Kevin Cruz*

Alejandro Karo, es originario de Hermosillo, Sonora, nacido el 23 de junio de 1993. En el año 2015, Karo quedó seleccionado en el taller de música para cine de la productora Bertha Navarro (Laberinto del Fauno), en la Universidad Nacional Autónoma de Ciudad de México (UNAM). Desde entonces, se ha desarrollado como compositor en producciones mexicanas como “Mis Demonios Nunca Juraron Soledad”, “Deseo Deseo”, “Jesús de Nazareth” del aclamado director Rafa Lara, “Bocetos”, “Las Leyendas: El Origen” disponible en VIX PLUS y “Conversaciones” disponible en Amazon Prime.

Como orquestador para diferentes compositores, ha trabajado en películas como “Silencio” (Amazon Prime), “La Leyenda del Charro Negro” (Disney Plus y Netflix), preparación musical para “El Complot Mongol” (Amazon Prime), “Ahí Viene Cascarrabias” (Disney Plus y Netflix), entre otras.

En el año 2018, fue acreedor del premio Best Original Score por su score compuesto para la película “Deseo Deseo” en el Hexploitation Film Festival de Canadá y el Premio Mejor Música Original en los premios Pantalla de Cristal en la Ciudad de Mexico.

MARK es el nuevo álbum del compositor Alejandro Karo, el cual lleva por título sus iniciales y se lanzó el pasado 29 de julio 2022 por medio de la empresa discográfica de música para cine Plaza Mayor Ltd. El álbum contiene 11 piezas instrumentales para piano y sintetizadores, y cuenta con la participación del Quinteto Pitic. El álbum fue grabado en La Cantera Estudio y fue mezclado y masterizado por el productor Alberto Medina.

Recientemente, el 31 de marzo de este año lanzó su nuevo EP titulado HOM, el cual se compone de 6 piezas para piano solo.  Además,  el compositor se encuentra trabajando música para la caricatura Bliparoos.

Alejandro Karo es uno de los compositores de música para cine más jóvenes e importantes en México. Amablemente nos concedió una entrevista en exclusiva para la Revista mujeres Shaíque.

Alejandro, comenzaste tu carrera estudiando piano ¿En qué momento surge el interés en la música para cine?

Surgió porque a mí siempre me ha gustado la tecnología y la música. Descubrí que con la música para cine podía combinar esos dos mundos. Software, hardware, computadoras, instrumentos, conocimiento musical teórico y partituras son parte de mi día a día, y con esos elementos puedo hacer cualquier tipo de música, cualquier género. Con la música para cine me sentí muy conectado desde el inicio y me siento muy cómodo porque tengo lo mejor de estos mundos: la música clásica y el mundo digital.

La música minimalista ¿Qué representa para ti?

¡Qué buena pregunta! En mis inicios como compositor, empecé con la música minimalista y hasta la actualidad, me mantengo en el mismo concepto en mis proyectos personales. La música minimalista representa el poder hacer lo que puedas con mínimos recursos. En ciertas ocasiones, en el cine te dicen: vamos a trabajar con lo que tenemos. Cuando compongo para cine, no pienso en componer minimalista, sino en hacer algo más sencillo, íntimo y que eso genere algo. La música minimalista fue mi acercamiento a lo que hago ahora.

Eres de los compositores de música para cine más jóvenes. ¿Qué mensaje les llevarías a los demás jóvenes que quieren dedicarse a lo que tú haces profesionalmente?

Nuestro trabajo es incierto, hay mucho miedo. Yo sigo teniendo miedo a pesar que éste es mi trabajo. Yo creo que en cualquier ámbito artístico siempre va a haber inseguridades, hasta John Williams las debe tener. Cuando me llega una película nueva, me enfrento al miedo de no saber qué hacer, soy una página en blanco, incluso, compositores más renombrados me dicen sentir esta incertidumbre al crear. Considero que es algo muy común.

Ser creativo no es fácil… ¿A qué obstáculos te enfrentas día con día como compositor?

Sin duda alguna, a las distracciones de hoy en día como las redes sociales, aunque es importante saber cómo bloquearlas. Yo creo que después de la pandemia comenzamos a relacionarnos más con la tecnología y es aún más complicado para las personas mantenerse enfocado. Como creativo, me resulta fácil distraerme.

¿Cuáles consideras que han sido los proyectos más significativos de tu carrera?

En cine, mi proyecto más importante fue “Ahí Viene Cascarrabias” (2018), en donde orquesté la música de James Brett. Y, por supuesto, mis proyectos personales como mi álbum “MARK” que publiqué el año pasado y en marzo de este año salió “HOM”. En general, cada proyecto musical personal es especial para mí, porque es como a mí me gusta sonar. En el cine recibo órdenes de alguien externo, no es del todo mi creatividad; yo transformo esas ideas que tienen los productores y le doy forma musical, pero esas ideas no tienen su raíz en mí. Si yo quisiera que la gente supiera como sueno, sería con mi música personal, así me gustaría que me recordaran.

Tienes una carrera consagrada ¿Cuál consideras que sería la siguiente meta por alcanzar?

Quiero seguir haciendo música para cine y recibir proyectos cada vez más grandes. Aunque ahora estoy apostando por hacer conciertos de mi música (ya he iniciado con algunos y lo disfruté). El hacer música en vivo es especial, con la música para cine estoy todo el día encerrado en un estudio. Cuando haces música en vivo, tienes la experiencia que cada interpretación es diferente por estar en un espacio y tiempo único; la atmósfera siempre es distinta y ahora con los conciertos en vivo, estoy disfrutándolo mucho.

Desde el inicio fuiste muy fiel a tu estilo y propuesta ¿Cómo fue abrirte paso?

Lo principal fue que nunca busqué que la gente entendiera lo que yo hacía, ni siquiera en lo que pensaba mi familia. No daba importancia tampoco a los malos comentarios. Siempre hice lo que yo quería con mi música y gracias a Alejandro del pasado que se enfocó tanto en ese sueño y creyó en sí mismo, hoy vivo 100% de hacer música y me satisface económica y espiritualmente el seguir haciéndolo.

“Yo aconsejo a las personas en hacer lo que sueñan, en ser ustedes mismos sin importar lo que diga la gente”, finalizó el compositor sonorense de música para cine.

 

 

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