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Nora VILLEGAS*

  • “Cómo matar de hambre a un periodista”, Manual escrito durante más de cien años por el Partido Revolucionario Institucional

CDMX. – Confieso sinceramente que muchas veces durante mi carrera me he arrepentido de haber estudiado Comunicación y Periodismo, muchas veces he intentado olvidarme de lo que sé hacer y he querido dedicarme a otras cosas, muchas veces he pensado “gana más una secretaria o una mesera” la mayoría de las veces lo he intentado, pero termino suplicándome volver, recapitular y continuar.

Aunque cuento varios intentos de asesinato a la manera del líder priísta Alejandro Moreno, quien presuntamente declaró en días pasado, en un audio intervenido que “a los periodistas no hay que matarlos a balazos, hay que matarlos de hambre”, aquí sigo, continúo precisamente porque sin los periodistas, nadie se enteraría nunca de que Rafael Alejandro Moreno Cárdenas, Presidente Nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), mexicano de 47 años de edad, oriundo de Campeche, abogado, tecnócrata, egresado del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores René Descartes (Instituto Patrulla, de baja o nula reputación académica), declaró que a los periodistas mexicanos había que matarlos de hambre.

El político ha aprendido bien y sabe de lo que habla, su trayectoria y experiencia la ha adquirido en el PRI desde los 16 años de edad, en donde ha escalado de Consejero Político Estatal, Consejero Político Municipal, Presidente del Comité Directivo Municipal de Juventud Popular Revolucionaria de la CNOP, Presidente del Comité Directivo Estatal de Juventud Popular de la CNOP y Presidente del Comité Directivo Municipal del Frente Juvenil Revolucionario, Secretario de Organización del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del Frente Juvenil Revolucionario, Coordinador Nacional del Frente Juvenil Revolucionario del PRI, Senador, dos veces Diputado, gobernador de Campeche, hasta Presidente Nacional y presidenciable de ese partido, orgulloso, todo un oportunista y corrupto de cepa “made in PRI”.

No sorprenden a quien escribe las declaraciones de este ilustre personaje, su dicho condensa más de cien años de violencia, tortura, intolerancia y agresiones. Alejandro Moreno no es más que un botón de muestra del retroceso ideológico que implica la derecha política del país. Dadas las circunstancias político-electorales actuales, Alejandro Moreno acaba de matar también las ilusiones de quienes piensan que hay que devolver al PRI el poder; con sus declaraciones, reafirma que, de ganar las elecciones, la precariedad laboral, la violencia estructural, la crisis de los empleos, la explotación profesional, el sometimiento intelectual, el clientelismo mediático y la relación prensa-Estado, seguirá siendo la bota en cuello de los mexicanos saecula, saeculórum (por los siglos de los siglos).

El Manual para matar de hambre a los periodistas consiste en seguir algunos sencillos pasos y obtener grandes resultados como el triunfo en elecciones estatales, municipales y federales. Los sueldos bajos y las condiciones desfavorables y hasta ilegales en las que se ejerce en México el periodismo, tiene como principal función coptar la línea editorial de los medios de comunicación, obligando a los periodistas a ofrecer información falsa, manipulada, cifras felices, boletines oficiales, porque sus medios viven y cobran del dinero público, no quedándoles más remedio que corromperse con el gobierno en turno.

Matarlos de hambre no quiere decir desaparecerlos, es mucho más compleja la estrategia. La política necesita de la prensa, ambas se unen en un perverso matrimonio que engendra actores políticos e instituciones, para luego ofrecerlas a los clientes necesitados, es decir, al pueblo mexicano. Los periodistas se convierten en la novia interesada que quiere el dinero del potentado novio actor político, realizando el maridaje en un contexto de sumisión y obediencia, que a su vez responden a los intereses de los suegros, financiadores principales de esos recursos públicos, los empresarios.

Matando de hambre a los periodistas, los políticos logran sus objetivos políticos y económicos, porque no hay contrapeso, no hay crítica real ni democracia. No solo no hay investigación profunda, ni desvelo de las mentiras dichas en campaña, no hay registro de la historia contemporánea, no hay voz popular, ni expresión social.

El hambre presiona y presiona fuerte, pero a quienes realmente asesina es a la estructura social, acalla sus voces, aniquila la esperanza de cambiar las cosas, afirma en el poder a gente como Alejandro Moreno y a toda su escuela e historia política, eterniza la desigualdad y la estructura de “verguizas salvajes”, a quienes no le lleven maletines con dinero, como afirmó en el mismo audio Rafael Alejandro Moreno Cárdenas (para no olvidar su nombre).

Hoy en día hay en México más de 270 mil periodistas torturados de hambre, ya sea comprometidos con los intereses de sus medios u obedeciendo líneas editoriales ventajosas. De ellos, sólo seis mil 400 ejercen un trabajo como reportero, fotógrafo o periodista de investigación; de esos seis mil 400, alrededor del 87 por ciento no perciben un salario porque son independientes o perciben un salario promedio que oscila entre 120 y 200 pesos al día, Alejandro Moreno recordó que la situación de la prensa en México tiene un por qué, un cómo y un para qué. (fuente: Jesús Lemus Barajas, periodista de investigación, en youtube:

https://www.youtube.com/watch?v=AXp80CsQpXk&t=455s).

 

*Periodista egresada de la UNAM. Amplia experiencia en el campo laboral más por necesidad que por convicción. Amante apasionada de las causas perdidas, de las buenas historias, de la vida, la libertad y sus enjuagues.

norvill_23@yahoo.com.mx

 

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