Alfredo MARTÍNEZ DE AGUILAR
- Oaxaca, históricamente uno de los estados más marginados de México, requiere un enfoque estratégico con la diversificación económica, el desarrollo social y la mejora en infraestructura.
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Este ejercicio fortalece la democracia vía la transparencia y la rendición de cuentas y permite identificar aciertos y errores, y ajustar estrategias para mejorar el funcionamiento del gobierno.
El tercer informe de gobierno de Salomón Jara marca un momento crucial en la evaluación de su gestión y especialmente en materia de transparencia y rendición de cuentas a la ciudadanía.
El informe no solo presenta un compendio de acciones y logros, sino que, se convierte en una herramienta de análisis para medir el impacto real de las políticas implementadas por su gabinete.
Para valorar, controlar y, sobre todo, mejorar algo, se debe medir, “lo que no se mide, no se evalúa“. Sin métricas, es imposible saber si se logra o no un objetivo o si hay problemas.
Salomón Jara ha enfrentado grandes retos económicos y sociales. El informe debe proporcionar un balance sobre los progresos alcanzados y las áreas que todavía requieren atención urgente.
Oaxaca, históricamente uno de los estados más marginados de México, requiere un enfoque estratégico con la diversificación económica, el desarrollo social y la mejora en infraestructura.
Realizar un corte de caja es vital en la administración pública. Permite a los ciudadanos conocer de manera clara y precisa cómo se utilizaron los recursos públicos y qué resultados se obtuvieron.
Este ejercicio fortalece la democracia vía la transparencia y la rendición de cuentas y permite identificar aciertos y errores, y ajustar estrategias para mejorar el funcionamiento del gobierno.
Al evaluar los resultados del gabinete de Salomón Jara, es esencial considerar indicadores clave que puedan reflejar el bienestar de la población oaxaqueña. Algunos de estos incluyen:
Desarrollo Económico: Medir el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) estatal, la generación de empleos, la atracción de inversiones y el aumento en la producción agrícola y artesanal.
Salud y Educación: Analizar el acceso y la calidad de los servicios de salud y educación, así como los programas implementados para mejorar estas áreas, que son fundamentales para el avance social.
Seguridad Pública: Evaluar los índices de criminalidad y la efectividad de las estrategias de seguridad implementadas por el gobierno para garantizar la paz y tranquilidad de la población.
Infraestructura: Revisar las obras públicas realizadas, su impacto en la conectividad y el desarrollo regional, así como la respuesta a necesidades básicas como agua potable y saneamiento.
La transparencia y la rendición de cuentas no solo implica presentar cifras y narrativas. También requiere fomentar la participación ciudadana en la evaluación de la gestión gubernamental.
Esto puede lograrse mediante foros comunitarios, encuestas de opinión y plataformas digitales que permitan recoger el sentir del pueblo respecto a los avances y desafíos en el estado.
Pese a los logros que se destacan en el informe, es importante abordar los desafíos que persisten. La pobreza, la desigualdad y la falta de oportunidades son críticos y demandan atención constante.
El tercer informe de Salomón Jara representa una oportunidad invaluable para mirar atrás, reflexionar sobre el camino recorrido y establecer prioridades para el futuro inmediato.
Hacer un corte de caja ofrece un balance de resultados, identificar áreas de oportunidad y tomar acciones correctivas para optimizar el rendimiento con participación activa de la ciudadanía.
Es indispensable que el gabinete de Jara escuche las voces del pueblo, ajuste sus estrategias en función de las necesidades reales y mantenga una comunicación abierta y transparente.
Solo así se avanzará hacia un Oaxaca más justo, equitativo y próspero para todos. La evaluación debe ser un ejercicio constante, con el compromiso diario hacia el bienestar de cada oaxaqueño.
alfredo_daguilar@hotmail.com director@revista-mujeres.com @efektoaguila
