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Alexandra MARTINEZ DE AGUILAR*

Parecía una historia sin final, algo que jamás creímos llegaríamos a ver, pero tras una larga espera de 15 años, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, anunció lo siguiente:

“¡Ya falta poco! Un puente grande y 12 km de pavimento para terminar la carretera Oaxaca-Puerto Escondido. En lugar de 6 horas de traslado se harán 2.5. La inauguraremos en julio de este año. Ojalá también, para entonces, podamos resolver el antiguo problema agrario entre Sola de Vega y San Vicente Coatlán y lograr la paz”, expresó el López Obrador el 16 de abril del presente año.

Vale bien la pena mencionar lo que sucede entre esas dos comunidades que menciona el presidente: como en la mayoría de los casos que suceden en Oaxaca, existe una disputa por terrenos agrarios que lleva más de 47 años que inició cuando Sola de Vega recibió una resolución presidencial que le otorgó 20 mil hectáreas que la comunidad de Coatlán reclama como propias, tomando como referencia los títulos patrimoniales otorgados por la corona española en 1754.

Por ello, hagamos un recuento de esta historia que parecía no tener fin, para que las nuevas generaciones que nos leen, se enteren de la importancia de este proyecto que seguramente escucharon que inicio hace años y que por años, se convirtió en una leyenda urbana.

Todo comenzó como una promesa durante el Gobierno de Felipe Calderón Hinojosa, quien en su tercer año de gestión en 2009, nos ofreció la construcción de la autopista costera, la cual fue licitada a la empresa Omega S. A. de C. V., para el tramo Barranca Larga, perteneciente al municipio de Ejutla de Crespo, a Ventanilla, Santa María Colotepec, con una longitud inicial de 1041.4 kilómetros (después aumentó a 104.2 km debido a la modificación del trazo realizado debido al hallazgo de vestigios arqueológicos durante la construcción), cuya estimación inicial era de 2 mil 500 millones de pesos, para después ser de 4 mil 600 millones de pesos, según declaraciones del entonces delegado de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), José Luis Chida.

En 2012, con sólo un avance del 2.64%, Omega ya no continuó la obra argumentando problemas financieros y cediendo sus acciones a la empresa Ingenieros Civiles Asociados (ICA) S. A. de C. V. (presidida por Bernardo Quintana), quienes realizaron una modificación al título de concesión a favor de Desarrolladora de Infraestructura Puerto Escondido S. A. (DIPESA), quien se hizo cargo de continuar, bajo el esquema de asociación pública–privada.

DIPESA, se comprometió a entregar la carretera en agosto de 2014, pero entre conflictos por pago de indemnizaciones, derechos de vía, disputa de límites agrarios, entre otros, no sucedió así. Y en diciembre de 2016, DIPESA-ICA, con un avance del 52%,  suspendió los trabajos de obra.

Así, después de una década de abandono, el ex gobernador Alejandro Murat Hinojosa, junto con el ex secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, retomaron el proyecto que, dijeron, entregarían en 15 meses, para que trabajar el tramo  Barranca Larga-Ventanilla, que incluía la construcción de once puentes, tres túneles, nueve entronques, dos casetas de cobro, dos viaductos y un monto superior a los 6 mil 500 millones de pesos.

Pero en 2017, tras declarar ICA falta de solvencia financiera, la concesión final fue asignada al Fondo Nacional de Infraestructura (FONADIN), perteneciente al Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (BANOBRAS), quienes se habían comprometido a entregar la carretera en 2018 (después dijeron que sería en 2019) y a quienes se les autorizaron para construcción, operar, conservar y mantener la autopista  por hasta 3 mil 500 millones de pesos, además de 560 millones por concepto de IVA.

Sabemos que con esta carretera se beneficiarán más de 100 mil 777 habitantes de once comunidades, se estima que 4 mil 253 vehículos en promedio, anualmente circulen por esta vialidad y que la carretera sea tipo A2 (dos carriles), en un ancho de 12 metros con dos carriles de circulación de 3.5 metros cada uno y con 2.5 metros de acotamientos.

¡Prepara tus maletas para irte el fin a la playa!

 

*Licenciada en Ciencias Políticas.

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