DETRÁS DE LA NOTICIA
Alfredo MARTÍNEZ DE AGUILAR
Crece la brutalidad de las violencias contra las mujeres y su muerte en México y en Oaxaca
- Cada día, semana mes y año, son más brutales las violencias contra las mujeres, nuestras mujeres. No solo son secuestradas, violadas multitudinariamente de manera salvaje, sino torturadas, desaparecidas asesinadas, feminizadas y descuartizadas.
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Dadas sus miserias humanas de los hombres en el poder, son violentadores porque son hijos bastardos y en otros casos sin siquiera saben quién es su padre, y enloquecen fácilmente por la soberbia del poder político y del dinero fácil, producto de la corrupción.
El diluvio mediático provocado por la escandalosa corrupción multimillonaria del Huachicol Fiscal no logra lavar la sangre que a ríos corre a todo lo largo y ancho del territorio nacional, de costa a costa y de frontera a frontera.
Como suele ocurrir a lo largo de la historia, las mujeres, nuestras mujeres, abuelas, madres, hermanas, sobrinas, primas, esposas, compañeras de vida, hijas, amigas, todas se llevan la peor parte en México y en Oaxaca.
En el fondo del creciente problema de las violencias contra las mujeres, –psicológica, económica, laboral y física–, hay una alta carga emocional negativa de resentimiento y odio contra estas por parte de los violentadores y agresores.
Cada día, semana mes y año, son más brutales las violencias contra las mujeres, nuestras mujeres. No solo son secuestradas, violadas multitudinariamente de manera salvaje, sino torturadas, desaparecidas asesinadas, feminizadas y descuartizadas.
Para nada importa la condición social, económica y política de los generadores de las violencias contra las mujeres, pues esta no es exclusiva de una clase social o económica, ni mucho menos del grado de escolaridad.
Con todo respeto a sus madres, la mayoría de gobernantes, funcionarios, presidentes municipales legisladores, policías y elementos de las fuerzas armadas y, sobre todo, los integrantes del crimen organizado, no tienen madre.
Entendible, jamás justificable. Dadas sus miserias humanas, muchos de ellos hijos bastardos y en muchos otros casos sin siquiera saber quién es su padre, enloquecen fácilmente por la soberbia del poder y del dinero fácil, producto de la corrupción.
Y son huérfanos, como resultado de ser hijos de familias tóxicas y disfuncionales, por desintegradas, son hijos no deseados, menos amados, situación agravada por la cultura machista y la cultura de la violencia y la muerte.
La mezcla de estos factores definitivos y definitorios en la vida adulta tienen su origen en la primera infancia por el abandono, rechazo, maltrato y muchas veces abusos sexuales o bien, por la malentendida sobreprotección.
Porque tampoco los juniors y mirreyes escapan a estos traumas y carencias emocionales que llevan a unos y a otros a volcar su frustración, amargura, resentimiento y odio a sus madres contra las demás mujeres.
Así las cosas, da lo mismo que asesinen a la joven maestra Jesamel “N”, de 39 años, mientras viajaba con su familia en la carretera que conecta Altata con Nuevo Altata, en el municipio de Navolato, Sinaloa.
Da igual que “suiciden” en los separos de la Policía Municipal de Salina Cruz a Andrea Tamara Balderas Alegría, madre de dos niñas de 14 y 10 años. Hace tres años, también “suicidaron” a Abigail Hay Urrutia.
Los “suicidios” no aclarados y menos castigados de Abigail Hay Urrutia y Andrea Tamara Balderas Alegría, han ocurrido de manera explicable durante la presidencia municipal de Daniel Méndez Sosa en Salina Cruz.
Dolorosamente, la corta memoria del pueblo noble y sabio no permitió evaluar y castigar con su voto la reelección de Daniel Méndez Sosa como alcalde de Salina Cruz, primero por Morena en el año 2022 y en 2025 por el Partido del Trabajo.
Más grave todavía la denuncia hecha hace seis meses por Andrea Tamara Balderas Alegría por allanamiento, tortura y violación contra su hija por el ex Comisario de Seguridad Pública, Capitán Eloy Girón Alcuria, marino vinculado al crimen organizado.
Denuncia de Andrea Tamara Balderas que extraña e inexplicablemente jamás investigó la Fiscalía General del Estado, por los que los probables delitos de allanamiento de morada, tortura y violación de la hija de la “suicidada” permanecen totalmente impunes.
Es de lamentar que la falta de unión, simplemente, no de unidad, impide que las mujeres, nuestras mujeres, se unan por conveniencia e interés para proteger su integridad física y salvar su vida, y se organicen para defenderse.
No basta el activismo de las colectivas, porque las más de las veces sus líderes funcionan y actúan única y exclusivamente en defensa de sus cofrades y correligionarias ligadas por sus preferencias sexuales.
Esta actitud tiene resultados altamente negativos al dividir y enfrentarlas con la mayoría de las mujeres que quieren seguir siendo femeninas, no feministas, y menos radicalizarse en el odio contra los hombres.
alfredo_daguilar@hotmail.com director@revista-mujeres.com @efektoaguila