*Melinda SZABADOS-BÁNYAI

JÁSZFÉNYSZARU, HUNGRÍA.- Recientemente me siento como si estuviera sentada en un columpio, al que muchos empujan de muchos lados, y lo que trato es mantener mi equilibrio, tarea que me resulta bastante difícil. Ordenar mis pensamientos, tratar de mantener todo en orden en la casa y aceptar lo que no puedo cambiar son mis preocupaciones diarias. La vida de mamá esta repleta de cosas impredecibles y cada día es diferente aunque parezca igual. Últimamente me preguntó cuántos sacrificios más se necesitará hacer para cumplir el papel de madre. Muchas son las preguntas, los vientos que tiran de mi columpio y aunque me agarro fuerte, son días en los cuales me pregunto que hubiera pasado si…

Nosotros criamos a nuestras niñas sin esa red de familia o amigos cercanos y creánme que obstáculos ¡no faltan! ¿Cómo hubiera sido nuestras vidas con más gente cerca? Probablemente más tranquila y con más facilidad de pasar tiempo juntos solamente mi marido y yo. Encontrar tiempo para reflexionar y tratar de hacer pequeños cambios en nuestra vida diaria es necesario, y nos esforzamos por tener y llevar una vida más tranquila. Aún así empezamos cada día en un estado de ánimo cansado pero es lo que hay. No tenemos más opciones que salir adelante así como podemos; tratamos  de ofrecer todo con baterías casi no cargadas y con esfuerzos para sacarle una sonrisa a las niñas. Tolerar lo que no podemos cambiar y aceptar que sí podemos continuar. Intentar darlo todo cuando apenas tenemos tiempo para nosotros mismos.

¿Cómo hubiera sido vivir en un país donde se respetan más a las madres y donde se pueden encontrar soluciones para reintegrar una madre al mundo laboral? En Hungría no es nada fácil reincorporarse a trabajar después de tener hijos y no lo digo solamente por mi experiencia personal, es un tema que he escuchado comentarse varias veces. Regresar al trabajo que dejaste por ser madre es casi imposible y encontrar algo con hijos pequeños aún más se parece a una película titulada -misión imposible-. Si tienes dos hijos pequeños la historia puede ser aún más complicada y posiblemente tendrás que hacer planes para el futuro; uno detrás de la otra, mientras que esperas que tu pequeña cumpla los 3 años para poder llevarla a la guardería. Si miro la versión más realista y al mismo tiempo pesimista, me queda más de un año siendo únicamente ama de casa y mamá. Si trato de ser más optimista entonces trato de enfocarme en encontrar algo que se pueda hacer sin horario fijo, de forma independiente y teniendo a las niñas en casa.  El regreso al mundo laboral me resulta un brainstorming constante. Hay que ver ambos lados de cada actividad y aunque podría dar clases de inglés o español, eso significaría no estar en casa durante la tarde, cosa que no coincide con el horario de las guarderías.

¿Cómo hacer bien el papel de madre, ama de casa y no perderte en el camino? ¿Cómo y dónde encontrar ese espacio para ti sola, en el que puedas construir tus nuevas metas y donde puedes soñar ser algo más? Cada etapa de nuestras vidas tiene su lado positivo y negativo también, pero ¿cómo poder permitirte soñar con algo más? Cuando todos tiran de mi columpio, y son las 11 de la noche y por fin tengo la oportunidad de pasar un rato conmigo misma y escribir. Extraño muchas cosas de mi vida antes de las niñas, pero intento encontrar y sacar el bueno del presente. Hago y hacemos todo lo que podemos, pero son días en que me gustaría enfrentar otros retos, no solamente los de siempre: tener que hacer comida con dos niñas enérgicas en la cocina.

Creo que lo que debo hacer es confiar más en el rumbo de la vida y en que todo se encaminará, voy a encontrar las soluciones y mis nuevos retos. Mientras tanto, que me acompañe la esperanza y la fe en un mundo mejor, donde se otorgan posibilidades infinitas no solamente a las mamás sino a todos.

¨Master en escritura creativa, amante de la literatura, teatro y música. Madre de dos hijas.

szabadosbanyaimelinda@gmail.com

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