Jennifer JIMÉNEZ*
Hace unos días escuché una frase muy interesante que explica perfectamente la ya reconocida premisa de “no te lo tomes personal”. Y decía: “Si vas por la calle y avientan mierda ¿abrirías la boca? No lo harías. Sucede lo mismo con todas aquellas cosas que no nos pertenecen pero que elegimos adoptarlas, abrigarlas o integrarlas a nuestra vida. Hoy te vengo a proponer que saques tu ticket de compra y hagas la devolución de lo que no es tuyo, lo que no te pertenece, y de ahora en adelante aprendas a tener la boca cerrada cuando la mierda vuele por los cielos.
Las acciones o comentarios de terceros son de ellos, son sus proyecciones, es lo que llevan dentro. Con esto no quiero decir que cada palabra que puedan llegar a expresarte sea lasciva, algunas sí tendrán la intensión de causar un daño, algunas otras solo serán informativas o peticiones. Nuestro trabajo es saber identificar cuando la comunicación de una persona o sus acciones nos indican una propuesta para hacernos sentir mal, menos o culpables. Habrá otras veces que esas propuestas sean simplemente miedos inconscientes de la otra parte que intenta proyectarlas en nosotros.
Sea cual sea la intensión, siempre debemos permanecer con la boca cerrada para que no entre ya saben que. Existirán en nuestro camino también, algunas almas que nos aporten sus consejos sabios, y si ese consejo nos va ayudar a desarrollar una comprensión de nosotros mismos mas sana o de valor, entonces vale la pena permitir que esas palabras nos iluminen el camino.
¿Y cómo saber cuando los comentarios o acciones de los demás están entrando con todo nuestro consentimiento? Cuando una persona se enoja “contigo” no es así, se enoja porque una parte de ella no puede controlar la situación, no consigue de ti lo que esperaba, quiere llenar algún vació con tus acciones, espera que hagas ciertas cosas que le mantenga dormidas esas heridas internas que todos tenemos, o bien te culpa por haber despertado sus inseguridades. Hay una diferencia muy grande entre comunicar un límite o expresar un sentimiento, a usar todas las armas para responsabilizar a otros de lo no trabajado internamente.
Esto es un ejemplo, lo mismo ocurre cuando tratan de inyectarte sus miedos, sus dudas, sus limitantes o sus envidias. Tienes que entender que todo esto es de esa persona, no es tuyo, no te corresponde. Actuén como actúen, si esas acciones provocaron un sentimiento pobre, de baja frecuencia en ti, entonces has adoptado algo que no te pertenece. Pero como siempre lo he dicho, a todo se le ve el lado bueno, y si ya te diste cuenta que te has apropiado de algo ajeno, entonces ahora te toca preguntarte ¿Qué se esconde tras estas palabras o acciones que me hicieron sentir así? Porque ya ahora no se trata de la otra persona, ahora se trata de ti.
Cada cosa que nos ocurre, es una preciosa oportunidad de voltear a ver el interior. Coloca las cosas en el sitio que le corresponden. Recuerda siempre que tendrás dos opciones, hacer la devolución de eso que acabas de comprar haciendo un análisis profundo del porqué lo compraste, tal vez encuentres que tu falta de autoestima, valoración, fe en ti te llevaron a abrir la boca. O aceptar sin rechistar algo que no es tuyo con el entendimiento que tarde que temprano te pasará factura.
*Escritora e instructora de meditación. Apasionada por los temas espirituales y de superación personal. He tomado diferentes estudios, diplomados y cursos que me han llevado a conocer y compartir lo que aprendo y experimento sobre el poder de nuestra mente y espíritu.
Instagram: meditaconmigomx
Página web: www.meditaconmigo.mx