Milka IBÁÑEZ*
CDMX.- Un camión destartalado en medio del desierto, suena a una película más de carretera, pero mientras se va desarrollando la idea ese camión es rosa, tiene en su techo un tacón gigante en el que una diosa canta de manera impecable, mientras los brillos del sol se reflejan en su bello traje de espejos, las telas del vestido vuelan y juegan con el aire, creando una bella poesía visual y auditiva que es una escena icónica del cine, sobre todo del cine LGBTIQ+. Esta poesía es Las Aventuras de Priscila la Reina del Desierto.
Película australiana dirigida por Stephan Elliot en el año de 1994, nos cuenta la historia de tres artistas de cabaret que viven en Sidney, dos de ellas reinas del Drag y una mujer transexual, quién ex integrante de un show muy conocido, entonces ellas son contratadas para hacer una temporada de 4 semanas en un hotel ubicado en medio del desierto de Australia. Para lograr esto consiguen un camión destartalado que hacen llamar Priscila. En medio del desierto deciden tomar un atajo para ahorrar tiempo, lo que les lleva por caminos, poblaciones y personajes que les harán enfrentar sus vidas, y la situación de ser una persona abiertamente libre de expresarse en una época llena de tabús, aún más que hoy.
Esta película fue muy bien recibida debido al equilibrio perfecto que maneja en el drama de los personajes, quienes tienen historias muy fuertes y duras, en contrapunto con un sentido del humor inteligente que bloquea los momentos tensos, algo que para la época de los 90s me parece atinado, utilizar la comedia como herramienta, en un tiempo donde la comunidad LGBTIQ+ se tenía que esconder, estas tres valientes andan por el camino conociéndose, creando una familia y gritando a los cuatro vientos que son geniales. Por otro lado visualmente es brutal, los paisajes del desierto en contraste con los vistosos vestuarios, los brillos, las telas que juegan con los elementos de la naturaleza, el diseño de producción y la fotografía son un trabajo que se ve muchísimo en conjunto con todas las áreas. Las actuaciones son tiernas, divertidas y crean empatía, en ese momento los actores eran conocidos solo en Australia, pero hoy Hugo Weaving es muy conocido como el Agente Smith en Matrix o Elrond en El Señor de los Anillos, su personaje lucha con decisiones de su pasado que él piensa pueden afectar su vida actual, Guy Pearce, como Adam hace un personaje divertido al que parece nada le afecta, pero está lleno de emociones, conflictos, y el gran Terrence Stamp interpreta a Bernadette una mujer transexual de una edad más grande que los demás, ella tiende a ser una figura maternal, estas tres personas solo buscan la felicidad y vivir tranquilas.
Desde pequeña tengo uso de razón de esta película, y en serio es tan hermosa que incluso siendo chica jamás me importo, si eran mujeres, eran hombres, eso me daba, y me da totalmente igual. De entrada agradezco haber crecido en un hogar donde me enseñaron que todas, todos y todes merecen respeto, amabilidad, por lo que para mí siempre ha sido una historia llena de color, diversión, momentos difíciles de reflexión, que toca temas sobre la homofobia, la identidad sexual, la orientación sexual, el género con el que se nace, conflictos internos, lo difícil que eso fue y sigue siendo, que sigamos en sociedades donde aún persiste la violencia contra la comunidad. Eso era algo que desde pequeña no entendía mientras veía la película ¿por qué alguien tenía que pasar por violencias, esconderse, si sólo estaban de viaje y querían bailar, vivir, sentir?
Amor es amor y en Las Aventuras de Priscila de la Reina del Desierto, eso se huele, se siente, se canta, se baila, imposible no corear las canciones ¡Véanla ya! Incluso si ya la vieron.
*Comunicación y Relaciones Públicas. Directora General 24 Risas por Segundo, Festival de Cine y Comedia.