Compartir

Alfredo Martínez de Aguilar

  • AMLO ha topado con la Iglesia, los medios y los intelectuales

  • La Casa Blanca condenó ataques a periodista del New York Times

A 3 meses de ser electa por primera vez una mujer Presidenta, Xóchitl Gálvez, y a 7 meses que concluya el gobierno de la 4T, se fortalece la inminente derrota de AMLO y su candidata. Ha topado con la Iglesia, los medios y los intelectuales.

La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) se solidarizó con los ciudadanos, movimientos, agrupaciones y colectivos que organizaron y participaron en la “Marcha por Nuestra Democracia” y llamó a votar de manera razonada.

Se revierte en contra del presidente Andrés Manuel López Obrador la agresión permanente a los medios de comunicación y periodistas mexicanos y extranjeros con ataques desde la “mañanera”. Recibe la condena mundial.

La vocera de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, Casa Blanca condenó los ataques del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en contra de una periodista del New York Times. “Creemos en la libertad de prensa”, subrayó.

Artículo 19 y Amnistía Internacional se sumaron a la condena de las acciones del Presidente mexicano y se solidarizaron con la periodista estadounidense. Expresaron su preocupación por “el abuso del poder público como una herramienta para intimidar a la prensa”.

YouTube bajó la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador por acoso y bullying, luego que reveló el número telefónico de la periodista Natalie Kitroeff de The New York Times.

El presidente López Obrador divulgó en su conferencia matutina datos personales de Natalie Kitroeff, jefa de Corresponsalía del NYT. Además, arremetió contra el diario estadounidense, al que calificó de “pasquín inmundo“.

“Es algo que no apoyamos, creemos en la libertad de prensa (…) Es importante que la prensa pueda informar en libertad sobre los temas que son importantes para los americanos, de una manera que los reporteros se sientan seguros y a salvo y no exhibidos o atacados”, dijo Karine en conferencia de prensa.

La divulgación de la información personal de la comunicadora generó una serie de críticas en contra del mandatario federal, acusado de vulnerar la libertad de prensa. El INAI investigará la difusión de datos de la periodista del NYT en la conferencia matutina.

En respuesta, el mandatario mexicano dijo que “no fue un error” y aseguró que “no puede haber ninguna ley por encima de un principio sublime que es la libertad, prohibido prohibir”.

La revelación de los datos personales y teléfono particular de la periodista del NYT, Natalie Kitroeff, provocó que fueran difundidos en las redes sociales los teléfonos personales del hijo del presidente José Ramón López Beltrán.

Denunció que con la filtración de su número telefónico ha sido objeto de invasión a su privacidad; igualmente fue filtrado el número celular de la candidata Claudia Sheinbaum, del vocero presidencial, Jesús Ramírez, y del dirigente nacional de Morena, Mario Delgado.

El tiempo nuevamente nos dio la razón. Los medios y periodistas mexicanos y extranjeros empiezan a pasar la factura, con un alto costo político, al presidente López Obrador. ¡Y falta la difusión de videos comprometedores!

“Matar al mensajero”, grave error de AMLO

Al igual que el rey nazarí de Granada, Boabdil que quemó las cartas y mató al mensajero, al recibir la noticia de la caída de Alhambra, AMLO “quema el reportaje del The New York Times y mata al mensajero”, la periodista Natalie Kitroeff.

A semejanza del rey moro Boabdil, AMLO siente que la pérdida de su reino significa el fin de su mandato, pero no permitirá que se convierta en realidad, por lo que todavía intenta demostrar su poder absoluto en México.

López Obrador ratifica la versión moderna de la expresión “matar al mensajero”, al culpar a los medios de comunicación y a los periodistas por dar malas noticias sobre él y su gobierno de la 4T.

AMLO intentó curarse en salud ante un reportaje que The New York Times está preparando sobre presunto financiamiento del narcotráfico al presidente y a sus hijos, en la campaña de 2012.

Es fundamental que la transparencia, la honestidad y la ética sean pilares vitales en cualquier gobierno, especialmente en contextos políticos complejos como el actual en México, en víspera de las elecciones más grandes de la historia del país.

Prevalece, pues, el hecho de que “matar al mensajero” es una respuesta emocional momentánea hacia noticias no bienvenidas, pero no es un método muy efectivo para mantenerse bien informado.

El manejo de la situación por el presidente López Obrador ha sido condenado internacionalmente, ya que en lugar de responder con prudencia y estrategia, decidió exponer a la periodista que lo cuestionaba durante su conferencia matutina.

Esta acción podría interpretarse como una manera de desviar la atención o incluso de atacar a la prensa, lo cual tendrá consecuencias negativas al unir a los periodistas estadunidenses en un gran frente en contra del presidente mexicano.

La politóloga y escritora mexicana Denise Dresser explica que AMLO sigue el guion de siempre: Ataca a la periodista y al medio, buscando desacreditar a la mensajera para también desacreditar y minimizar el mensaje.

Revela datos personales de la periodista para amedrentarla/intimidarla. Viola preceptos éticos al cuestionar el reportaje antes de su publicación y revela una actitud de evasión al rehusarse a responder al cuestionario enviado por la periodista.

Transforma una investigación periodística legítima en un complot en su contra. El hecho innegable es que están saliendo a la luz indagatorias sobre la relación del narco con López Obrador y su grupo cercano que merecen ser tomadas con seriedad.

“Quemar el reportaje del The New York Times y matar al mensajero”, es un grave error de cálculo político de Andrés Manuel López Obrador, empezando porque a diferencia de los periodistas mexicanos, los estadunidenses sí son y están unidos.

Así lo confirma la estrecha colaboración en sus reportajes entre los periodistas estadunidenses Tim Golden de la agencia ProPublica y Steven Dudley, codirector y cofundador de la fundación InSight Crime.

 

 

Compartir