Editorial Enero 2015.
Felicidades a Friederike Schaefer Wildenberg y a Edgardo Aguilar Escobar, y a sus familias por la llegada de su bebé, que complementa el amor que se tienen.
Felicidades a Daniela del Real y a Raúl Morales Pascual, y a sus familias por la llegada de su hijo Cristóbal, que Dios los bendiga.
Iniciamos un nuevo año, el cual esperamos todos los mexicanos sea mucho mejor, que el tiempo que pasamos con nuestras familias y seres queridos nos haya hecho revalorar y agradecer las bendiciones con las que contamos día a día.
Sin duda, 2014 fue un año difícil en muchos sentidos, pero no desaprovechemos las enseñanzas que nos dejó y saquemos lo mejor de éstas.
Que el despertar social en el pueblo mexicano continúe a lo largo de los próximos 12 meses, para que sea el comienzo del cambio del que todos debemos ser parte, ya que México está en un punto crítico y en cada uno de nosotros está parte de la solución.
Si no estamos de acuerdo con la corrupción, el cinismo, la violencia, la impunidad y los abusos de los funcionarios públicos, no olvidemos que los ciudadanos no estamos exentos de estos males, y no cerremos los ojos ante cualquier acción que vaya en contra del México que queremos.
Un ejemplo de que sí se pueden cambiar las cosas que no han resultado del todo bien, a través de la voluntad social y política en el caso de Oaxaca es que los oaxaqueños pudimos disfrutar del zócalo, limpio, radiante, rodeado de los árboles que son testimonio del Oaxaca anhelado y que debe de conservarse así todos los años. Que nuestro propósito para este nuevo año, sea ser más participativos como ciudadanos y acabar con la apatía social.