Ernesto LUMBRERAS*
GUADALAJARA, JAL.- Leo las Memorias (2003, 2019) de Helena Paz Garro con inevitable curiosidad morbosa. Por lo visto, estas páginas pasaron de noche frente a los ojos de la crítica especializada. ¿Desinterés e indolencia? ¿Abulia de volver a una polémica estéril? En su género, el libro es una pieza sobresaliente, valioso por el entorno vital y cultural, que revela minuciosamente sobre dos figuras protagónicas de la literatura mexicana, Elena Garro y Octavio Paz. Aunque, claro, hay que ir con los pies de plomo de las dudas y las reservas. Por ejemplo, me entero de ciertos cuestionamientos respecto su autenticidad escritural, no tanto de la verosimilitud del mar de recuerdos que se hilvanan capítulo a capítulo con delectación. ¿Trabajaría la autora con un equipo de escritores fantasmas? ¿La autobiografía se realizó gracias a una serie de entrevistas? Deshecho esas hipótesis. Después de concluir el volumen confirmo que Paz Garro es la autora del libro, el estilo y la construcción del personaje narrador acreditan su titularidad. Otro dilema será la escurridiza “verdad histórica” o el examen de psicológico de la autora.
Los retratos de sus padres son despiadados o, vistos con otro humor, francamente cómicos. Especialmente el que pinta de Octavio Paz, un hombre voluble, edípico, inseguro, cruel, narcisista, controlador de los afectos… El de Elena Garro es la contraparte ineludible de un matrimonio tóxico, mujer sumisa, infantil, deprimida, enferma, real e imaginaria, cobarde pero al mismo tiempo brillante, seductora, ecuánime… La liberalidad sexual de la pareja, por lo que revela y corrobora Paz Garro, fue un veneno conyugal impostado —tolerado con culpas, chantajes y recriminaciones— que sumaba paletadas de carbón a su infierno cotidiano. ¿Qué tanto de fabulación y vendetta hay en estas recordanzas donde la que cuenta la historia se asume como una voz objetiva, equilibrada, sensata y madura en todos los pasajes del libro?
Pasé el detector de mentiras por las páginas de estas memorias y creo que superó la prueba. Tristemente, relatan la historia que arruinó la vida de la hija del Premio Nobel y de la novelista de Los recuerdos del porvenir.
La voz de la narradora es una creación literaria que mezcla la psique de Ana Frank, la de Alicia del País de las Maravillas, Simone de Bauvoir y Marilyn Monroe. Una galería de recuerdos de una niña y de una adolescente —a ratos chocante e inverosímilmente madura— que sobrevive a la guerra conyugal de sus progenitores. Pese a algunas pinceladas de ternura y admiración, la figura de Octavio Paz queda muy mal parada frente a los ojos de la hija. ¿Ajustes de cuentas? ¿Puñaladas al cadáver paterno? En general, el retrato de sus padres es de un trazo expresionista en la estética del esperpento. Hay cierta simpatía por la parentela materna, aunque no se guarda ningún apunte para describir sus miserias y mezquindades.
Las infidelidades de los padres de la autora son parte sustantivas de la autobiografía. El romance de Elena Garro y Adolfo Bioy Casares es de una “tristeza reaccionaria”, rosario de cobardías, laberintos mentales y complicidades perversas. El cinismo donjuanesco del poeta de Libertad bajo palabra de tan aberrante, se torna una caricatura boba. Los pasajes que lo muestran pusilánime ante el talento de su mujer me dejan dudas, pero también, perplejidades: Paz implorando a mujer —en los tempranos cuarenta— que queme sus escritos extraordinarios porque lo van a humillar y claro, ella obedeciéndolo porque en primer lugar está la carrera del poeta de la familia o la ocasión que ruega a “Helenitos” que escriba un artículo atacando La región más transparente de Carlos Fuentes donde aparece un personaje que lo caricaturiza, misión por supuesto llevada a cabo. El relato de las Memorias concluye, deduzco, principios de 1959 con el inminente divorcio de los padres.
*Ernesto Lumbreras (Jalisco, 1966) *De la inminente catástrofe. Seis pintores mexicanos y un fotógrafo de Colombia de Ernesto Lumbreras, edición de la Universidad Autónoma de Nuevo León y de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México publicada en este 2021.Miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte. lumbrerasba@yahoo.es