en operación desde 1990) y los gigantes de internet como Facebook. Navieras y aerolíneas rusas son excluidas de usar puertos y aeropuertos en los países más prósperos del mundo. Solo las grandes farmacéuticas y fabricantes de aparatos médicos y para hospitales no lo han hecho.
Se presentan de inmediato reacomodos en lo que Rusia exportaba o importaba, además de dar lugar a una persecución cuasi policiaca y fiscal de millonarios y rusos principalmente en Londres y sitios de playa en España.
Embargar las reservas de oro de Rusia no es asunto menor. Después de 30 años de invertir en la industria, comercio y entretenimiento en los dominios, Putin es asunto serio, después de 30 años de apertura.
Los consorcios se están reacomodando para suplir los huecos que cubrían la oferta o demanda rusa. Canadá ya está en pláticas con Brasil -cuarto mercado mundial por volumen de compra- para abastecerle fosfato y potasa a su agricultura. Los compradores de maíz ruso – entre ellos México- ya buscan nuevos proveedores. Desde el primer día de la invasión la flota rusa bloqueó las rutas de tránsito a lo largo de la costa de Ucrania y se detuvo el tráfico de navíos mercantes. Las tarifas mundiales de porteo naval se elevaron a su mayor nivel en diez años y los pagos por seguros en zonas afectadas por el combate se incrementaron en 5%. Barcos graneleros fletados por Archer Danields Midland y Carghill han sido blanco de proyectiles rusos en puertos ucranianos.
En la región cercana al conflicto sufren más aquellos países más pobres y que dependen de importarlos como lo son Egipto, Turquía o Siria con una población agregada cercana a 240 millones de personas. Ellos tendrán que pagar más alto el trigo, India con 1,366.4 millones de habitantes deberá de buscar otro proveedor de aceite de girasol que reemplace a Ucrania.
Para la agricultura norteamericana esta puede ser una oportunidad de sustituir importaciones provenientes de Rusia o Ucrania -algo inexplicable por el costo de los fletes de más de 11 mil kilómetros por mar.
La situación bélica ya redujo el pronóstico de crecimiento para 2022 de la economía mundial y de México. Pero la ruta y prioridades del Gobierno Federal no se altera: dispendio en la revocación del mandato, proyectos consentidos de apoyos sociales al por mayor, más Ruta Maya, refinerías, aeropuerto Felipe Ángeles y FFCC Transístmico.
Si no se aumenta la gasolina (importada o producida por PEMEX) la Federación tendrá que otorgar un costoso subsidio regresivo a los propietarios de 45 millones de vehículos particulares. Este costo puede ir desde 5 a 8 pesos por litro.
Con un precio cercano a 13 pesos por litro de petróleo crudo de exportación el reducir o no aumentar su plataforma de exportación le va a provocar un alto costo de oportunidad que nace de la incertidumbre mundial.
Estados Unidos ya anunció que para bajar los precios el crudo va a liberar su reserva estratégica, dado que los productores vía el fracking no están listos para hacer crecer su oferta. Hasta Venezuela se puede beneficiar de esta coyuntura donde Arabia Saudita está de acuerdo.
Generando en las mañaneras cortinas de humo -que no aportan a un México de luto mermado por la crisis económica de dos años de pandemia, el Presidente es incapaz de hacer un alto en el camino y enmendar pese al descalabro electoral en la Ciudad de México en 2021. Están fracasando sus promesas de mejorar la seguridad, incrementar la calidad del medio ambiente y traer prosperidad para las familias más necesitadas, está fracasando.
El titular del Ejecutivo no deja de sorprender con su hiperactividad y facilidad para crearse enemigos a diario, sin ton ni son. Nos están saliendo muy caros a los mexicanos el desgaste en la confianza ganado a pulso por el Presidente de la República con gobiernos extranjeros, empresarios, medios de comunicación y los periodistas, clase media, gobiernos locales, con soslayar los compromisos firmados en derechos humanos, tratados comerciales y de inversión y cuidado del medio ambiente. No tarda que nos pasen la factura Canadá, Estados Unidos y la Unión Europea, quienes con su inversión directa o comercio sostienen a la economía de las familias mexicanas -en especial de clase media.
Andar de busca pleitos estériles fue una de las especialidades del ahora centenario Luis Echeverría Álvarez y todo indica que tendremos la misma situación. Este gobierno castiga a quien emprende, además, hace uso faccioso de la justicia y premia a quien cambia su voto por un apoyo federal.
La única seguridad que si le preocupa y ocupa es la de sus familiares cercanos. Penoso, lamentable. Con el exterior: quien siembra vientos, recoge tempestades.