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Armando EBOLI*

SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, CHIS.- En la elección de 2006, la ventaja de AMLO sobre su rival, Felipe Calderón, era tan grande, que el exceso de confianza llevó a AMLO a cometer una cadena de errores como el ausentarse de los primeros debates, llamar chachalaca Vicente Fox, menospreciar la marcha por la seguridad y muchos otros que poco a poco igualaron las preferencias del electorado y le hicieron perder la presidencia. Hoy, a la mitad de su sexenio, su popularidad y capital político es tan grande que sus errores parecen realmente afectarle muy poco. Esto, otra vez lo ha llevado a una situación de confianza excesiva y a cometer varios errores consecutivos en el inicio del 2022.

Como ejemplo está la necedad de proponer a Pedro Salmerón como embajador en Panamá, más allá de su nula experiencia como diplomático, el académico es acusado de acosar tanto a estudiantes del ITAM como compañeras del partido MORENA. AMLO para no variar, hizo la propuesta saltándose todos los protocolos y las formas diplomáticas. Su necedad de premiar con algo a Salmerón, lo enfrentó una vez más con el movimiento feminista e incómodo al gobierno panameño. La negativa del gobierno panameño fue vergonzosa y AMLO se lanzó contra la ministra de exteriores que terminó siendo respaldada por el Presidente de Panamá. Un capitulo bastante vergonzoso para empezar el año.

Sus errores en política exterior son los más frecuentes, van desde mandar un representante a la toma de poder de Daniel Ortega en Nicaragua, hasta el pedir una pausa en las relaciones con España. España es el segundo socio comercial de México, acusar a su gobierno de lo que hacen sus empresas es como acusar al gobierno de México por lo que América Móvil de Carlos Slim hace o deja de hacer en Chile o Colombia. AMLO es un nacionalista y recurre frecuentemente al tema de la conquista como una forma de cohesionar a sus votantes y mantenerlos a su lado. Dijo eso al calor de la mañanera, sin informar a la embajada o al gobierno español, al que ya ha ofendido varias veces, por ejemplo, al no invitarlo a la celebración del bicentenario de la consumación de Independencia o cuando le exigió que se disculpara por la conquista. El momento tan aleatorio de mencionar a España hace sospechar que lo hizo para tapar otro gran error con el que empezó el año. Su pelea con Carmen Aristegui.

Aristegui es quizá la periodista con más credibilidad en los grandes medios mexicanos y no es tan fácil atacar su reputación como acostumbra AMLO con otros periodistas. En poco tiempo lanzó dos reportajes cuestionando la riqueza de sus hijos. El último, sobre los presuntos beneficios que pudo haber sacado el hijo mayor de AMLO, José Ramón López Beltrán, de las negociaciones entre PEMEX y la empresa para la que trabaja su esposa, le caló mucho al Presidente que no dudo en atacar a Aristegui acusándola de formar parte de un complot en su contra. La reputación de Aristegui la pone en mejor posición de resistencia que termina afectando más al Presidente que Aristegui.

Es rara una mañanera donde no se hable de Loret de Mola, que sospechosamente salió de Televisa justo cuando AMLO tomó la presidencia. Loret de Mola carece de la reputación de Aristegui y por eso es más fácil atacarlo y sin embargo hoy AMLO hizo algo a todas luces ilegal, usar su cargo para supuestamente, con información clasificada del SAT, mostrar cuánto gana. Loret de Mola podrá no ser simpático, pero hoy vimos al Presidente usar su poder para intimidar, usando los recursos del Estado a un periodista incómodo y por una vez, vimos a un Presidente que no parece el bueno.

*Licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP) y pasante de la maestría de Periodismo Político por la Escuela de Periodismo Carlos Septién García. Interesado en relacionar arte con política. De gustos altermundistas pero acostumbrado a vivir en un mundo neoliberal. exxebo@hotmail.com

 

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