Compartir

Armando EBOLI*

AJIJIC, JALISCO.- Usualmente las reformas electorales son pedidas por un partido político perdedor, que dejando de lado la autocrítica, lee su derrota como una “injusta” falla del sistema que, deliberadamente o no, le ha afectado en su resultado electoral. Es raro que sea un partido en el poder, que además de tener la presidencia es mayoría en ambas cámaras, el que pida una reforma electoral. Levanta rechazo porque MORENA, ya de por si un partido abrumadoramente poderoso, podría acumular todavía más poder. El gobierno resume la reforma en 9 puntos para nuestro análisis y ponderación.

  • No desaparece el INE, cambia de nombre a INEC (Instituto Nacional Electoral y Consultas) y permanece autónomo

Más allá del nombre, el primer punto es para acallar las voces que temen la desaparición o pérdida de autonomía del instituto y para recordarnos que fue AMLO quien ha inaugurado la nueva época de las consultas ciudadanas.

  • Reduce el número de diputados de 500 a 300y de senadores de 128 a 96

La más aclamada de las propuestas, porque no hay nada más popular que reducir el número de políticos, se eliminan las 5 circunscripciones, se elegirían por 32 listas, una por cada estado, y desaparecerían los distritos uninominales. Le daría más poder, pero también responsabilidades, a los partidos a nivel local.

  • Los consejeros del INECy magistrados TEPJF serán propuestos por los tres poderes de la Unión y elegidos por medio de voto popular en elecciones abiertas 

Existen muchos riesgos, y es el punto que más desconfianza genera, si el gobierno aceptara negociar la reforma, será la primera a la que renunciaría. En un país donde el dinero ilegal corre a montones, poner en campaña electoral a los consejeros es inyectarle una inestabilidad innecesaria al sistema.

  • Recorta el número de consejeros del INEC de 11 a 7
  • Financiamiento público a partidos políticos solo para campañas electorales 

Que vivimos en una de las democracias más caras del mundo no es mentira, pero tampoco lo es que casi todo el presupuesto se va en los partidos políticos y que estos se las han arreglado para, pese a todas las acusaciones de enriquecimiento, evitar la reducción de su presupuesto a pesar de las constantes promesas de hacerlo.

  • Plantea una reducción a 30 minutos diarios de propaganda política en radio y televisión 
  • Disminuye la participación en una consulta popular de 40 a 33 por ciento para que sea vinculante

Si algo han demostrado las consultas ciudadanas que se han realizado, es que el pedir un porcentaje tan alto para ser vinculante, desmotiva bastante al votante, una reducción impulsaría las consultas.

  • Elimina los órganos electorales locales

Aunque le quita autonomía a los estados, socavando la idea de Federación, aquí AMLO confirma que el actual INE tiene mayor credibilidad que a los institutos electorales locales, a pesar de haberlo golpeteado todo el sexenio.

  • Implementa el voto electrónico 

Países como Brasil o Venezuela usan el voto electrónico y, ningún observador, incluso la oposición de dichos países, que se presumen víctimas de fraude, señalan, al voto electrónico como culpable, nuestra triste “caída del sistema” en el 88, nos ha creado una cultura de desconfianza al voto electrónico, no sé si sea un partido en cuyas filas ahora está Manuel Barlett, autor supuesto de esa “caída del sistema” quién de la mayor confianza para proponerlo.

En general parece una buena reforma que nos da todo que hemos pedido por años, Sin embargo, los puntos 2, 3 y 8, pueden cambiar nuestro sistema político radicalmente y como dicen por ahí, el diablo está en los detalles y es en donde debemos poner toda nuestra atención.

 

*Licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP) y pasante de la maestría de Periodismo Político por la Escuela de Periodismo Carlos Septién García. Interesado en relacionar arte con política. De gustos altermundistas pero acostumbrado a vivir en un mundo neoliberal. exxebo@hotmail.com

Compartir