José Carlos López*

XALAPA, VER.-  Abriré la presente alquimia recuperando a la especialista en ciencia política Victoria Murillo, la cual, advierte que la coyuntura de América Latina se puede entender a partir de una serie de protestas de corte multidireccional entrelazadas en torno a dos catalizadores:

  1. Las desigualdades

2.-Los cuestionamientos en torno a la democracia

Por lo anterior, dichos catalizadores que plantea Murillo nos ayudan a comprender la serie de protestas y movimientos vividos como antesala a la COVID-19 en América Latina y manifestados a través de estallidos sociopolíticos y socioeconómicos, tales como: las protestas contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro en Venezuela, las cuales, condujeron a que el 23 de enero de 2019, el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Juan Guaidó, se proclamará presidente interino, convocando a su vez, a una multitudinaria manifestación. Dicho proceso, generó enfrentamientos entre chavistas y la oposición, los cuales, explotaron en abril de 2019, cuando se dio una confrontación política entre Guaidó y su Operación Libertad en contra del gobierno de Maduro, quien, a su vez, la denunció como parte de un Golpe de Estado; en Honduras, el gobierno del presidente Juan Orlando Hernández enfrentó un conjunto de manifestaciones -durante todo el 2019- encabezadas por diferentes trabajadores y trabajadoras de los sectores de la educación y la salud, ya que luchaban en contra de la derogación de una serie de decretos que apuntaban a un proceso de privatización en ámbitos educativos y de salud pública; durante el mes de julio de 2019, la indignación colectiva en Puerto Rico, conocida como El perreo que derrumbó al gobernador Ricardo Rosselló Neváres, se suscitó debido a un gran número de escándalos en torno a la divulgación de mensajes -de chat- crudos, sexistas y homófobos entre el gobernador y los integrantes de su círculo de confianza; el 30 de septiembre de 2019, el presidente de Perú, Martín Vizcarra, disolvió el Congreso y convocó a nuevas elecciones legislativas. No obstante, al anunciar dicha disolución del Congreso, se vivieron varias protestas que denunciaban al presidente como un dictador; el peso del movimiento indígena en Ecuador vs una serie de reajustes económicos denominados El paquetazo (eliminación de subsidios a los combustibles) del presidente Lenin Moreno se tradujo en protestas masivas que pusieron en jaque al gobierno. Por lo anterior, el 14 de octubre de 2019, el presidente Moreno tuvo que anular el decreto; en Chile, a mediados de octubre de 2019, se desplegaron varias protestas debido a los aumentos en el precio de los boletos del metro de Santiago, lo cual, generó gritos estudiantiles que expresaban lo siguiente: ¡Evadir, no pagar, otra forma de luchar!, por ende, la medida tuvo que ser retirada por parte del presidente Sebastián Piñera. Días después, el presidente anunció un aumento en las pensiones y la estabilización de los precios de la luz, sin embargo, a pesar de tales medidas a favor de la población, se mantuvo una atmósfera de descontento social por parte de las y los chilenos, ya que denunciaron violaciones sistemáticas a los Derechos Humanos, lo que a su vez, produjo que -en noviembre de 2019- el Congreso lanzará un acuerdo para redactar una nueva constitución que se deshiciera del fantasma de los años 70 y 80 de la dictadura de Augusto Pinochet; después de 14 años del gobierno de Evo Morales en Bolivia, dicho presidente tuvo que renunciar -en noviembre de 2019- en medio de una crisis sociopolítica debido a un supuesto fraude electoral vivido el 20 de octubre. Sin embargo, hay otras versiones que manejan un Golpe de Estado contra Morales y una ola de violencia hacia los y las indígenas por parte de la autoproclamada presidenta interina Jeanine Áñez; Colombia fue escenario de protestas debido al descontento social contra el gobierno del presidente Iván Duque, lo que, a su vez, produjo que sectores sindicales, estudiantiles, indígenas y magisteriales convocaran a marchas -en noviembre de 2019- en contra del gobierno nacional, ya que lo acusaban de asesinar a lideres sociales y la implementación de un conjunto de reformas estructurales conocidas como el paquetazo de Duque; El regreso a la izquierda peronista-kirchnerista con la victoria de Alberto Fernández en las elecciones presidenciales en Argentina ante la fatídica administración neoliberal de Mauricio Macri; los años de 2018, 2019 y 2020 se caracterizaron por la REVOLUCIÓN FEMINISTA experimentada en países como Chile y el movimiento Ni una menos en el año de 2018; Argentina y el Triunfo de los Pañuelos Verdes como símbolo de la regulación del aborto en mayo de 2019; México y la Huelga Feminista contra la violencia machista en noviembre de 2019, Venezuela y el Movimiento Feminista vs la Violencia de Género y el Patriarcado en diciembre de 2019; Colombia y sus Manifestaciones Feministas vs la Violencia de la mujer en marzo de 2019; Brasil y la denuncia de las mujeres ante la Invisibilización de las Políticas de Género el 8 de marzo de 2019; y Nicaragua y la lucha por el Reconocimiento y efectivo ejercicio de los derechos de las mujeres.

