Claudia SAGREDO*
Hablemos un poco despersonalizado al museo y pensando un poco más como un comerciante, quitemos nuestra idea romantizada del museo y de su deber ser o estar. Pensemos como inversionistas en un proyecto de entretenimiento, sí, así como lo leen… ¿los museos deben entretener? Claro, si no ¿cómo logras mantener una afluencia de personas que te generen recursos económicos para cubrir los gastos fijos y para reinvertir?, frío ¿no? Quiero que analicen, qué es lo que ustedes hacen para entretenerse, para salir los domingos… para matar su tiempo posterior a la escuela, el trabajo o la vida misma. ¿Van al cine que su acceso es de $75?, ¿Van a un concierto con accesos de $1,000 o más?, ¿Van al parque y ahí consumen papitas de carrito o elotes? O ¿van al circo? En la actualidad, todas estas actividades compiten con un museo, ¿por qué?, pues es simple por una decisión de compra, actualmente los museos privados se mantienen por los ingresos de taquilla, es decir el cuántas personas te visitan está ligado a cuánto capital tienes para invertir en renovaciones o nuevas exposiciones que a su consecuencia atraerán a más público, es un ciclo económico… también miden su rentabilidad, ¿qué tanto se recaudó es qué tan popular fue? Obviamente sería algo iluso hacer que un museo dependiera 100% de los ingresos que genera en taquilla, por ello, hay otros medios que apoyan y sustentan la rentabilidad de estos maravillosos espacios. Tales como, su tienda que genera todos aquellos productos para su promoción y que indirectamente están ligados a la captación de nuevos públicos, es decir, que tu Tote Bag favorita del THE MET (Metropolitan Museum of Art, NYC) no sólo le dice al mundo que eres un geek de museos, si no que estas generando publicidad indirecta cada vez que la usas y eso provoca que otra persona vaya al museo, tal vez sólo por la bolsa… pero vaya.
Otra fuente de recursos son las membresías, alrededor del mundo los museos generan esquemas para que como miembro activo de tu comunidad puedas “patrocinar” anualmente a un museo y a cambio te dan beneficios desde accesos gratis hasta recorridos privados durante el montaje de sus exposiciones, estas membresías las puedes encontrar en sus páginas webs, en sus módulos de informes o hasta en sus cuentas de Instagram.
La última fuente de ingresos es la de sus benefactores que generan donaciones de forma anual para la promoción y goce artístico, estos forman un patronato o asociación que durante todo el año trabaja para el beneficio del museo. Ellos generan las alianzas y buscan patrocinios, ¿recuerdan el maravilloso patrocinio de Phillips para el Rijksmuseum? Bueno, esta es su función.
Ahora teniendo esto en cuenta, entremos en materia, así como los cines tienen que tener primicias o exclusivas para captar a sus clientes; los museos deben de renovarse y diversificarse para la captación y reincidencia del público en general. ¿Cómo podemos identificar estas estrategias que vienen directamente del marketing? Fácil, ¿qué han hecho diferente? Ahora hay recorridos virtuales de los museos más importantes en el mundo, es decir, no necesitas estar en el museo para poder recorrerlo. Podemos tener proyectores de gran calidad mostrándonos piezas de Van Gogh en un recorrido inmersivo que nos hace sentir no sólo instagrameables, sino parte de una pieza que trasciendo históricamente.
Así que no es de extrañar que ya haya un museo itinerante, sí, así como un circo que va por el mundo en búsqueda de clientes. ¿Cómo funciona? Esta iniciativa parte de la intervención de varios artistas en de vehículos de alta gama, su aliado: Ferrari, lo cual permite que la pieza de arte sea sostenible para su traslado. No es necesario embalar, transportar y enviar; sólo requieres un piloto que pueda trasladarla de ciudad en ciudad… arte andante. Ello permite que la propuesta artística de personajes locales pueda ser mundialmente conocida.
Y tú, ¿Crees que el siguiente truco promocional del arte sea intervenir elefantes en el cierre de un acto cirquense?
*Mercadóloga y gestora cultural enfocada en autogestión de recursos y relaciones públicas