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Ana Edith ORTIZ*

Continuando con los aportes realizados por nuestras dignas antecesoras feministas, les contaba que, desde las sufragistas hasta el día de hoy, las mujeres hemos reivindicado nuestros derechos y hemos exigido una equidad en nuestra situación jurídica con respecto a la de los hombres, los derechos políticos y sociales, fueron la primera razón para comenzar a levantar la voz, dentro de ellos, el derecho al voto y el derecho al reconocimiento de una ciudadanía fueron esenciales; entonces, he ahí el origen del nombre de este primer movimiento: Las Sufragistas Olympe de Gouges y Mary Wollstonecraft, fueron las destacadas en este tiempo.

Después, el papel de la mujer en la familia y en el trabajo comenzó a ser cuestionado, los roles de género se visibilizaron a todo lo que da porque los hombres eran quienes desempeñaban un rol productivo dentro de la sociedad mientras que las mujeres … las mujeres, eran reducidas solamente a un rol reproductivo y de cuidados, por eso, entre mil novecientos cincuenta y mil novecientos ochenta, se comenzaron a polemizar los roles tradicionales del género y la participación comunitaria de cuidados dentro de la familia, principalmente, la participación del hombre dentro del cuidado familiar. Por lo que respecta al papel de las mujeres en el trabajo, primeramente, se exigió su entrada a la educación superior y en consecuencia al ámbito laboral, dentro de lo que se ganó un poco de mejoría de las condiciones salariales y salubres, y la expedición de una Ley, la Ley de Igualdad de Salario de mil novecientos sesenta y tres. Y entonces, surge la esencia de este segundo tiempo: La igualdad social, educativa, comunitaria y política para las mujeres. Dentro de las feministas radicales, Kate Millet fue la destacada por acuñar el emblemático lema: Lo personal es político.

En la década de los noventas, se fortaleció el significado del movimiento feminista y se puso sobre la mesa la discusión de la categoría sexo-género, pues se seguía cuestionando la naturaleza de lo femenino con una relación condicionante para ocupar espacios deportivos, culturales, políticos y sociales; por lo que, la desarticulación de los roles de género tradicional y socialmente asignados a las mujeres y a los hombres, fue esencial y muy importante en esta época. Igualmente, se comenzaron a considerar las particularidades y los derechos humanos de cada grupo social (en la música, en el mundo cibernético, en las preferencias sexuales, en el cuidado del entorno ecológico, en etcéteras de este tipo), los derechos sexuales y reproductivos, y la lucha contra la violencia. Este tiempo es el Feminismo Postmoderno o el Feminismo de la Diferencia, Luce Irigaray es de las principales exponentes.

Actualmente, nos encontramos ante la sensibilización social de las violencias de género, fundamentalmente de la violencia sexual, de la explotación económica, de la discriminación y del devastador acceso a la justicia, traducido en un feminismo de hartazgo social de miles de mujeres alrededor de todo el mundo, hoy vivimos, como bien lo dice nuestra querida Nuria Varela, un feminismo extraordinario.

Pues bueno, a lo que les acabo de compartir se le denomina “Las Olas del Feminismo”, no he descubierto el hilo, simplemente intento que todas las personas podamos seguir teniendo acceso a esta información.

Termino con este párrafo de Gloria Steinem, periodista, escritora, activista y fundadora de la revista Feminista Liberal Ms: “Una persona feminista es cualquiera que reconozca la igualdad y la plena humanidad en mujeres y hombres”.

 

 

*Abogada con perspectiva de género y con perspectiva feminista, por una causa histórica.

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