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Nazareth BLACK*

CDMX.- Las mujeres somos creadoras de vida, tenemos una intuición especial, estamos llenas de una magia especial y de una poderosa energía.

La fuerza es parte intrínseca de nuestro ser, sin embargo; ejerciendo nuestro don de servir hemos puesto todo lo que somos al servicio de los demás y el efecto resultante de ello es que hemos ido dejando nuestros deseos siempre al final y así parte de nuestra voz se ha diluido en el tiempo.

Cuando dejamos que nuestra voz pierda fuerza, entonces nosotras perdemos fuerza, y, sin la fuerza adecuada nuestros objetivos se vuelven más díficiles de alcanzar.

Aprendí desde pequeña que tenía que cuidar de mi misma, intuí que la forma de lograrlo era ser independiente, sin embargo, con el pasar el tiempo fue que descubrí la importancia de una voz fuerte. Luego comprobé los resultados de la fuerza de mi voz.

También aprendí que todo se construye en esta vida, así como construímos nuestro estado físico con buena alimentación y con actividad física, nuestro estado mental y emocional con meditación y reflexión y nuestra calidad de vida con trabajo; también una voz fuerte, que se escuche y no se ponga en entredicho, puede construirse.

Por eso, si en el pasar de tu vida sientes que has ido perdiendo la potencia de tu voz, sientes que el resultado de tu vida no te place lo suficiente, te invito a que aproveches este preciso instante y decidas que es tiempo de cambiar, decidas que es momento de pensar en ti. Es momento de entrar en acción y confirmar tu fuerza interior a través de tu voz.

Te comparto 4 claves que he usado para construir mi propia voz, y que estoy bastante segura de que ayudarán para para llenar la tuya de poder: 

  1. Asertividad

Una mujer poderosa es capaz de comunicarse de manera efectiva y expresar de manera articulada sus necesidades, deseos y opiniones. He observado que las mujeres batallamos mucho para ser asertivas, puesto que nos han educado para  servir,  y el famoso refrán  de “calladita te ves más bonita” nos ha dejado en desventaja por muchas generaciones.

Hay muchas oportunidades que perdemos por no saber pedir adecuadamente, hay relaciones que continuamos por no saber decir claramente que esperamos de la otra parte, el no saber comunicarse adecuadamente trae consigo una serie de insatisfacciones a nuestra vida. Insatisfacciones que podemos transformar con mejorar nuestra habilidad de comunicación.

¡Tienes que aprender a usar tu voz y decir con claridad!: ¡Qué quieres!

2.     Habla poco e inteligentemente

La energía es poder, y las palabras tienen energía. No te desgastes hablando como chachalaca, utiliza tus palabras para contribuir a crear, a construir, a alabar; utiliza tu voz solo en sentido positivo.

Elimina el drama. Las mujeres fuertes y poderosas no se interesan por los chismes y se enfocan en sus propósitos. Si en alguna conversación donde te encuentres sale el chisme a relucir, te recomiendo mantener una postura neutral. No contribuyas a ello y en cuanto tengas oportunidad discúlpate y retírate educadamente. Habla poco, habla inteligente, el famoso dicho que reza “Si no tienes nada bueno que decir, entonces no digas nada”, encierra mucha sabiduría.

No te diluyas en charlas sin sentido, enfoca tu energía en construir el poder de tu voz participando en charlas que te ayuden a lograrlo.

3.     Mantén tus convicciones

Siéntete orgullosa de lo que dices, es tu opinión y tienes derecho a tenerla.

Frases como ”Yo diría que mejor hagamos esto”, “Yo quisiera”, “Yo pensaría”, son indicativos de inseguridad en tu opinión personal. Sustitúyelas por: “Hagamos esto”. “Yo quiero”, “Pienso que”, etc

Ahora, en otro polo de esta manifestación de poder como lo es respetar y mantener tus convicciones, es importante entender que hay un límite; llamado intolerancia.

No hay derecho alguno en defender las convicciones propias con intolerancia cuando alguien más no comparte tu visión, opinión, pensamientos, etc. Por ello, cuando estés resolviendo una situación donde hay evidente choque de opiniones, habla con tu contraparte o incluso con tu oponente de la manera más civilizada posible e intenta solucionar el problema. Justifica tus opiniones y escucha las suyas; y si descubres que estás equivocada, discúlpate.

4.     El secreto es escuchar

Contrario a lo que se cree, quien domina una conversación es siempre quien escucha no quien habla.

Saber escuchar es una gran herramienta para conocer a la otra parte, que piensa y por qué piensa así solo podrás descubrirlo sabiendo escuchar.

Y hasta para ello hay una técnica; la mía es escuchar de corazón, enfocando toda mi atención sincera en la persona, mirarle a los ojos, esto se proyecta de inmediato y la otra persona a nivel inconsciente se da cuenta de mi interés sincero, lo que inyecta un shot de confianza y me permite conocer a la persona de forma más real puesto que baja sus defensas y ello conlleva a una mejor interacción y a la creación de un vínculo a futuro.

Saber escuchar es un arte, y si aprendes a dominarlo ayudará mucho a la propia construcción de tu voz.Te recomiendo aprender sobre escucha activa.

Recuerda siempre que hablando de mujeres ¡cuando una mujer da un paso, todas avanzamos!

 

 

*Forjando el Futuro de la Industria Automotriz y Tecnológica en Latinoamérica y Redefiniendo el Potencial de México

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