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La violencia crea más problemas sociales que los que resuelve.

Martin Luther King

 

Alexandra MARTÍNEZ DE AGUILAR*

 

Así como lo indica el título, el subsecretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Ricardo Mejía Berdeja, describió los sucesos violentos sucedidos en agosto en Jalisco, Guanajuato, Michoacán, Baja California y Chihuahua, durante la Conferencia de Prensa en Palacio Nacional.

“Los decomisos de drogas, metanfetaminas, cocaína, el aseguramiento de armas y las detenciones han mermado esta capacidad criminal. Como reacción a estas acciones y para buscar generar un impacto social, los grupos delictivos han realizado estas acciones con un propósito de propaganda criminal para buscar generar sicosis social ante su disminuida capacidad delictiva”, aseveró. Asimismo, enunció que el gobierno federal ha logrado decomisos, grandes detenciones de capos así como desmantelar la capacidad logística y financiera de los grupos; y que ello es una reacción a la disminuida capacidad delictiva que han sido resultado de los operativos del gobierno federal y por ello buscan generar sicosis social:

El titular de la Secretaría de Gobierno (Segob) indicó que la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) aseguró que se tienen 13,700 millones de pesos retenidos a personas físicas y morales vinculadas a los grupos criminales y narcotráfico. Y Rosa Icela Rodríguez, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), testificó que pese a los hechos violentos registrados “hay gobernabilidad y estabilidad en el país”.

Y por último, y de suma importancia, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), afirmó que sus adversarios políticos “exageran” los hechos ocurridos en últimos días como parte de una campaña negra contra su gobierno.

“Vamos bien, no se dejen manipular, es evidente, no sé si haya conexión, mano negra, si se haya articulado, lo que no tengo duda es que nuestros opositores los corruptos sí ayudan en la propaganda negra (…) No hay nada que temer, estamos trabajando y cuidando al pueblo”, expresó.

Definitivamente, la violencia sucedida en esos estados mencionados ha puesto nuevamente en la mira que México es un país donde contrarrestar la inseguridad tendrá efectos colaterales de grandes dimensiones.

¿Qué se insinúa con lo suscitado? Que ello haya sido ordenado desde Palacio Nacional para justificar que la Guardia Nacional pase al control formal de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), como se rumora. Que la disputa de territorios que ya se tenían bajo control por la Sedena, se desequilibró. Que el gobierno inclina la balanza hacia un grupo criminal al depender de grupos que aunque se encuentran al margen de la ley (líderes de diversos sectores) mantienen conexiones con el crimen organizado. Que los enfrentamientos desaparecerán cuando un solo grupo controle México. O, inclusive, que el gobierno busca movilizar al crimen organizado para aterrorizar a la población y por ende, arrinconar a la oposición.

Son especulaciones, algunas teorías que tal vez suenen a conspiración, que se han develado no de ahora, sino desde hace tiempo con quienes han ocupado la silla de la máxima autoridad en el país.

Obviamente, no soy experta en esto, y solo les comento los rumores en torno a ello, pero no puedo vendarme los ojos y no ver que la tarea de quienes velan por la seguridad nacional, en vez de dejarnos tranquilos, nos hacen cuestionarnos si también podemos ser víctimas de delincuentes que actúen con total impunidad como en aquellos estados y cuándo seremos víctima de ello.

A la par, por lo menos a mí, me deja un sabor de boca agridulce ver cómo los criminales han superado a los elementos de seguridad pública dejando a sus familias sin un integrante y ante la incertidumbre habrá represalias durante su velorio/sepelio por su trabajo. No olvidemos que ellos son padres o madres de familia, son hijos, hermanos, amigos, en fin.

Quizá (y lo deseo vehementemente para los míos y para todos) no estaremos sujetos al riesgo de morir asesinados o ser secuestrados, pero lo aberrante es que cada vez más nos acostumbramos a los altos niveles de delincuencia, situación que comenzó a hacerse más evidente desde diciembre de 2006 cuando Felipe Calderón declaró la guerra a al narcotráfico.

Vale la pena mencionar lo que el investigador Víctor Manuel Sánchez Valdez, previó en su artículo titulado “Radiografía de los narcobloqueos en México”, publicado en la revista Nexos el 31 de julio de 2017, gracias a lo cual predijo las zonas en donde es más probable que se presenten nuevos narcobloqueos en el futuro diciendo que las dos grandes zonas de puntos calientes se extiende del norte de Tamaulipas hasta el sur de Coahuila y norte de Zacatecas, mientras que la segunda abarca importantes zonas de los estados de Jalisco, Michoacán, Guerrero, Guanajuato, Colima y Zacatecas”.

Con tristeza, hoy podemos decir que no se equivocó y tiempo después, se confirmó con el “Jueves Negro” en Culiacán, los bloqueos en Aguililla, Michoacán, en Jalisco, Guanajuato, Ciudad Juárez y Tijuana. Que el país se incendie mientras nosotros esperamos el turno de ser alcanzados por la desgracia, no es opción.

 

*Licenciada en Ciencias Políticas interesada en aprender continuamente de todo y de todos, y articulista en los periódicos Matlalcuyetl y Consensos de Tlaxcala.

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