Guadalupe PÉREZ*

PUEBLA,PUE.-Recientemente existe una concepción negativa de la salud, considerándola como el estado de ausencia de enfermedad, incapacidad o invalidez. Si bien, la salud es un bienestar integral donde las condiciones sociales determinan nuestro estado de salud, también juega un papel muy importante como promotor y procurador, que, por medio de actividades encaminadas a garantizar la protección, mantenimiento y acercamiento, decreta que hay tres niveles en la prevención de enfermedades de salud mental, que mencionare en este artículo como invitación a todos los lectores a estar atentos a esta sintomatología.

El plan nacional de salud mental, describe algunas de las problemáticas que sufre la sociedad en sus servicios de salud

“La estigmatización y discriminación de las poblaciones, núcleos y personas en situación de vulnerabilidad” y “La falta de implementación de dispositivos con eje en la prevención primaria y en la promoción de la salud, contenga disciplinas artísticas como herramientas de abordaje mental”

Es fundamental fomentar un cambio de actitud que asegure la garantía plena de los derechos humanos, evitando su exclusión y estigmatismo. Y ¿Cómo es que el arte puede ayudar promover dichos cambios? El área de arteterapia, es un dispositivo artístico que permite a la persona crear y recrear nuevas producciones a partir de su subjetividad, con objetivo de estimular la recuperación, promoviendo lazos comunitarios en contraposición de las practicas manicomiales, que apuestan por la pérdida de subjetividad y autonomía, provocando estigmatización y encierro.

No se necesita experimentar o presenciar dichos actos para entender los procesos de inadaptación que viven esas personas, los espacios artísticos como dispositivos arteterapéuticos son una construcción muy compleja en el campo socio –cultural y político- histórico en nuestro país. El potencial del arte como herramienta trasformadora del ser, desde una perspectiva humana contribuye un aporte fundamental para revertir, cuestionar algunos de los estigmas presentes, tanto en sociedad como en instituciones actuales.

Dentro de los tres niveles de prevención de enfermedades encontramos la Primaria: donde las actividades de naturaleza biológica, psicológica y social impiden la aparición de enfermedades; en la Secundaria: engloba todas las actividades enfocadas en la detección temprana de síntomas de enfermedad con el objetivo de eliminar secuelas derivadas de las patologías. Y por último encontramos las Terciarias, que son todas aquellas acciones destinadas a minimizar el impacto de las enfermedades, reduciendo sus consecuencias, ayudando a su adaptación y prevención de las recaídas.

Con este apartado preventivo en fases, nos podemos dar cuenta de la importancia que tienen las actividades de la vida cotidiana en relación con nuestra salud mental, ya que menciona prácticamente todos los ámbitos en donde nos desenvolvemos y que podemos hacer para enlentecer los procesos degenerativos, analizar los niveles de prevención y alarma para generar consciencia, enfoque y detección de factores de riego y como evitarlos.

 

* Licenciada en Artes Plásticas con Máster en Arteterapia. Residente de la Ciudad de Puebla de los Ángeles, tiene 29 años de edad y en los últimos 5 años ha explotado ambas profesiones en el ámbito geriátrico.

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