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Karla MARTINEZ DE AGUILAR

Fotografías: Jorge Luis Plata

Inocencio Villegas, grabador y artista plástico, de personalidad seria y afable, con su inseparable xoloitzcuintle Canek y sus obras que sientes que te rodean como si quisieran darte un abrazo de bienvenida, nos recibieron en su taller Arte en Movimiento ubicado en San Juan Chapultepec.

 

Me llamo al igual que mi padre y por ello, creo que mi nombre tiene una carga muy fuerte. Desde pequeño, me he sentido como un niño en cuerpo de adulto y eso se ha reflejado en lo serio que soy, pero a la vez, lo he buscado cambiar para que, como artista, mi nombre Inocencio refleje la parte masculina de mi familia y Villegas la parte femenina.

Como artista, quiero continuar estando en equilibrio, con la plenitud de sentirme libre y de quien soy realmente; es un ejercicio muy difícil porque uno nunca termina de conocerse y nuestra forma de ser se va modificando con los nuevos aprendizajes y experiencias que se adquieren.

Siempre busco cultivarme intelectualmente, como persona y como artista: busco hacer una obra de arte con mi vida.

Los comienzos

Inocencio Villegas es hijo de padres de descendientes de mixtecos y zapotecos, profesores de profesión, quienes en su niñez le brindaron la libertad de experimentar con el dibujo.

En quinto grado de primaria, con diez años, comencé a participar con mis dibujos en el periódico mural y descubrí mi habilidad para el mismo; una vez dibujé tan bien a los niños héroes que ni mis compañeros ni mi maestro creyeron que yo lo había realizado.

Siempre quise entrar a clases de dibujo, pero por la situación económica de mi familia, no hubo esa posibilidad; jamás fue motivo para desanimarme.

Estando en tercero de secundaria, la maestra de educación artística me invitó a participar en un concurso de pintura el cual se llevó en el Centro Cultural Santo Domingo y en el que el Maestro Toledo era jurado; en ese entonces, yo no lo conocía y recuerdo que vi que un señor “mechudo” estaba revisando las pinturas de los concursantes para seleccionar al ganador, el cual no fui yo. Aún así, fue una experiencia motivadora y fue más satisfactoria porque todos los lunes, en mi escuela, les hacían un reconocimiento a los niños que habían participado en alguna competencia.

Así que hicieron mención de mi participación en la competencia de pintura. Ello me llenó de orgullo porque reconocieron lo que me gustaba hacer reforzando que a ello me quería dedicar a pesar que mi familia quería que fuera maestro, pero en mis venas esa profesión no corría como la pintura por lo que decidí entrar a la Facultad Bellas Artes de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO) en el 2010 para estudiar artes plásticas donde obtuve las herramientas y desarrollé mis habilidades en diferentes técnicas de dibujo, grabado y litografía.

Me incliné por la gráfica tomando clases con el maestro Shinzaburo Takeda quien ha influenciado en mi carrera porque aparte de darnos clases en la universidad, nos invitaba a su taller y a participar en los eventos que tuviera permitiéndonos ver de cerca lo que en clase nos enseñaba. A mí, me emocionaba verlo trazando sobre el lienzo en tantas actividades que hacía.

Otro maestro que ha influenciado en mi carrera profesional es el maestro Ixrael Montes quien me dio la oportunidad de conocerlo e ir a su taller a aprender diversas técnicas de colores y de cómo utilizar ciertas pinturas. Tuve la oportunidad de hacer algunos grabados y gráficas en su taller.

La influencia de los maestros Takeda y Montes, se pueden ver en mi lenguaje pictórico.

Mi preparación la continué en el Taller de Artes Plásticas Rufino Tamayo porque me gané una beca de litografía en el 2014 estando en el último año de mi licenciatura y aproveché en hacer mi servicio social en el mismo lugar.

Después, entré a un Diplomado en el Centro de las Artes de San Agustín (CaSA) titulado Enseñanza de las Artes y considero que como tengo influencia como maestro, eso me ha ayudado más a desarrollarme como artista.

En ese tiempo, tuve la oportunidad de realizar proyectos culturales y a la par, inicié con la gráfica y el grabado que era lo más práctico en cuestiones de materiales y sus costos; para ello, generé ingresos para poder comprar las herramientas para crear.

Por otra parte, mi hermano Leonel me invitó a participar con él en la creación de tapetes de arena y gracias a ello, pude viajar a Texas; fue una gran experiencia porque pude mostrar mi trabajo en otro país. Mi hermano influyó para que eligiera el camino de la pintura.

