DETRÁS DE LA NOTICIA Alfredo MARTÍNEZ DE AGUILAR
Egoísmo, celos, mezquindad, protagonismo sectario y silencio cómplice de las mujeres, fortalece y agrava la impunidad ante la brutal violencia en su contra
- GESMujer revela que de los 50 feminicidios en 2025, el 27 por ciento ocurrieron en la región del Istmo de Tehuantepec, de donde era originaria Yarahi, y la más violenta para las mujeres oaxaqueñas.
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Con todo y su mayor inteligencia al utilizar permanentemente los dos hemisferios cerebrales, a diferencia de los hombres, la mayoría de las mujeres son incapaces de unirse para defenderse entre sí.
El artero asesinato a balazos de Yarahi García, una joven madre de 27 años de edad, en Juchitán, debe obligar a pueblo y gobierno a reflexionar sobre el infierno que viven las mujeres oaxaqueñas.
Con su muerte suman 50 oaxaqueñas que han sido asesinadas de forma violenta en lo que va de este año 2025, de acuerdo a las estadísticas del Grupo de Estudio sobre la Mujer (GESMujer).
GESMujer revela que de estos 50 feminicidios, el 27 por ciento ocurrieron en la región del Istmo de Tehuantepec, de donde era originaria Yarahi y la más violenta para las mujeres oaxaqueñas.
Cada día es más brutal la violencia que a todas horas viven las mujeres en todos los sectores sociales, violencia económica, psicológica y emocional, hasta las agresiones físicas y asesinatos.
Ninguna mujer escapa a este infierno. No importa su edad, nivel socioeconómico, formación profesional. Abuelas, madres, hermanas, primas, sobrinas, compañeras de vida, hijas y nietas.
De ahí la trascendente labor del Grupo de Apoyo a las Mujeres Contra la Violencia “Refugio de Paz“ del Movimiento Social Ciudadano Unidos X Oaxaca y X México, que coordina la Dra. Diana Gabriela Noverola Escobedo.
Indispensable es preguntar por qué si las mujeres son más inteligentes que la mayoría de los hombres y son la mayoría de la población no logran evitar la brutal violencia diaria en su contra.
A riesgo de que las feministas radicales, que ven a los hombres como enemigos a muerte, quieran quemarme en leña verde, por supervivencia de las mujeres es imperioso poner el dedo en la llaga.
A nuestro juicio, el egoísmo, los celos, la mezquindad, el protagonismo sectario y el silencio cómplice de las mujeres, fortalece y agrava la impunidad ante la brutal violencia en su contra.
Con todo y su mayor inteligencia al usar los dos hemisferios cerebrales, a diferencia de la mayoría de los hombres, la mayoría de las mujeres son incapaces de unirse para defenderse entre sí.
No se trata de alcanzar la idílica unidad a toda prueba, sino la simple unión por conveniencia e interés personal para defender su vida, su integridad física, su libertad y ante todo sus derechos.
Entendible, jamás justificable, a la luz de las grandezas y miserias de la condición humana, sujeta a las pasiones, a las ambiciones por el poder y el dinero, a las adicciones y a las perversiones.
A los hombres se facilita la unión y después arribar a la unidad, por prácticos y pragmáticos, objetivos y realistas, lo que les lleva fácilmente a hacerse cómplices en la amistad y los negocios.
Los hombres tenemos mucho que aprender de las mujeres, madres y maestras de la vida y la historia, sin embargo, ellas debieran aprender de los hombres a unirse y apoyarse para sobrevivir.
alfredo_daguilar@hotmail.com director@revista-mujeres.com @efektoaguila