Elsbeth LENZ*
Xalapa, la ciudad donde vivo, desde hace varios periodos municipales, ha sido un desastre, llega un alcalde y dinamita la ciudad, abre en canal las calles, mete drenajes, saca cables y pasa 3 de los 4 años de su periodo destruyendo y construyendo las mismas calles de siempre.
La gente que vive aquí en la aldea, padece con el lema de “Molestias pasajeras, beneficios eternos” y esa eternidad jamás llega, trayectos en los que regularmente haríamos 15 minutos en auto, los recorremos a veces hasta en dos horas, todo esto debido, a la malísima planeación, que hay en el ayuntamiento municipal.
Tiene muchísimos años, que a Xalapa llega un alcalde y otro y otro más, que cuando no está destruyendo y reconstruyendo la calle del frente, está con la calle de atrás, pero tal pareciera que abre una calle y ponen las tuberías, al año siguiente abren las mismas calles y meten los cables de la luz, luego el periodo siguiente, abren las mismas calles y meten los cables de internet y así eternamente, los xalapeños jamás hemos sabido lo que es vivir en una ciudad, que no parezca Sodoma y Gomorra, luego de la destrucción.
Es una tristeza, que luego de haber sido llamada la Atenas Veracruzana o Ciudad de las Flores, Xalapa tenga años siendo un muladar, nadie le hace un contrapeso a la autoridad municipal, alcalde que llega, alcalde que intenta convertir Xalapa en algún pueblo europeo o canadiense recientemente visitado por él, pero que nada tiene que ver con nuestra realidad, la realidad de una ciudad que era para carretas y que creció sin ton ni son, al ritmo que le tocó quien quiso y quien pudo.
Pero ese sentimiento, me parece que no solo existe en Xalapa, ese sentimiento lo trae la ciudadanía en el pecho, en muchos rincones del país y ya sería momento que en México, hubiera un contrapeso ciudadano, no puede ser que nosotros, que somos los que pagamos los impuestos y sostenemos la economía del país, no seamos escuchados, ni tomados en cuenta.
Yo me pregunto, si no es ahora ¿cuándo?
*Mercadóloga de profesión y columnista por elección; apasionada de la razón y profunda admiradora de la coherencia, confieso padecer una profunda aversión al machismo
@Elsbeth_Lenz