El exilio es una condición que define y redefine continuamente quiénes somos, un estado perpetuo de desplazamiento y búsqueda de un hogar que nunca parece estar al alcance. Adania Shibli, Minor Detail, 2020.

¿Quién plantó el terrorismo en nuestra área? Algunos vinieron y se llevaron nuestra tierra, nos obligaron a salir, nos forzaron a vivir en campos de refugiados. Creo que eso es terrorismo. Usar medios para resistir a este terrorismo y detener sus efectos — eso se llama lucha. Leila Khaled

Sindy HOLANDA OLIVEIRA*

Figura 1. Leila Khaled: Anticolonialismo

En un contexto donde las vidas palestinas, especialmente las de las mujeres, son trágicamente arrebatadas por un Estado genocida, es crucial visibilizar las trayectorias de resistencia de las mujeres palestinas. Es necesario alejarse de los estigmas y exotismos que Occidente inventa y utiliza frecuentemente para controlar a estas mujeres y justificar sus atrocidades en Oriente Medio. Para el feminismo occidental, esta reflexión sirve como recordatorio de la multiplicidad de experiencias de las mujeres y de la diversidad de sus demandas sociales. La trayectoria de Leila Khaled ofrece una oportunidad para reconocer la complejidad y la agencia de estas mujeres, así como para criticar las narrativas simplistas, reduccionistas y salvacionistas que las encierran en la figura de mujeres oprimidas y sin voz. Como destacó Lila Abu-Lughod, la tendencia de imponer un modelo occidental de derechos y feminismo como universal ignora las realidades locales y las formas específicas de resistencia y reivindicación que las mujeres desarrollan en sus propios contextos.

Lejos de los estereotipos de mujeres oprimidas y de los exotismos sexualizados asociados a las mujeres orientales que necesitan ser salvadas por Occidente, Leila Khaled se destaca como un ejemplo de postura revolucionaria. Su resistencia y empoderamiento femenino, vinculados a las luchas anticoloniales y a una perspectiva marxista-leninista, demuestran que las mujeres palestinas no necesitan de salvación externa; al contrario, son agentes de su propia lucha política.

Figura 2.  Resistencia y empoderamiento

Nacida en Haifa en 1944, durante el mandato británico en Palestina, Leila Khaled y su familia fueron desplazados al Líbano tras la creación del Estado de Israel en 1948. Establecidos en Beirut, Khaled comenzó sus estudios en la Universidad Americana de Beirut, donde se graduó en Ciencias Sociales y Política, y se involucró en actividades políticas y revolucionarias. El evento conocido como Nakba, que expulsó a más de 700 mil palestinos y palestinas de sus tierras, fue fundamental para la construcción de la identidad, memoria y lucha política de las y los palestinos, marcando profundamente la experiencia colectiva de desplazamiento y resistencia contra la opresión colonial. Esta experiencia de expropiación, borrado y vida bajo ocupación se describe en la novela Minor Detail de la escritora palestina Adania Shibli.

Figura 3. Por todos los medios

Educada en un entorno que combinaba tradiciones árabes con una creciente conciencia política, Khaled se unió en la década de 1960 al Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), un grupo marxista-leninista que buscaba la liberación de Palestina por medios armados. Se destacó por su participación en secuestros de aviones, notablemente en 1969, cuando se convirtió en la primera mujer en llevar a cabo tal acción. Uno de estos secuestros involucró un vuelo de Trans World Airlines desviado a Damasco, Siria. Ningún pasajero resultó herido y todos fueron liberados tras el aterrizaje. En otra acción en 1970, intentó secuestrar un vuelo de El Al de Ámsterdam a Nueva York, pero fue detenida por unos agentes de seguridad que se encontraban en el avión y posteriormente arrestada y liberada en un intercambio de prisioneros. Estos eventos atrajeron la atención mundial y pusieron la cuestión palestina en el centro de las discusiones internacionales.

El discurso occidental a menudo ha etiquetado a Khaled como terrorista, invisibilizando la lucha política que ella representaba. Esto nos lleva a cuestionar el concepto de terrorista, frecuentemente utilizado por Occidente, especialmente por Estados Unidos, para demonizar a aquellos que se defienden a través de medios violentos contra una opresión que también les ha sido impuesta de forma violenta. La figura del “terrorista árabe”, creada por la industria cultural y los discursos políticos occidentales, es una construcción política que busca manejar comunidades no deseadas y producir “cuerpos punibles”. Como observó Eduardo Galeano, el terrorismo de Estado crea terroristas, odio y coartadas.  Occidente a menudo no cuestiona si sus propias acciones, como las guerras y ocupaciones coloniales en Oriente Medio, constituyen una forma de terrorismo. ¿En qué categoría diplomática occidental se encuadrarían las atrocidades cometidas en Abu Ghraib?

Figura 4. ¡Palestina libre!

Las reivindicaciones de Khaled se concentran en la búsqueda de la liberación nacional y la justicia social para el pueblo palestino. Para ella, la lucha palestina no debe ser vista únicamente como una respuesta a una ocupación militar, sino como una resistencia legítima a un sistema que niega derechos fundamentales y perpetúa injusticias. Khaled argumenta que la violencia ejercida por los ocupantes, frecuentemente manifestada en la expropiación de tierras y desplazamiento forzado, configura una forma de terrorismo. Esta visión articula una crítica profunda a lo que ella percibe como una injusticia sistemática y señala una definición más amplia de terrorismo que incluye prácticas de opresión y ocupación.

Figura 5. Leila Khaled-Luchadora palestina

Frecuentemente retratada con un rifle AK-47 y usando un keffiyeh, Khaled se ha convertido en un símbolo de resistencia y empoderamiento femenino. Su trayectoria representa una lucha más amplia por la autodeterminación, influenciada por un contexto histórico de colonización, desplazamiento y resistencia. El legado de Khaled, que hoy sigue en su lucha política por Palestina aunque por otros medios, se basa en la resistencia como un derecho legítimo de los pueblos ocupados, el derecho del pueblo palestino a luchar por su tierra y libertad y el papel de las mujeres en esa resistencia y lucha por la justicia social. Su trayectoria destaca por la importancia de llamar la atención del mundo hacia la causa palestina, una causa que debería resonar con todos los pueblos oprimidos. Como afirmó Frantz Fanon, la violencia puede ser un medio necesario e inevitable para los pueblos colonizados. Expropiados de casi todo, los pueblos colonizados, como sostuvo Malcolm X, deben luchar por la libertad por cualquier medio necesario, incluyendo la violencia.

 

 

Figura 6. Leila Khaled hoy

 

 

* Doctoranda en Sociología por la PPGS-UFC. Maestra en Antropología Social por la PPGAS/UFRGS. Licenciada en Ciencias Sociales por la UFC.

 

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