José Carlos López Hernández
No me es fácil redactar la presente columna, ya que, al hacerlo, es inevitable no sentir a las y los que ya no están con nosotros y nosotras, y no pensar en las y los que estamos, pero que dejaremos de vivir, pues tal y como lo dijo el buen hidrocálido José Guadalupe Posada:
“La muerte es democrática, ya que a fin de cuentas, güera, morena, rica o pobre, toda la gente acaba siendo calavera” (Cultura colectiva, s.f., párr. 3)
Figura 1. La muerte según Posada |
Figura 2. Vladímir Jankélévitch (1903-1985) |
Así, en medio de una noche estrellada como bombilla que alumbra, me pregunto si se puede sentipensar esa incertidumbre que deviene en una certidumbre humana denominada muerte. Por ello, ante un cielo nocturno, les confieso, a ustedes, las y los lectores de la Revista Mujeres Shaíque, que desde pequeño, el tema de la muerte es algo que ha rondado mi vida cotidiana al grado de convertirse en un camino problematizador entre la incertidumbre y la certidumbre como antesalas de la existencia, ya que podríamos decir que la muerte es uno de los problemas, quizás el único por antonomasia, que le ha quitado el sueño a la humanidad a través del tiempo.
Figura 3. Entre una vela y la muerte |
Entonces, sentipensar la muerte, se convierte a su vez, en la oportunidad de tener un posicionamiento existencialista, encapsulado en una serie de momentos prismáticos que dispersan múltiples significados y sentidos en torno al instante de la mortalidad. Por ende, ahora sentado en medio de la oscuridad de un cuarto y con la luz de una vela como compañera, me percato de la oportunidad de sentir y pensar la muerte de familiares y amistades que ya no están, de otros y otras que no conozco, pero que partirán, así como de mi propia muerte, la cual, cada día me llena de certeza, pero también, día a día me resisto a creer, a resignarme, pues tiendo a caer en la tentación de la negación sobre la finitud humana.
De tal forma que la muerte de ellas y ellos, nosotros y nosotras, él o ella, su muerte o mi muerte, no son más que como expresaría el filósofo francés Vladímir Jankélévitch (2017), un conjunto de movimientos de nada hacia ninguna parte. Por lo tanto, ¿qué sentido tiene sentipensar una serie de momentos existenciales que se condensan en la irrevocabilidad del instante mortal?
Figura 4. Movimiento de nada hacia ninguna parte |
Lo anterior, cobra sentido ya que la muerte, desde mi punto de vista, es un instante del que pueden hacerse reflexiones filosóficas, históricas, políticas, económicas, antropológicas, sociológicas, psicológicas, demográficas, criminológicas, tanatológicas, biológicas, químicas, médicas, psiquiátricas, psicoanalíticas, metafísicas, religiosas, entre otras, pues la certeza que nos da ese fenómeno donde nos alcanza la finitud, es el que nos hace sentipensar la vida. Sin embargo, ¿son lo mismo? Jankélévitch (2017) expresó lo siguiente:
Cuando el nacimiento se produce, la muerte es un futuro lejano aún inexistente. En consecuencia, la muerte y el nacimiento no son simétricos. La simetría es espacial. No es temporal. Son dos cosas incomparables. Ahora, uno tiene el derecho de hablar de ello. La vida humana comienza por el nacimiento y termina con la muerte. Entre esas dos cosas no hay nada en común. No son nunca dados juntos en una experiencia simultánea. Y si se los compara, aun cuando sean incomparables, es para decir que eso cambia completamente, porque en el nacimiento la nada está antes, mientras que en la muerte está después. (p. 13)
Siguiendo esa línea argumentativa, sostendré que sentipensar la vida y la muerte se convierte en un artefacto de reflexividad sobre la nada como parte de un diálogo existencial de presentes incesantes. Es así como sentipensar la muerte, nos ayudará a vislumbrar que, esta última, nos otorga seguridad existencial, ya que: “[…] es la presencia latente de esa muerte la que hace las grandes existencias, la que les brinda su fervor, su ardor, su tono. Se puede decir entonces que lo que no muere no vive” (Jankélévitch, 2017, p. 15).
En ese marco, sentipensar la finitud de la existencia humana es un acto que refleja el instante donde las y los seres humanos demostramos que tenemos una conciencia que nos sirve para tomar conciencia de ese movimiento de nada hacia ninguna parte. Por esa razón, esta noche de soledad ansiosa saturada de sentires y pensares que batallan con los sentidos y sinsentidos de la vida y la muerte, me traslada a su vez, a lo que Jankélévitch (2017) denominó la enfermedad de la finitud, pues, la muerte es la enfermedad de las y los sanos, las y los enfermos y las y los que no tienen nada.
Figura 5. Existencia |
Así, esta noche y el reflejo de una sombra en la pared que parpadea ante el baile de una vela que destella desesperada en medio de la oscuridad, me hacen sentipensar, en lo desesperante que es cobrar conciencia de la muerte, pues, esta última, trasmuta a una multiplicidad de sinsentidos que otorgan las ausencias de futuros (Jankélévitch, 2017). No obstante, es irónico sentipensar la certeza de nuestra muerte, y, a pesar de ello, luchar por no dejarse persuadir ante la inevitabilidad que gira en torno a la finitud humana.
Diremos entonces, tal y como lo expresaba Jankélévitch (2017), que de la muerte no se aprende nada, ya que -existencialmente- es un movimiento de nada hacia ninguna parte que sólo se experimenta una ocasión en la vida, y esa ocasión, a su vez, se convierte en la última. En síntesis, morir es existir y es ese sinsentido el que le da ráfagas de sentidos a nuestras existencias, pues, la muerte es ese “[…] sinsentido que brinda un sentido, negándoselo” (Jankélévitch, 2017, p. 28).
*Egresado y docente de la Facultad de Sociología de la Universidad Veracruzana. Integrante del Comité Editorial de Sociogénesis. Docente invitado de la Universidad Pedagógica Veracruzana.
Lista de referencias
Cultura Colectiva. (s.f.). Letras. Frases de José Guadalupe Posada para perderle el miedo a la muerte. https://culturacolectiva.com/letras/jose-guadalupe-posada-frases-sobre-la-muerte/
Jankélévitch, V. (2017). Pensar la muerte. FCE.
Lista de figuras
Figura 1. La muerte según Posada. Recuperado de https://www.noesis.com.mx/post/la-catrina-de-jose-guadalupe-posada
Figura 2. Vladimir Jankélévitch (1903-1985). Recuperado de https://www.humanite.fr/culture-et-savoirs/vladimir-jankelevitch/exposition-vladimir-jankelevitch-comme-un-vent-dechirant
Figura 3. Entre una vela y la muerte. Recuperado de https://create.vista.com/es/unlimited/stock-photos/385125176/stock-photo-candles-in-the-dark-memorial/
Figura 4 Movimiento de nada hacia ninguna parte. Recuperado de https://www.bbvaopenmind.com/humanidades/sociologia/recomendamos-el-significado-de-la-existencia-humana-de-edward-o-wilson/
Figura 5. Existencia. Recuperado de https://es.aliexpress.com/item/1005002536660668.html