Ángel OSORIO*
Es el martes previo al Miércoles de Ceniza, es martes de carnaval. Estamos en Zaachila. Todo comienza en el Barrio del Niño. Los danzantes de la pluma bailan frente al templo en señal de respeto, se tiene que pedir permiso.
Los diablos se van juntando, son hombres jóvenes, muchachos que han esperado este momento por mucho tiempo. Es hora de salir con rumbo al centro de la población. En este desfile con decenas de diablos, con la banda al frente y los danzantes flanqueando, se alcanzan a ver las liras por encima de las cabezas. Las liras son una especie de estandarte, con pañuelos bordados, adornos y quizás un obsequio que algunos de los diablos llevan para obsequiar a la chica que les gusta o a su novia. Antes, me cuentan, que una chica recibiera una lira por parte de un diablo era señal de que aceptaba casarse con él.
El centro es un hervidero de diablos. Llegan de todos los barrios, con sus cuernos bien puestos, sus mascadas y una especie de alas pegadas a sus mangas. Unas largas melenas están amarradas y un pequeño tocado tricolor de plumas, recordándonos ese arte que es tan propio de esta tierra, donde se hacen esos penachos espectaculares de los danzantes.
Algunos llevan una toronja con varios huevos decorados ensartados, esos huevos llevan harina para hacer “maldades”, romperlo en la cabeza de alguien que se descuide, el ambiente es de fiesta. A cambio de la “maldad”, el diablo puede obsequiar una palomita o un huevo decorado a su “víctima.
Ya es hora, las campanas y cencerros suenan, de pronto, salen corriendo, se van a recorrer diversas calles por los barrios de la población, salen como almas poseídas, van eufóricos, corriendo con el impulso de sus años, sonriendo porque son el centro del mundo, al menos entonces, al menos ahí.
En las calles el ambiente es de alegría, ahí van los niños haciendo travesuras, rompiendo huevos a los distraídos, jugando, disfrutando su martes de carnaval, donde se es libre, donde se pueden transgredir límites que otros días no se permiten, donde los diablos son felices.
Brújula
Zaachila es una población a media hora de distancia de la capital oaxaqueña. Se toma la salida a Xoxo y se continúa adelante. Pasando San Raymundo Jalpan, estarás llegando ya a Zaachila.
*Comunicólogo. Viajero que comparte su sorpresa y emoción por conocer los rincones de Oaxaca. Promoción y difusión del ecoturismo en Oaxaca. @senderosoax