Mónica BARROSO*

Cuando hablamos de Oaxaca, inmediatamente nuestra mente evoca recuerdos específicos sobre su grandiosa cultura, sus hermosos textiles, su deliciosa gastronomía, sus coloridas playas y los destilados, entre tantas otras cosas maravillosas que podemos presumir.

Pero jamás se nos ocurriría que, desde hace un par de años, existe en nuestra bella capital, un pequeño lugar, sobre una de las calzadas más importantes de la Ciudad, donde los aficionados, amateurs, estudiantes o amantes del vino, pueden encontrar etiquetas exclusivas de diversos países del mundo.

¿Por qué abrir un espacio dedicado al vino en la cuna del destilado más posicionado de los últimos años?

La explicación es mas sencilla de lo que pudiéramos esperar, de todas las bebidas alcohólicas que consumimos, el vino es por excelencia la más gastronómica, la que combina casi a la perfección con platillos emblemáticos de nuestro país: tacos, moles, chiles en nogada, cochinita pibil, pozole, ceviches y un largo etcera que sin duda se llevaría más de la mitad de estas líneas.

Bajo esta lógica, el Club del Vino en Oaxaca nació alrededor del 2005 como una idea itinerante de poder compartir diferentes estilos y botellas de vino entre personas aficionadas a esta bebida, no era necesario contar con un espacio físico para poder disfrutar entre copas, cepas y risas, etiquetas que eran conseguidas entre los participantes a estas tertulias y compartidas entre los asistentes,  pero a lo largo de los años, el número de participantes iba creciendo y con ello la idea de poder contar con un espacio propio.

Fue así como se fraguó entonces El Club del Vino Oaxaca, Cata y Cava, un espacio pensando y creado para tener en un solo lugar lo necesario para generar experiencias en torno al vino, desde las copas hechas con el material correcto (lo ideal es que sean de cristal), una sala de degustación con la iluminación perfecta, etiquetas de vino del viejo y nuevo mundo, bocadillos para acompañar la botella de nuestra preferencia, hasta una persona que pudiera realizar catas y orientarnos en nuestra compra cuando solo necesitamos un pick up para llegar a la reunión con los amigos.

Pero no fue suficiente, las expectativas fueron creciendo y con ello el número de personas que mes con mes se fueron integrando a este Club, donde el único requisito, por supuesto más allá de la lógica de pagar una membresía, es el de hacer comunalidad en torno a esta bebida viva.

Actualmente el Club del Vino Oaxaca, cuenta con un crisol de profesionales entre sus socios, lo que ha permitido realizar diferentes actividades mes con mes, más allá por supuesto de sus ya clásicas catas en su sala de degustación, con artistas locales, platillos de los chefs más conocidos del ámbito gastronómico local y colaboraciones con otras empresas 100% Oaxaqueñas.

No quise atiborrar estos últimos párrafos describiendo los estilos de vino o los posibles maridajes que podríamos tener (ese será material de otras futuras publicaciones), sino que era necesario mencionar que, si en los últimos años ha estado creciendo el consumo del vino entre los mexicanos y por supuesto entre los oaxaqueños, es precisamente porque nos hemos atrevido a dejar de ver al vino como algo lejano y de celebración y lo estamos convirtiendo en algo cotidiano y democrático.

Cada día está siendo más frecuente que con nuestras comidas, cenas y porque no, hasta con los desayunos, nuestras mesas tengan ya más de una botella de vino para acompañar nuestros momentos diarios, porque no solo nos juntamos cuando hay fiestas familiares, sino que ahora nos recreamos y juntamos con amigos que escogemos como familia bajo cualquier pretexto de compartir nuevas recetas con nuevas etiquetas de vino.

Por lo que, si alguna vez pasaste frente a ese pequeño espacio con su hermoso ventanal que refleja esas vitrinas llenas de botellas de vinos, entra, permite que te ofrezcan una degustación y te guíen hacia lo que no sabes que estabas buscando, pero que se convertirá en tu nueva uva o país favorito.

 

*El Club del Vino Oaxaca, Cata y Cava, esta ubicado en Calzada Porfirio Díaz #127 Col Reforma, actualmente el costo de la membresía para ser socio del Club está en $600 y es vitalicia, al adquirir tu membresía se da un kit de bienvenida que contiene etiquetas de vinos seleccionadas por el anfitrión del Club, cada mes este kit se modifica.

 

 

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