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Enriqueta PÉREZ*

SAN LUIS POTOSÍ, SLP.-Cuando se es estudiante, sobre todo del área de humanidades, usualmente soñamos con tener un mundo mejor y eso implica que la sociedad en su conjunto no deba sufrir por saber si mañana comerá o no, los trabajadores con incertidumbres si podrán solventar las dolencias de la vejez cuando ya no seas socialmente productivos para las empresas y un montón de cosas que son parte de las problemáticas sociales actuales, ese tipo de situaciones las reconocemos como problemas sociales derivados de la desigualdad y la pésima repartición de la riqueza, se dice que “el grado de pobreza es igual y directamente proporcional al grado de riqueza”, esta desigualdad que nos hace naturalizar las calles con niños miscelánea, adultos mayores en situación de abandono, regordeándonos con el falso optimismo de “trabajan de cerillitos en los grandes supermercados” viviendo de la dádiva del usuario consumidor de esos grandes locales, como si eso les asegurará poder comprar medicamentos en las farmacias del simi -porque son más baratos y accesibles- o poder satisfacer las necesidades básicas.

Me enferma el falso optimismo de los programas federales que aún no logran con su pensión de bienestar dignificar la vida de estos ancianos, y más me enferma las retorcidas frases de jóvenes de la onda “echalegansmo” quienes sabedores de ser los futuros desprovistos de la seguridad social que con un nada de pensamiento crítico y autocrítica parafrasean refranes feisbukeros como “eres pobre porque quieres”, “tu puedes salir adelante”, “llegarás tan alto como quieras” y demás oraciones plagadas de una auto motivación tipo Paulo Cohelo, que no es otra cosa más que evidenciar que ya les comieron el coco. El tema queridos jóvenes tiene que ver con un sistema económico y social que desde el liberalismo y neo liberalismo económico ha disuelto las formas de organización social para generar conquistas sociales, se han desdibujado en su imaginario las redes de apoyo y lucha social que se ha reemplazado por las “conquistas individuales”, “sólo triunfa el que quiere salir adelante” no queridos, así no es el tema, somos seres sociales y actuamos en sociedad, los casos tipo Benito Juárez que siendo pobre llegó a ser presidente no aplican para los ideales colectivos, estos ideales de lucha que implicaba una conciencia social y de clase han sido reemplazados por la ideología dominante del individualismo a ultranza. Con mucho pesar esta ideología se ha plagado cada vez más por estas posturas del ”echaleganismo” como fórmulas auto motivacionales le vienen muy bien al sistema económico que no se responsabiliza de la producción social, la pobreza no es porque la gente sea o no trabajadora, la pobreza es heredada, la condición de desigualdad también se hereda y por mucha auto motivación si las condiciones no son adecuadas la desigualdad y la pobreza seguirán siendo una constante en este bipolarizado país.

Cuando comentaba que estas ideas son adecuadas al sistema económico me refiero a que la empresa no tiene ya que promover cada vez más la apropiación de la plusvalía a través de la apropiación del tiempo trabajado y  no pagado por el empresario, porque ahora son los mismo empleados, súper Godinez progres que amplían sus jornadas laborales con el sueño de “ser los mejores y útiles a la empresa”, de estar disponibles a cualquier hora y sentir  que más que  compañeros tienen competidores laborales rompiendo con todo tejido de empatía social y de reconocimiento de su condición de explotado. Estas actitudes de ser ahora por convicción propia auto explotados sólo ponen en evidencia que – a manera de Bauman, tenemos una sociedad líquida- y muy al estilo de Buy Chul Han una sociedad del cansancio en la que los falsos triunfos sólo representan la cada vez más frágil solidaridad, organización y participación social.

*Socióloga por la Universidad Autónoma de México, UNAM. Premio Soroptimista Internacional Oaxaca 2011 soc.epd@gmail.com

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