Karla MARTÍNEZ DE AGUILAR

La actuación es una puesta en escena realizada por un actor, quien es la persona que interpreta un papel determinado ya sea en el teatro, el cine, la televisión u otro medio.

La maestra Selene Padilla, de origen tuxtepecano, ha dedicado su vida a ser CuentaCuentos, la actuación es su manera de aportar a su entorno un mensaje a las nuevas generaciones y a los padres de familia.

Mi primer contacto con el arte fue a la edad de 8 años cuando llegué a la Biblioteca Pública Central de la Ciudad de Oaxaca, donde había un grupo de niños que actuaban, escribían, pintaban, me atraparon esas actividades y disfruté mucho este primer acercamiento, considero que el interés en las artes proviene de familia; mi abuelo Alfredo Desgarennes quien vivió en Valle Nacional, Tuxtepec, tuvo la fortuna de actuar en obras de teatro, recuerdo que su pieza favorita era el Bolero de Ravel y se sentaba a tocarla, mi hermano Francisco doctor y músico, mi otro hermano Rafael q.e.p.d. estudió letras españolas y mis hermanas María Isabel y María del Carmen estudiaban danza. Con el paso del tiempo antes de entrar a la universidad desarrollé la facilidad por escribir comenzándolo a hacer en forma en el periódico Extra, en el suplemento “Muchitos”.

En el caso de la actuación, cuando me fui a estudiar, alguien escribió en Facebook que el cine iba a desplazar al teatro e iba a desaparecer, ese mensaje fue como decir que el libro desaparecerá, lo cual no es así, sino que ahora se presenta en versión digital.

El teatro es un medio de comunicación para mí y considero que no desaparecerá. Muestra de ello está el nacimiento del teatro griego que incluía un coro (representaba al pueblo que opinaba sobre lo expuesto), a través del cual contaban historias de lo que sucedió y sucedía en esa época.

Me atrevo a decir que el teatro es el primer medio de comunicación y a la par una forma de terapia.

Me costó mucho trabajo entender que tienes que ser psicólogo cuando actúas porque necesitas entender muy bien al director de la obra y lo que busca expresar, a tu personaje y a los demás, el contexto en el que se desarrollan y en sí, la conducta humana como dice mi profesor Boyan Ivic, quien afirma que todo actor debería saber psicología.

No era mi intención ser actriz, soy de profesión comunicóloga egresada del Instituto de Estudios Superiores de Oaxaca A.C. (IESO), pero la vida me llevó por este camino. En 1999 gané la beca del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes FOESCA ahora (FECA), con Títeres ecológicos, en la especialidad de Puesta en Escena, con dramatizaciones a partir de cuentos originales en teatro guiñol apoyando programas ecológicos. Esto se da después de estar en la compañía teatral de Lola Bravo (q.e.p.d.), donde conocí el Método Stanislavski que se basa en la idea que un actor debe crear un personaje creíble mediante la comprensión de la psicología del personaje, la conexión emocional con el personaje y la creación de un contexto realista para la interpretación y marcó un precedente en la formación de los actores basado en el “arte de experimentar”.

Tuve la oportunidad de ir al último seminario de teatro del maestro Héctor Azar Barbar, quien aparte de ser promotor teatral, dramaturgo y director, docente y escritor, fue un personaje que sabía de ciencia y arte, y que representaba lo que es parte de la esencia del ser humano.

Y gané el primer concurso de historias de terror que realizó la estación de radio por internet Ser World Media en Santa Bárbara California un proyecto dirigido por Alejandro Licona, guionista de ¿Qué nos pasa? Y uno de los dramaturgos más reconocidos de México.

El teatro y su función social

Antes se le daba más importancia al teatro como soporte de las materias artísticas. En el teatro decidí contar cuentos para llenar mi lado de actriz, me gusta darle sentido pedagógico a todo, por eso, mi tesis profesional fue sobre teatro, la cual fue difícil que aceptaran porque me decían que ambas no tenían nada que ver.

Elijo trabajar para niños porque son el público más descuidado; de ahí, que después de ganar la beca FOESCA, llegué a trabajar como Coordinadora de edición, en el suplemento Canicas de colores en el diario Noticias.

Creo que se ha perdido parte de lo terapéutico y pedagógico de los cuentacuentos que no son solo para los niños y el libro Mujeres que corren con los lobos de la psicóloga Clarissa Pinkola Estés, lo demuestra, ella habla de la importancia psicológica de la tradición oral y de los cuentacuentos en la terapia para las mujeres, sobre cómo los cuentos infantiles ayudan a ello.

Los cuentos no son solo para niños y, generalmente, nos hacen como al patito feo. Estoy consciente que los niños y las circunstancias en las que viven marcan su comportamiento; sus circunstancias están rodeadas de conflictos, de violencia y como adultos tenemos la responsabilidad de marcarles el camino de cómo afrontar los retos.

La autora del libro La pestaña del lobo, habla de lo importante que es contar cuentos para la relación entre padres e hijos, es un lazo de amor y afecto entre padres e hijos que fortalece la misma.

Es difícil elegir un cuento favorito, pero ¿puedes decirnos el tuyo?

Como no puedo seleccionar solo uno, te diré que cuando era niña, mi hermano me regaló Los Titanes de la Literatura Infantil que era una colección de todos los cuentos clásicos entre los que venía El petirrojo, de Selma Lagerlöf, el cual ¡me fascinó!; todos los cuentos de Hans Christian Andersen, quien a pesar de tener una vida difícil, le gustaba escribir para niños, siendo uno de los títulos más famosos “La Sirenita”, es otro de mis favoritos.

Otro cuento que no es clásico, pero está entre mis favoritos es el de La pestaña del lobo de Clarissa Pinkola Estés y Mujeres que corren con los lobos.

¿Cómo se define como cuentacuentos?

Como son los gatos: nobles, cariñosos, juguetones, pero con reservas.

Los niños es el público más sincero que puedes encontrarte y mi deber es saber encontrar el punto de concordancia. Les digo que soy como un gato, y los gatos no se llevan con los perros, y al preguntarme si en verdad no me gustan los perros, les digo que no es así, pero que son diferentes en carácter.

Mi personaje se llama “Muñeca” (así denomino a la gata que represento, que es un poco petulante, pero que le encanta contar historias sobre ecología, de armonía familiar y el cuento titulado El violín y el abuelo que le escribí a mi abuelo).

Contar cuentos es una actividad que me nutre, me hace feliz y al terminar una función, siento que yo siembro una semilla para hacer cambiar mi micromundo y hacerlo mejor.

¿Qué proyectos vienen para usted este año?

Me presenté en el Centro Cultural Reforma por parte del Municipio de Oaxaca de Juárez, estuve contando cuentos como invitada en el concierto de la cantante Mely Gova en el Teatro Universitario de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO).

Y para finalizar el año quiero armar mi espacio escénico para los cuentos navideños que contaré en diciembre; estoy trabajando en ello.

 

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