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DETRÁS DE LA NOTICIA                                                                                            Alfredo MARTÍNEZ DE AGUILAR

Na Martina, reencarnación vallista de la Sandunga, pionera del éxito global                      de la gastronomía oaxaqueña en el Restaurante Catedral, durante 48 años

  • Al lado de su compañero de vida y confidente de sus sueños, mi querido y admirado maestro Edgardo Aguilar Morales, a Na Martina, fiel devota del Señor del Rayo, le sobra amor al prójimo.

  • Reencarnación vallista de la Sandunga, pionera global de la gastronomía oaxaqueña por 48 años, deleitó el exigente paladar del hoy Rey Carlos III de Inglaterra y de los príncipes Akishino de Japón.

Rendir homenaje a Na Martina y al Restaurante Catedral obliga incluir los principios y valores universales y, sobre todo, las virtudes, emociones y pasiones de los oaxaqueños bien nacidos, de ayer y de hoy.

Si algo caracteriza a Na Martina Escobar Montero, madre y maestra, cocinera tradicional, pero sobre todo genial emprendedora y empresaria gastronómica, es su extraordinario don de gentes.

Al lado de su compañero de vida y confidente de sus sueños, mi querido y admirado maestro Edgardo Aguilar Morales, a Na Martina, fiel devota del Señor del Rayo, le sobra amor al prójimo.

Congruente con sus más profundas convicciones humanísticas, heredadas de su madre y de su padre, Na Martina, reencarnación de la Sandunga Tehuana, transpira generosidad y solidaridad.

La Sandunga es un tesoro cultural de Tehuantepec, expresión musical y dancística de la historia, las emociones y la identidad de la región del Istmo como lo es gastronómicamente Na Martina.

Desde niña Na Martina aprendió el arte de la cocina con su madre Martina Montero y Juanita Moreno de Salazar, nieta de la célebre Doña Juana C. Romero, madre moral de Tehuantepec.

Al ganar el primer lugar nacional en la Expo Culinaria en el Palacio de los Deportes, hizo realidad su sueño el 24 de julio de 1977, al abrir sus puertas el Restaurante Catedral, en la capital oaxaqueña.

Reencarnación vallista de la Sandunga, pionera global de la gastronomía oaxaqueña por 48 años, deleitó el exigente paladar del hoy Rey Carlos III de Inglaterra y de los príncipes Akishino de Japón.

Nada define más y mejor en cuerpo y alma a Na Martina, singular tehuana, y a su amada familia que su amistad generosa y solidaria, con altruismo encarnado todos los días en la vida real.

Su disposición a apoyar y dar siempre, se traduce especialmente en cotidiana sororidad para con las mujeres como homenaje de vida a su madre y abuela, así como a sus hijas, nueras y nietas.

Como mujer y persona consagrada al trabajo desde joven es ejemplo de vida para su familia, amigos y clientes, como pionera global de la promoción de la gastronomía oaxaqueña e istmeña.

Desde niña aprendió el arte de la cocina al lado de su madre Martina y de doña Juanita Moreno de Salazar, nieta de la célebre Doña Juana C. Romero, madre moral de Santo Domingo Tehuantepec.

Doña Martina es ante todo una consumada guerrera tehuana zapoteca didjazá, cuya triunfadora vida empresarial es producto de la cultura del esfuerzo, ahorro y diversificación en la inversión.

Es una mujer inteligente, independiente, digna, fuerte, hermosa y, sobre todo, trabajadora como todas las mujeres oaxaqueñas, especialmente las istmeñas, nacidas para triunfar en los negocios.

A la muerte de su padre, Carlos Escobar Cruz, presidente municipal de Tehuantepec, el 14 de enero de 1964, la ex Reina de la Vela Sandunga, se vio obligada a apoyar la economía familiar.

Madre de Edgardo, Adriana, Gabriela, Ernesto y Carlos, convirtió el dolor en amor al perder a su padre, asesinado por Alejandro Carrasco. Injustamente, se culpó al Dr. Facundo Génico Salinas.

alfredo_daguilar@hotmail.com                                                                                  director@revista-mujeres.com                                                                                    @efektoaguila

 

 

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