• Por Alfredo Martínez de Aguilar.

* A contracorriente de la opinión generalizada, la historia de vida de Pepe y Alejandro Murat lleva a la conclusión que la división, renuncias y purgas en Morena, benefician la candidatura presidencial del saliente gobernador de Oaxaca y sus posibilidades de triunfo.

* Especialmente lo detonará la salida de Ricardo Monreal de Morena y la ruptura con el presidente Andrés Manuel López Obrador. Su renuncia al PRI benefició con la gobernación de Oaxaca a Pepe, hoy beneficiará la candidatura presidencial de Alejandro.

 

El éxito no es producto del azar, ni se da por caso fortuito o generación espontánea, menos por la buena o mala suerte, porque esta no existe, sino de las circunstancias que se crean y modifican.

 

Tampoco es solo resultado automático de la definición de un proyecto de vida, sino del esfuerzo por hacerlo realidad y en gran medida de saber leer las condiciones y circunstancias por venir.

 

No es magia, sino, por el contrario, ciencia política aplicada, con visión y sensibilidad de futuro, a través de ejercicios de creación de escenarios políticos futuros, de manera práctica y pragmática.

 

A querer o no, guste o no, esta es la mayor ventaja, fortaleza y mérito de Pepe y Alejandro Murat, tener definido un proyecto de vida personal y familiar, a corto, mediano y largo plazo.

 

No solo saben quiénes son y que quieren, sino que ante todo saben cómo conseguirlo. Capitalizan las flaquezas y miserias humanas, a partir de saber que todos los seres humanos tienen un precio.

 

A lo largo de más medio siglo, Pepe, primero, y después Alejandro han construido amplias redes de relaciones nacionales e internacionales, políticas y de negocios más que meramente afectivas.

A contracorriente de la opinión de muchos su historia de vida, nos lleva a la conclusión que la división, renuncias y purgas en Morena, benefician la candidatura presidencial de Murat.

 

De manera especial lo detonará la inminente salida de Morena y la consecuente ruptura con el presidente Andrés Manuel López Obrador, del senador Ricardo Monreal Ávila y sus seguidores.

 

Hace 24 años, la renuncia al PRI de Ricardo Monreal Ávila benefició con la candidatura y gobernación de Oaxaca a Pepe Murat, hoy beneficiará la candidatura presidencial de Alejandro.

 

El inocultable “cochinero” de las elecciones internas de Morena confirma al presidente López Obrador que necesita buscar una alternativa en el candidato presidencial en la elección de 2024.

 

Las elecciones internas al Congreso Nacional de Morena enfrentaron a los puros, duros y ultras, como el estratega mediático de AMLO, Epigmenio Ibarra, con el judío John Mill Ackerman Rose

 

Adán Augusto López Hernández, secretario de Gobernación, dejó fuera del Congreso Nacional del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) ala judía renegada Claudia Sheinbaum.

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Al igual que Sheinbaum el canciller Marcelo Ebrard participó en la elección interna, únicamente emitiendo su voto, no se registraron para ser electos congresistas y consejeros nacionales.

 

La opción del presidente Andrés Manuel López Obrador es Alejandro Murat, quien le ha dado suficientes muestras de lealtad al defender, por ejemplo, la indefendible reforma eléctrica.

 

Con el Modelo Oaxaca, Murat emprendió la cruzada nacional por el fortalecimiento del Pacto Federal frente a los intentos de balcanización de los gobernadores del norte, asunto no menor.

 

Uno y otro, Pepe y Alejandro, son concertadores de voluntades priistas y morenistas para dar viabilidad a proyectos prioritarios del gobierno de la llamada Cuarta Transformación.

 

La candidatura presidencial de Alejandro Murat por el PRI para 2024 es muy bien vista en Palacio Nacional, toda vez que fortalecerá al PRIMOR que tanto ha presumido López Obrador en Oaxaca.

 

A la vista de todos están las 30 visitas presidenciales a la Gran Señora del Sur, no solo por razones afectivas, sino ante todo por razones geopolíticas estratégicas en el Corredor Interoceánico.

 

Echeverrista, Pepe Murat se fortaleció después que el presidente recibió una pedrada en la visita que realizó a Ciudad Universitaria en la Universidad Nacional Autónoma de México.

 

La estrecha y entrañable relación entre Pepe Murat y su compadre Jesús Ortega permitió al líder moral del PRD que Los Chuchos sean lo que son al evitar que AMLO se apoderara del partido.

 

Pepe y Alejandro invierten en construir la fortaleza de su proyecto de vida con visión de futuro. La relación con Los Chuchos permitió que los sentara en el Pacto por México con Enrique Peña Nieto.

 

Al margen de sus deslices pugilísticos internacionales, desde la Internacional Socialista, Pepe se hizo amigo personal, nada menos que de Willy Brand, de Francois Miterrand y de Felipe González.

 

Independientemente de filias y fobias, se puede o no estar de acuerdo con Pepe más que con Alejandro, pero lo cierto es que han sabido construir su creciente arribo al poder nacional.

 

Pepe ha sido mecenas de varios actores políticos, becó a Alito Moreno, a Enrique Ochoa Reza y a Armando Ríos Piter, cuando Alejandro hizo la maestría en la Universidad de Columbia, Nueva York.

alfredo_daguilar@hotmail.com

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@efektoaguila

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