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Claudia SAGREDO* 

 

CDMX.- Coleccionismo del ocio de reunir objetos… tan burdo y sencillo como tu tía que es acumuladora, ¿y ahora? ¿quién determina quién o qué es un coleccionista? No puede ser tan simple ¿o sí?, tal vez todos los niños fuimos coleccionistas y no lo sabíamos, toma un tiempo para analizar y para recordar tu infancia, en ese momento en donde tu personalidad determinaba qué resguardabas, ¿tazos?, ¿canicas?, ¿monedas?, ¿postales de beis?, ¿timbres postales? Seguro lograste una gran colección la cual podría encontrarse en una casa de subastas en el mundo moderno.  

El coleccionismo, a mi parecer, determina los gustos más profundos de un individuo, nos permite observarlo a piel desnuda, sin toda la parafernalia que integramos como individuos dentro de una sociedad. Por ello, lo más alejado al coleccionismo es el hecho de pensar que sólo determinados estratos sociales pueden permitirse el poder adquirir piezas “dignas” de coleccionar, y sí, pongo dignas entre comillas ya que el coleccionismo al ser algo tan personal, tan crudo hace que la acción de coleccionar sea algo automático, poco determinado por la lógica y más determinado por los instintos humanos o al menos, las colecciones que valen la pena observarse. 

 

Ahora, qué tiene esto qué ver con un coleccionista cubista. Uno pensaría que los artistas son coleccionistas de su propia obra a manos llenas como el resguardo del legado de su creatividad, pero la realidad es que cada artista tiene sus secretos de coleccionismo y para ello, uno de los museos más famosos del mundo y de uno de los artistas que más se ha ganado mi cariño nace una exposición que nos deja ver un poco más de lo que hacía palpitar el corazón de Picasso.  

Pablo Picasso era peculiar, si es que alguna palabra pudiese describirlo, ya que de los datos curiosos que más recuerdo de él es que sólo le permitía el acceso a su estudio a los niños, ya que argumentaba que ellos entendían el arte de crear, es más mencionaba que él estudió toda su vida para poder pintar como un niño. Por ello, su coleccionismo deberá de ser algo de lo cual escribir, la exposición, ubicada en el Museo Picasso nos muestra mediante 87 obras la alma coleccionista de uno de los máximos exponentes del cubismo en el mundo.  

Picasso taurino, Picasso mosquetero y Picasso mirón nos permiten observar muy muy de cerca lo que al artista le gustaba observar en el cotidiano, para ello la exposición muestra piezas como “La pisseusse” 1965 inspirada en Rembrandt o “El rapto de las sabinas”.

En esta exposición, ubicada en París hasta el 11 de septiembre en un museo que lleva su nombre, nos adentrará en el coleccionismo y en los matices de un coleccionista, sobre todo, en el expertise de que cada pieza coleccionada ha sido seleccionada para su resguardo y admiración. 

 

Sin duda, el coleccionismo no depende de un estrato económico sino de un ojo capaz de saber de qué gusta, qué desea observar y qué quiere conservar.  

Y tú, ¿qué dirá sobre ti tu coleccionismo?  


 

 

* Mercadóloga y gestora cultural enfocada en autogestión de recursos y relaciones públicas. 

 

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