Terminó el 2024 y en México, por primera vez, tenemos una mujer presidenta –en 200 años- marcando el inicio del camino del cambio generacional donde las niñas y jóvenes tendrán mejores oportunidades para realizarse en donde sus libertades y derechos sean respetados.
Más allá de un tema de género obligatorio por ley, la llegada de Claudia Sheinbaum nos brinda el respaldo para poder participar activamente en cargos de poder, y ser parte de las decisiones de nuestro municipio, estado y país.
Pero lo más importante es que ella buscará que la paridad de género se de en todas las esferas en las que participamos activamente; debemos tener las mismas oportunidades que los hombres, esas oportunidades que, como ella lo expresó, ya buscaban desde tiempo atrás las mujeres independientemente si son indígenas, trabajadoras del hogar, madres, hermanas, tías, bisabuelas, etc.
Garantizar los derechos de las mujeres en general y sus derechos políticos para construir un país libre de violencia, debe ser nuestro propósito para este nuevo año que inicia.