Muchas felicidades a Jeanette Benfield Monteagudo y Juan Pedro Quintana Cancino por su Aniversario 27 de matrimonio, que sigan construyendo una hermosa familia.
Felicidades a Rocío Hernández y Carlos Velásquez Chagoya, a sus familias y amigos, por el Bautizo de su hija Daniela, que la luz de Dios guíe su camino.
El 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer, pareciera otro 10 de mayo disfrazado, por las calles se ven los ramos de rosas, globos, regalos de diversa índole, pasando por las mañanitas y serenatas. La invitación a un desayuno, comida o cena o recibir algún obsequio no cambiará la desigualdad que existen y que viven día con día las niñas y mujeres en el mundo. La búsqueda de equidad, justicia, paz y desarrollo del género femenino va más allá de una felicitación.
Han pasado más de 90 años en que se conmemora, que no celebración, esta fecha y aún seguimos sin entender las propias mujeres de qué se trata. Pareciera que todo se reduce a la lucha de todas contra todas.
En el ámbito laboral, cuando nos toca realizar cualquier trámite, compra o solicitud de servicio el trato que recibimos de la secretaria, recepcionista, etc., es totalmente diferente hacia un hombre que hacia una mujer (y es lo menos). Además, el tema de la maternidad y el derecho a la lactancia en oficinas y dependencias, es un tema incómodo.
En el ámbito social, entre mujeres los cuestionamientos en torno al matrimonio y los hijos nunca terminan y cuando se está casada y/o con hijos y se sufre algún tipo de maltrato, sigue vigente la idea equivocada de agachar la cabeza y aguantar (por aquello de las apariencias).
En el ámbito empresarial y político, cuántas mujeres conoce que dirijan empresas, qué sean presidentas municipales, gobernadoras o presidentas de la república… en el mundo la minoría. Aplaudimos cuando vemos estos hechos históricos en otra parte del mundo, pero en nuestra realidad no queremos que una mujer éste por encima de nosotras.
Los estereotipos, el sexismo, el acoso, el machismo, la misoginia, la violencia que lleva hasta la muerte, sigue presente en nuestros pueblos y ciudades, mientras esta historia continúe, recordemos el 8 de marzo como un pendiente que mujeres y hombres tenemos.