Editorial Octubre.

La Familia Martínez de Aguilar Velásquez, le brinda un sentido pésame al Arquitecto Mario Bustillo y a su familia, por la pérdida de sus padres Don Mario y Doña Yolanda, que Dios le brinde la fortaleza y fe para sobrellevar estos momentos difíciles.

Felicidades al Diseñador Armando Mafud, por la inauguración de su Boutique en la Ciudad de Oaxaca ¡Enhorabuena!

Las intensas lluvias en diversos estados del país causaron grandes estragos, no sólo en las zonas más pobres del país, hundiendo en la pobreza a los más pobres, sino también esta vez la naturaleza hizo sentir su fuerza y poder, ya que también se vieron afectadas zonas privilegiadas, mostrándonos que nadie está exento de las tragedias.

Desde el Huracán Paulina en 2006 no se habían registrado tantas pérdidas humanas y daños materiales, muchos pueblos aún sufrían los estragos que dejó a su paso ese fenómeno natural, no se recuperaban del todo y nuevamente tienen que comenzar de cero.

Los desastres naturales evidencian las fallas que los gobiernos tienen al no contar primeramente con planes que regulen los asentamientos humanos en zonas con alto riesgo de sufrir algún desastre, también son copartícipes las empresas o personas que vende los terrenos, y la falta y capacidad para prevenir y solucionar las demandas de la población afectada, a pesar de contar con planes de contingencia, muchos de ellos no están actualizados y no cuentan con el equipo necesario para las labores de rescate.

Han pasado algunos días después del paso de los huracanes, Manuel e Ingrid; pero la ausencia de la presencia del gobierno y ayuda aún siguen presentes. No sólo es el hambre lo que padecen miles de mexicanos, es la desolación, la tristeza de ver nuevamente sus sueños rotos al inundarse los campos de siembra, ver todos sus esfuerzos convertidos en escombros, incomunicados porque las carreteras ya no existen, un panorama desolador al que se enfrentan miles de mexicanos ¿y el gobierno dónde está?

Compartir