Graciela RAMÍREZ LUNA*
Como miembro de la Barra Mexicana Colegio de Abogados, tengo el honor de desempeñar el cargo de Coordinadora de la Comisión de Igualdad de Género. Es crucial abordar, a través de estas colaboraciones, la conciencia social en torno a la igualdad de género. Este principio se erige como un pilar fundamental en la construcción de sociedades justas y equitativas, adquiriendo especial relevancia en el ámbito legal mexicano, especialmente con el inicio de las precampañas electorales.
A lo largo de la historia, las mujeres han enfrentado desafíos significativos para acceder a cargos políticos. Sin embargo, en los últimos años, México ha implementado medidas legales clave para fomentar la igualdad de género en el ámbito político, destacando la paridad de género como un hito trascendental.
La paridad busca garantizar una representación equitativa, promoviendo la inclusión de mujeres en listas electorales y asignaciones proporcionales de candidaturas. Este enfoque no solo responde a la justicia social, sino que fortalece la democracia al aprovechar la diversidad de perspectivas y experiencias.
La igualdad de género en la participación política no se limita a cifras; implica un cambio cultural y una redefinición de roles. Las leyes, al impulsar cuotas de género, allanan el camino para que mujeres talentosas asuman roles de liderazgo, contribuyendo al diseño de políticas más completas y sensibles a la diversidad de la sociedad.
Es imperativo reconocer que la igualdad de género beneficia no solo a las mujeres, sino a toda la sociedad. La inclusión activa de mujeres en procesos políticos no solo refleja un compromiso con la equidad, sino que también constituye un paso firme hacia una representación auténtica y completa de la pluralidad de voces presentes en México.
La igualdad de género desde una perspectiva legal no es solo un principio a seguir, sino una herramienta vital para construir un sistema político robusto y reflejar la diversidad de la sociedad mexicana. Al continuar fortaleciendo estas medidas, México se encamina hacia un futuro donde la igualdad de género no solo sea un ideal, sino una realidad arraigada en sus instituciones y prácticas políticas.
Es fundamental que, en las campañas que se avecinan, se tome plena conciencia de la existencia de la violencia política, una realidad tan relevante como la violencia familiar. Cuando la violencia política tiene un componente de género, ya sea mediante agresiones basadas en estereotipos o con un impacto diferenciado y desventajoso en las mujeres, debe ser sancionada. El marco legal sobre violencia política contra las mujeres no solo contempla sanciones penales, sino también electorales, junto con medidas de reparación del daño e indemnización, e incluso la restitución del cargo, entre otras. Este enfoque integral garantiza un ambiente político más justo y equitativo para todas las personas.
*Abogada oaxaqueña comprometida con la sociedad, defensora de los derechos de la mujer y la familia. Maestra en Derecho Constitucional, Diplomada en Derecho Sanitario y Auditoría Legal de empresas.
IG / FB: RamírezLunaCorporativo
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