Dicho marco contextual de efervescencia política y crisis pandémica nos exige SENTIPENSAR dos preguntas problematizadoras a finales de este 2021:

  1. ¿Qué significan las manifestaciones de la ciudadanía antes, durante y después de una crisis sanitaria, social, política y económica?
  2. ¿Qué nos dice la criminalización y represión de tales manifestaciones?

Definitivamente nos alientan a entender la fragmentación, polarización y el malestar social, así como, el desbordamiento de los escenarios políticos y las promesas incumplidas de las transiciones democráticas. En ese marco, Murillo construye una contextualización que le permite identificar como en los años 80 se vivió una crisis económica denominada la DÉCADA PERDIDA; década que la mayoría de los politólogos entendieron con base en dos hipótesis:

  1. Las jóvenes democracias no sobrevivirían a la pobreza y a la desigualdad
  2. Las elites interrumpirían el proceso

Es decir, los años 1989, 1990 y 1991, caracterizados por la Caída del Muro de Berlín y la Desintegración de la URSS representaron el fin de la Guerra Fría y de una geopolítica de corte bipolar, para transitar, a una geopolítica unipolar de expansión global del capitalismo como sistema, del neoliberalismo como modelo y de la globalización como proceso. Lo anterior, ha significado una constante reconfiguración de la política en América Latina, por ejemplo, en Sudamérica, tenemos los casos de Venezuela, Ecuador, Bolivia, Argentina y Uruguay.

Es decir, este nuevo milenio nos muestra una geopolítica nueva caracterizada por la demanda asiática de materias primas, que, a su vez, le permitieron a Sudamérica experimentar políticas redistributivas, reducciones de la pobreza y la desigualdad, expansión en los sistemas educativos y la emergencia de nuevas clases medias. No obstante, para el año 2004, el fin del Boom de las materias primas generó deterioro económico, inseguridad ciudadana y el vínculo entre el crimen organizado y la complicidad estatal, lo cual, repercutió en un retroceso considerable de la movilidad social y un alza en la corrupción política.

Para el año 2019, se viven reajustes fiscales en Ecuador, Chile, Colombia; para el 2020, una pandemia que entrelazó las cuarentenas y miedos en el marco de un Aislamiento Social Preventivo Obligatorio (ASPO) que fue acallando las protestas, así como, recesiones económicas que visibilizaron desigualdades estructurales en campos laborales, educativos y políticos. Lo anterior, motivó una serie de protestas juveniles que encapsularon la politización de las desigualdades.

Por lo tanto, diremos que los tres escenarios resultantes de la bola de nieve contextual de finales de 1980 a los años 2000 se pueden sintetizar en: fragmentación (desestructuración política); continuidad de la polarización; escenarios de incertidumbre. Dicho contexto, nos ayuda a comprender porque el economista Alberto Olvera argumenta que la historia democrática de América Latina ha vivido una fase crítica que encierra dos elementos clave para su comprensión: el fin alcista de las materias primas y el desgaste de instituciones democráticas frágiles.

Por ende, es recomendable que los análisis de la democracia tomen en cuenta 5 GRANDES nodos problematizadores: la emergencia global de los populismos, el arribo de los nacionalismos, el desborde de las supremacías étnicas, la complejidad inmersa en las múltiples formas de desigualdad social, política, económica y cultural y la insostenibilidad ambiental como producto de un capitalismo global.

Lo anterior, evidencia 5 problemas centrales: la vaguedad de la idea de democracia, la ampliación del concepto de democracia traducido en directa y participativa, el abuso del uso conceptual de CRISIS que tiende a vaciarse de sentido, el incremento de los populismos y la percepción social de inseguridad que deviene de un mal funcionamiento de los sistemas jurídicos. En ese marco, cobra sentido la narrativa propuesta por el sociólogo e historiador Pierre Rosanvallon, la cual, defiende que los populismos triunfan debido a democracias tradicionales imperfectas, mostrando a su vez, porque los populismos se han convertido en una visión política, económica y social que se desprende de una nueva filosofía sociopolítica.

Es así, como los populismos, se apoyan de la demonización de los adversarios políticos, ya que los partidos populistas expresan críticas sustentadas en una economía política enmarcada en un modelo NACIONAL-PROTECCIONISTA que nos ayudará a observar, describir, comprender, interpretar y tratar de explicar el arribo de las DEMOCRADURAS (dictaduras de los elegidos) que domestican tres factores claves que coadyuvarían a aumentar la calidad de la democracia: la sociedad civil activa, la prensa dinámica y las instituciones sólidas.

 

* Egresado y docente de la Facultad de Sociología de la Universidad Veracruzana, región Xalapa. Integrante del Comité Editorial de Sociogénesis. Revista Digital de Divulgación Científica de la Facultad de Sociología de la UV. Docente invitado de la Universidad Pedagógica Veracruzana. Jefe de la Oficina de Actividades Recreativas y Culturales, Asesor Académico, Coordinador del Programa Institucional Imaginación al vuelo. Promoción y gusto por la lectura e Integrante del Equipo para la Igualdad de Género de la Secretaría de Educación de Veracruz.

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