Ahora, tengo la idea de hacer modelado en plastilina después de aprender a hacer modelado y piezas en barro en los talleres de alfarería de Santa María Atzompa.

Cuando observas detenidamente las piezas de diversos formatos de Inocencio Villegas, hay un hilo conductor en su pintura: lo místico y espiritual marcan su estilo.

Mis abuelos y padres se dedican a la medicina tradicional; yo crecí en ese entorno en la mixteca oaxaqueña y ello lo reflejo en mis creaciones. Además, considero que la cultura mexicana ha estado rodeada de cuentos, historias y leyendas con las que crecemos; por ejemplo, mi abuela me contaba historias de su comunidad que me impactaron y que he ido plasmando a lo largo de mi carrera. También en mis obras se pueden observar elementos como la flora y fauna silvestre que rodea a las comunidades.

Esos simbolismos se han convertido en una forma de homenajear a mi familia. Además, siempre llega un momento en la vida de los artistas en los que buscamos definir más nuestro estilo y es cuando decido regresar a mis orígenes y a las historias que existen alrededor.

Tengo una serie de obras que giran alrededor del tema de mis abuelos, a través de ellos, busco compartir con los demás los momentos que viví con ellos. Me ha gustado mucho la influencia de la medicina tradicional gracias a ellos y el arte lo considero como una terapia medicinal.

Los cuadros que pinto los veo como un espejo a través del cual me veo y reconozco mis virtudes, capacidades y carencias. En este ejercicio, confluye un sinfín de emociones que las reconocen quienes ven mis creaciones; desde pequeño, recuerdo que mis pinturas desaparecían porque a mis compañeros les gustaba mucho y esto con el paso del tiempo me ha facilitado desapegarme de mis obras.

 

Historias y reflexión detrás de cada pincelada

Sí, sobre todo, el crecimiento que voy teniendo en la plástica, en mi proceso evolutivo en ello y como ser humano. Todos buscamos la manera de expresar lo que sentimos y pensamos, y yo lo he hecho en mis piezas; dichas historias en la pintura reflejan lo vivido con mis abuelitos, con mis padres, con animalitos como los armadillos, las liebres, los caballos, las vacas y los toros, con los que se convive seguido cuando tienes la oportunidad de vivir en una comunidad alejada de la ciudad.

Otro tema que expreso son mis experiencias en la ciudad, algunos sueños que tengo, la temática onírica, algunos anhelos personales que tiene el ser humano como comprar una casa, formar una familia, tener un buen empleo, etc.

Cuando plasmo una casa, pinto una puerta o ventana que refleje a la par que debemos ver hacia dentro o hacia afuera de nosotros para analizar nuestra vida y hacia dónde vamos.

Últimamente, he tratado de ir a la búsqueda de mis orígenes y hago una referencia a los toltecas llamados “artistas, hombres cultos y sabios” quienes tenían la virtud de hacer de su vida una obra de arte.

Conocer ese tipo de cosas me impacta porque uno tiene la posibilidad de reinventarse como artista, de volver a renacer; me gusta esa palabra porque creo que como personas, nacemos, pero como artistas nacemos dos veces porque decidimos direccionar nuestra vida hacia otro lugar. Para mí, ser artista es mirarse así mismo, es la posibilidad de reinventarme.

¿Hacia dónde quiere construir el sueño de la pintura?

Quiero llegar a un momento de plenitud donde esté todo el tiempo creando sin preocuparme por situaciones que nos llegan a bloquear para crear o para crecer personalmente y profesionalmente; de disfrutar el tiempo presente con la pintura, la contemplación, de disfrutar de la familia, amigos y la naturaleza.

Por ejemplo, el arte me ha ayudado -y cobijado desde pequeño- a tener un espacio íntimo, personal, en el cual puedo mirarme a mí mismo para crear; muchos lo llaman como “tiempo suspendido” donde sólo existe el momento mismo.

Proyectos para este 2024

Tengo ganas de realizar una exposición individual ya que solo he expuesto colectivamente; he pospuesto hacer lo primero porque hago un autoanálisis para saber si realmente estoy preparado para realizarla, para presentarme tal cual soy como persona y artista, y ahora siento que es el mejor momento.

Las circunstancias me motivan a llenar de alegría y amor a la vida, el conocimiento es esencial para mis creaciones y eso me llena de motivación a seguir creciendo y creciendo como el gran artista que comparte con la sociedad mis obras artísticas, yo soy la innovación de mi espíritu en lo que hago, yo soy el gran despertar del Arte.

 

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