Claudia SAGREDO*
Fotografías: Cortesía Manuel Reyes artista plástico y urbano
Hace unos días mis ojos fueron expuestos a una frase: “La calle es mi museo” y esto dio vueltas y vueltas en mi cabeza… La calle es mi museo… museo = institución sin fines de lucro al servicio de la sociedad que resguarda, investiga y exhibe el patrimonio material e inmaterial de la misma. Y calle = espacio urbano.
Sin duda, la calle es un reflejo de una sociedad en un espacio y tiempo determinados y no tiene fines de lucro… es más una prueba de urbanidad de una sociedad.
Ahora, en la calle somos expuestos a diferentes estímulos visuales que resguardan y exhiben la problemática, los diálogos sociales y la fotografía urbana de una comunidad en un momento en específico, el presente o, mejor dicho, tu presente. Con esta premisa, la calle si podría ser un museo … uno que refleja tu presente en el espacio en donde te encuentras, y de ahí pensé ¿El street art será el nuevo espacio de reflexión cultural? ¿El diálogo de los museos está en las calles? ¿La época de los recintos ha terminado?
El arte es experiencias… memorias y reflexiones, yo no me vería sólo disfrutando del arte urbano, sin la visita a estos recintos culturales que nos ofrecen el goce artístico, la propuesta reflexiva o dan pie al diálogo entre sociedad, a mi parecer y sentir, un museo es un espacio cambiante, adaptable y en busca de públicos, compite con el entretenimiento y la educación por igual, para poder ser un espacio de reflexión y de propuesta. La calle es el primer diálogo cultural de una sociedad, pero no creo que debería de ser el único, el espacio museístico conlleva mayores eslabones políticos, sociales, científicos, ambientales y educativos, y se debe a la comunidad.
Ahora, ¿deberían de estar en esquinas contrarias nuestras instituciones y nuestros espacios urbanos? No lo creo, deberían de estar en constante vinculación y captación de nuevas miradas… de nuevas reflexiones… de nuevos artistas. Hablemos de estas propuestas de los museos fuera de los museos.
Con temor a equivocarme, de las primeras exposiciones que vi fuera de un museo, pero ligadas a uno han sido en las rejas de Chapultepec, en el impresionante paseo de la Reforma y si no mal recuerdo era sobre fauna…. Una rana verde y gigante ocupaba un gran espacio en un marco negro sobre las rejas, al fin el museo fuera del museo. Actualmente este espacio es coordinado por la Secretaría del Medio Ambiente quien coordina exposiciones que puedan exhibirse en este espacio urbano.
En Alicante hay una iniciativa llamada Balconades, la cual consiste en que, en espacios de disfrute público, los balcones, exhiben diferentes obras con una línea curatorial, es decir, un guion que nos permite encontrar una historia o una intención, actualmente estas exposiciones acogen a más de cuarenta artistas independientes, galerías y museos con el fin de buscar nuevos espacios para el diálogo museístico.
Insurrecta, es una exposición del artista Gonzalo Borondo que reinventa vallas publicitarias mostrando la visión del artista sobre los acontecimientos históricos de la ciudad de Segovia. Desordes creativas en Coruña invita a los artistas a intervenir fachadas, en su última edición fueron más de 70 obras que ahora forman parte del museo urbano de esta ciudad.
En conclusión, ¿la calle es mi museo o los museos buscan la calle para atraerme al museo? Y tú, ¿has buscado si las piezas de arte urbano que te impactan visualmente en tu camino al trabajo, la escuela, el gimnasio o la fiesta no son una estrategia de captación de público de nuestros recintos culturales para incentivar el diálogo?
*Mercadóloga y gestora cultural enfocada en autogestión de recursos y relaciones públicas